El centenario de la Cruz Roja coincide con el cierre de su sede en La Línea
El impago de la deuda municipal es definitivo en la clausura de la asamblea local · La organización deja primero de vigilar las playas y luego suspende el servicio en la Feria y el de ambulancias
La asamblea local de Cruz Roja cumplió el pasado mes de agosto cien años de historia en La Línea de la Concepción. Sin embargo, ha sido el aniversario más triste para esta entidad emblemática, que ha vivido un año durísimo en el que poco a poco ha ido perdiendo servicios y responsabilidades y que ha acabado con el cierre de la misma por decisión de la asamblea provincial de esta organización.
Esta determinación se comunicó al comité ejecutivo local a principios de este mes de diciembre y en el mismo instante los dirigentes dimitieron en bloque para mostrar su rechazo a la decisión. Las dependencias permanecerán cerradas durante un periodo aproximado de cuatro o cinco meses, tras el cual se instalará una oficina aunque, en principio, no está previsto que se presten servicios preventivos, ni de emergencias.
Además, los vehículos y materiales de la Cruz Roja, conseguidos por la asamblea linense a lo largo de muchos años de intenso trabajo, serán trasladados a otros emplazamientos en la provincia gaditana.
Los problemas de la Cruz Roja en la ciudad comenzaron en el verano del año pasado. Fue la primera temporada estival en la que la organización no se encargó de la vigilancia y el socorrismo en el litoral, ya que el Ayuntamiento mantenía deudas con la entidad de años anteriores y no podía afrontar, según explicó entonces el equipo de gobierno, el coste de la prestación, que rondaba los 350.000 euros.
Finalmente, ese verano y el de este año, la empresa Medios Acuáticos S. A. se ocupó de la vigilancia en las playas, por más de 300.000 euros, no sin quejas por parte de los partidos de la oposición y los usuarios que criticaron la falta de medios y de personal, comparado con el dispositivo que siempre había montado Cruz Roja.
La deuda que el Ayuntamiento mantiene todavía hoy con la organización no gubernamental asciende a 240.000 euros y ha sido definitiva en la clausura de la asamblea local.
Ese débito llevó a la Cruz Roja a no realizar el servicio de socorrismo los dos últimos veranos, después de haberse encargado del mismo durante dieciocho años, además de no llevar a cabo los servicios preventivos en esta última Velada y Fiestas.
Finalmente, el comité ejecutivo se vio obligado el pasado mes de agosto a suspender el servicio de ambulancia por falta de presupuesto.
El impago municipal llevó a Vicente Ricardo Badillo a dimitir como presidente de la asamblea local, puesto que había retomado esta responsabilidad con el principal objetivo de cobrar la deuda del Consistorio.
Los voluntarios además no han recibido ninguna explicación por parte de la ejecutiva provincial sobre la decisión de desmantelar la asamblea linense en su centenario y se muestran escépticos ante el futuro de esa oficina que se abrirá en el municipio y sobre si prestará algún servicio en concreto.
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