La Línea

El drago centenario ya es de forma oficial propiedad del pueblo de La Línea

  • El trasplante del árbol, de 67 toneladas, fue el mayor a nivel mundial de esta especie

El drago centenario que luce en el parque Princesa Sofía tras ser trasplantado desde la Villa San Juan ya es oficialmente propiedad del Ayuntamiento y del pueblo de La Línea. Los propietarios de este inmueble entregaron ayer al alcalde, Juan Franco, la documentación que acredita la donación de este ejemplar y de otro más pequeño que fue trasladado a la rotonda del nuevo hospital.

El drago y su traslado, que llamó la atención por su espectacularidad, guardan muchas historias curiosas. Ignacio Arana, uno de los propietarios del inmueble en cuyo jardín se encontraban los árboles, afirmó que el trasplante fue "el mayor a nivel mundial que se ha registrado de esta especie, que tiene un peso de 67 toneladas".

"Ha sido un trabajo muy costoso, superior a los 72.000 euros, pero del que nos sentimos muy orgullosos porque ha contado con la supervisión de cinco biólogos y se ha llevado a cabo con todas las garantías de éxito. Se trata, además, de un ejemplar del que han salido la práctica totalidad de dragos mas jóvenes que aun existen en La Línea y Campamento, como el ahora situado en la rotonda del nuevo hospital, hijo de este, que pesa 5.500 kilos. Este árbol es una joya y para mí, que soy del País Vasco, es el Guernica de la Línea", continuó Arana.

La historia del drago, que preside la entrada del Princesa Sofía desde la Avenida del Ejército, data de 1829. Creció como testigo del amor de un naviero americano por una calabresa residente en Gibraltar, a la que en 1829 le regaló una enorme finca de 10.000 metros cuadrados -en la actual calle Jardines- en la que nació este ejemplar.

Diego Amado, otro de los propietarios, resaltó que su voluntad siempre fue la de preservar la vida de estos árboles. "Hubiera sido muy fácil y barato acabar con ellos, por ejemplo, aplicándoles herbicida, pero eso nunca estuvo en nuestro ánimo. Ni nos lo planteamos. Para nosotros era fundamental preservar la supervivencia de los dragos, y de este en particular, para que, como especie milenaria que es, viva cientos de años mas".

Por su parte, el alcalde subrayó la importancia de que La Línea cuente con esta joya botánica en un lugar tan emblemático como el parque Reina Sofía: "Reconozco la gran labor logística y económica que han soportado las familias propietarias del inmueble. Este drago se ha convertido en algo muy nuestro y creo que puede llegar a ser un atractivo turístico, dado el porte que tiene y su antigüedad paralela a la de la propia ciudad. Merece que lo cuidemos y dejemos este legado a generaciones futuras". Franco también agradeció la donación a las dos familias propietarias de Villa San Juan y afirmó que el Ayuntamiento buscará fórmulas para intentar compensarles por el gran desembolso económico realizado.

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