Cabalgata de emociones en La Línea para arrancar una Feria llena de luz
Miles de personas disfrutan de las carrozas, las bandas de música y charangas en las calles linenses que se convierten en un espectáculo antes del encendido oficial de La Salvaora
Así es la programación de la Feria de La Línea 2025: del homenaje a la patrona al concierto de Carlos Baute
La Línea volvió a estallar en júbilo. Y lo hizo como siempre, con la cabalgata que marca el pistoletazo de salida a una de las semanas más esperadas del calendario. Empezaba a caer el sol cuando las calles se llenaron de vida. Padres con bolsas para caramelos, abuelos con sillas plegables, niños llenos de ilusión y jóvenes buscando el mejor ángulo para inmortalizar una cita que, más que un desfile, es un rito colectivo.
Todo comenzó poco después de las nueve de la tarde, aunque para muchos la jornada ya había arrancado antes con el pasacalles y la presentación de las bandas de música. A esas alturas, algunos ya iban con el son en los huesos. El recorrido, como es tradición, partió desde el restaurante Hong Kong en la Avenida España, pasando por la Plaza de la Constitución y la avenida del Ejército hasta desembocar en el Recinto Ferial. Un itinerario que cada año se transforma en un río humano teñido de serpentinas, pasodobles, caramelos y carcajadas.
La expectación se había dejado notar desde días antes. El Ayuntamiento recordó que no se podía reservar sitio en la vía pública hasta el viernes. Aun así, muchos ya se aventuraron el miércoles en busca del mejor punto para disfrutar de una cabalgata que no defrauda.
El recorrido comenzaba con un tramo sin ruido, una medida inclusiva y aplaudida que permitió a personas con trastorno del espectro autista y otras condiciones de alta sensibilidad auditiva disfrutar también del espectáculo sin sobresaltos. Ese espacio, ubicado entre el restaurante Hong Kong y el antiguo centro médico en la Avenida España, se convirtió en una demostración de que la fiesta puede ser de todos y para todos.
Las carrozas no se hicieron esperar. Una tras otra, desfilaron con sus decorados brillantes y temáticas diversas. Las más llamativas provocaban gritos de asombro y lluvia de caramelos. El tradicional “¡tira caramelos!” se convirtió, como cada año, en el grito de guerra infantil. Los pequeños —armados con bolsas— recogían los dulces al vuelo mientras los adultos sonreían contagiados por la energía inagotable que caracteriza a los niños.
Cómo no, el cortejo venía bien amenizado por bandas de música y charangas que hicieron que más de uno se arrancara a bailar. Como es habitual, el público pedía sus canciones favoritas. Entre las más solicitadas, como no podía ser de otro modo, el pasodoble de La Línea, Española y gaditana, que sonó con fuerza y emoción. Ese mismo himno que, seguro, resonará en más de una caseta durante toda la semana.
La conexión con el fútbol local también se hizo notar entre acordes. La charanga Los Confinaos lucía con orgullo camisetas con el mensaje “Abónate a la Balona”, mientras que la banda municipal de música portaba el escudo del club linense en los atriles de sus partituras. Un gesto más que evidencia la estrecha unión entre la ciudad y su equipo.
Entre carroza y carroza, las familias aprovechaban para inmortalizar el momento, mientras los más pequeños seguían corriendo de un lado a otro en busca de caramelos escondidos.
Cerrando el cortejo, como manda la tradición, desfilaron las carrozas de las reinas. Primero la infantil, con su corte radiante, y luego la juvenil, rodeada de sus damas, todas luciendo sonrisas que hablaban por sí solas del orgullo de representar a su ciudad en una noche tan especial. La multitud aplaudía a su paso, consciente de que ese era el preludio de algo más grande: la apertura oficial de La Velada y Fiestas de La Línea.
Porque la cabalgata no es sólo un desfile: es la chispa que prende la mecha. Es el punto de encuentro intergeneracional donde los recuerdos se construyen entre caramelos y música. Es, sobre todo, un espejo de lo que es La Línea: una ciudad que sabe hacer comunidad, que convierte la calle en hogar y que, cada julio, se viste de feria en honor a su patrona.
El recorrido terminaba a las puertas del Recinto Ferial. Solo quedaba esperar a que se encendieran las luces. Y este año, con grandes novedades prometidas, la cuenta atrás era aún más emocionante. Los lineses sin duda saben disfrutar de su cabalgata, disfrutar sus calles y llenar de alegría y música cada rincón.
Ahora empieza la fiesta. Las casetas, los puestos de comida y las atracciones esperan. Arranca una semana llena de ilusión compartida, de arte y tradición. Comienza La Salvaora.
El ansiado Domingo Rociero
La jornada del domingo continúa con una agenda repleta de tradición y ambiente festivo. A las 9:30, los tamborileros de la Hermandad del Rocío recorren el centro con su diana rociera. A las 11:00, la cita es en el interior del Santuario de la Inmaculada para la misa rociera, acompañada por el coro de la hermandad. A mediodía, el Recinto Ferial acoge el paseo de caballos, y por la noche, a las 22:30, la música volverá a ser protagonista en la Caseta Municipal con el esperado baile con orquesta. Y mucho más. El Real promete llenarse de ambiente, música e ilusión, con numerosas actividades y conciertos en las casetas para hacer bailar, reír y disfrutar a linenses y visitantes.
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