La Línea en el siglo XX
enciclopedia de la línea
parte IIMiguel del Manzano Pratts es el autor de una enciclopedia de La Línea, que consta de diez tomos. El primero, en cuatro capítulos, hace un recorrido desde los orígenes de la ciudad hasta principios del siglo XXI

En el tercer capítulo de la Enciclopedia de La Línea relatamos las incidencias del siglo XX. En las primeras décadas del siglo pasado, La Línea experimenta las transformaciones fundamentales que harán de ella una ciudad propia de los nuevos tiempos. Ello no quiere decir que desaparezcan los problemas que se habían ido manifestando ya desde la segregación municipal, pero es indudable que el progreso técnico y material del nuevo siglo tiene su impacto también en La Línea. Viejas aspiraciones van a hacerse realidad, como la mejora de las calles y carreteras, el alcantarillado y el agua potable, el alumbrado público, los servicios sanitarios y hospitalarios, la enseñanza, las telecomunicaciones, etc. Otras, sin embargo, no llegan a realizarse nunca, como el ferrocarril, el puerto y algunas más. El desarrollo de La Línea en este comienzo de siglo la hace distanciarse tanto de la primitiva aldea de la segregación, que el 3 de julio de 1913, el Rey, Alfonso XIII, dicta el siguiente Real Decreto: "Queriendo dar prueba de mi Real aprecio a la Villa de La Línea de la Concepción, provincia de Cádiz, por el desarrollo de su agricultura, industria y comercio, y su constante adhesión a la Monarquía, vengo a concederle el título de Ciudad". A este hecho, de enorme simbolismo, viene a sumarse el Real Decreto de 19 de julio de 1922, por el que se concede a su Ayuntamiento el título de "Excelencia", pues el de "Ilustre" ya lo ostentaba desde 1883. La población de La Línea, que en 1870 era de 330 vecinos censados, pasa a 31.862 en 1900. Con las grandes obras militares en el arsenal de Gibraltar, allá por 1900, la población sigue aumentando vertiginosamente hasta el año 1920, en que finalizan dichas obras. He aquí la evolución de la población de La Línea desde 1900 hasta 2008, según el Instituto Nacional de Estadísticas de España.
La Aduana
Otro de los símbolos que permaneció en la ciudad durante muchos años fue el edificio de la Aduana, que estaba situado hasta finales de la década de los años sesenta en el espacio comprendido entre la fuente de la Plaza de la Constitución y el antiguo inmueble de Sanidad (luego Conservatorio de Música, Instituto Transfronterizo y actualmente Hacienda Municipal). Por allí pasaron miles de ciudadanos esperanzados en conseguir en Gibraltar la prosperidad que se les negaba a este lado de la frontera.
En los primeros años de existencia de La Línea como municipio independiente, la aduana era de tercera clase y las importaciones del extranjero que se realizaban estaban limitadas a materiales de construcción, carbones minerales, hierros, maderas, losas, vidrio, trigo, harina y muebles. Las mercancías que se introducían en Gibraltar apenas si propiciaban beneficios arancelarios, porque eran muy limitadas. Lo que sí dejaba dinero era la represión sobre la introducción ilegal de artículos, sobre todo tabaco, de ahí que la Compañía Arrendataria de Tabacos (Tabacalera) ejerciera una acción fiscal directa y eficaz en aquellos tiempos.
La instalación elevadora de aguas residuales de La Línea
El problema del alcantarillado fue quizás uno de los que más seriamente preocuparon a la población de La Línea y a sus sucesivas Corporaciones Municipales. La baja altura del municipio y la falta de alcantarillado exigían una inmediata acción, ante las continuas inundaciones que sufría la ciudad. El 28 de enero de 1881, a causa de las fuertes y prolongadas lluvias, La Línea sufría la mayor inundación que se recuerda. Se perdió toda la cosecha de los huertos y huertas de la ciudad.
Ante la inviabilidad de otros proyectos, en 1904, se decide la construcción de un camino terminado en un depósito, desde el que pudieran ser arrojadas al mar las materias fecales procedentes de los pozos negros. Finalmente, las obras de construcción del alcantarillado son adjudicadas en 1929, tras resolución de un expediente iniciado en 1912. El sistema utilizado en estas obras presentaba la particularidad de poseer estaciones elevadoras de líquidos, accionadas por aire comprimido procedente de una estación central. Por esta razón, fue muy resaltado en trabajos y revistas de la época, relacionadas con las obras públicas.
Había sido adoptado en La Línea debido al éxito obtenido tras su instalación en Eastbourne (1880) y en el parlamento británico (1886). El material especial que se requería para esta instalación fue adquirido en la casa Hughes & Lancaster, Londres, que poseía la patente del sistema Shone; la construcción de la totalidad de la obra fue llevada a cabo por Cerámicas Guisasola, SA.
Esta red de alcantarillado comenzó a funcionar, normalmente, el 17 de octubre de 1930, si bien la recepción provisional de las obras no tuvo lugar hasta el 17 de enero de 1932, y por diferencia surgidas en el seno de la Corporación Municipal, es aplazada la recepción definitiva que da lugar a la designación especial de un delegado por el Ministerio de la Gobernación, para practicar una información, no teniendo lugar la definitiva recepción expresada hasta mediados del año 1934.
Capítulo 4. El siglo XXI
En la primera década de este nuevo siglo XXI, La Línea ha experimentado, no digamos notable, sino sobresaliente cambio en todos los aspectos de la ciudad.
Se han mejorado las infraestructuras, las vías de comunicación, la sanidad, el deporte, ocio, cultura, limpieza, seguridad, vivienda, medio ambiente, etc. Las inversiones no han cesado, tanto públicas como privadas y han convertido La Línea en una ciudad moderna, con excelente imagen en el exterior y se ha superado el orgullo de ser linense, que parecía dormido.
Mejora en las infraestructuras.
Como ya hemos comentado, la mejora en las infraestructuras existentes en la ciudad ha ido en aumento en estos primeros años de la nueva centuria: estación depuradora de aguas residuales, mejora en las carreteras de entrada a la ciudad, así como los cambios y avances efectuados en parques, plazas y jardines. También contamos con la creación de la piscina cubierta, el complejo de pádel y tenis, los nuevos centros de salud, el futuro Hospital Comarcal, el nuevo Mercado de Mayoristas, la construcción de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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