La Línea

Juárez cumple hoy diez años al frente de la Alcaldía de La Línea

  • Este madrileño arrasó en las municipales de 1999 con las siglas del GIL. En 2001 se pasó, junto a sus concejales, al PP. Su gestión está llena de luces y de sombras

Nadie pensó en 1999 que el joven madrileño que se presentaba a las elecciones municipales de La Línea bajo las siglas del Grupo Independiente Liberal (GIL) y apadrinado por su fundador, Jesús Gil y Gil, cumpliría una década como alcalde de La Línea. Precisamente hoy, 3 de julio, se cumplen diez años desde que Juan Carlos Juárez Arriola tomó posesión de la Alcaldía de La Línea, un momento que ha marcado un antes y un después en la historia de esta ciudad por su peculiar manera de entender y ejercer la política y que se salda con una década de luces pero también de muchas sombras.

Juárez fue proclamado alcalde de La Línea en un concurrido pleno de la Corporación municipal en el que contó con el respaldo de los 17 miembros del GIL. El nuevo alcalde, que se había metido en el bolsillo a un electorado descontento con los partidos tradicionales, protagonizó una intensa, polémica y mediática campaña electoral.

La seguridad ciudadana y la limpieza fueron los aspectos que prometió mejorar durante la campaña y hay que reconocer que él y su equipo se emplearon a fondo para lograrlo. El aumento de la plantilla y los medios materiales y técnicos de la Policía Local fue una de sus primeras medidas, así como la creación del grupo especial denominado Cobra. En los primeros años de mandato de Juárez, la Policía Local acaparó cientos de denuncias de ciudadanos por supuestos malos tratos. De aquel modo de proceder saldría años más tarde la primera condena de prisión contra dos policías locales.

La limpieza también mejoró de manera ostensible, tanto en el centro como en las barriadas, así como el ornato de la ciudad en el apartado de jardinería.

Juárez había prometido que convertiría a La Línea en una segunda Marbella, en una ciudad turística de calidad y que contaba con inversores interesados en hacer realidad este proyecto. Para ello, él y sus concejales aseguraban que no necesitaban la ayuda de "mamá Junta ni de papá Estado". Sin embargo, éste y muchos de aquellos ambiciosos proyectos se quedaron sólo en las maquetas que en su momento fueron exhibidas en la sede electoral que el GIL tenía en la calle Clavel.

En septiembre de 2001, Juárez y sus concejales se pasaron al PP, un partido en el que desde entonces ha impuesto su criterio, lo que últimamente ha motivado tensiones con tres concejales críticos con él, Alfonso Escuadra, Jesús Soler y Rosario García. Llegó a ser presidente comarcal del PP pero sus imputaciones en causas judiciales, como los contratos realizados en el Ayuntamiento en 1999, le hicieron dimitir de dicha responsabilidad. Hace poco volvió a ser reelegido presidente local de este partido.

Pese a todas estas sombras, la gestión de Juárez y los suyos ha propiciado importantes mejoras para La Línea como el arreglo de céntricas calles y plazas, la construcción de numerosas viviendas protegidas a través de la empresa municipal Emusvil, la edificación del Palacio de Congresos y Exposiciones y la mejora de algunos servicios municipales.

Juárez incorporó además a la gestión municipal otra forma de trabajar en el Ayuntamiento. Se ha destacado por liberar a casi todos sus concejales durante los tres mandatos que lleva gobernando y él mismo ha trabajado durante años muchas horas al día. Esa costumbre, sin embargo, se ha disipado en los últimos meses y son muchas las voces y partidos que critican que se marcha a Madrid los jueves para regresar a La Línea los domingos o los lunes.

Su relación con los medios de comunicación tampoco ha estado exenta de polémicas hasta que creó la Radiotelevisión Municipal. También es conocido su fuerte carácter y aunque sabe ser muy diplomático cuando quiere también le pierden los estribos en numerosas ocasiones.

Aunque una sentencia lo ha inhabilitado por el caso Palex, la ha recurrido. Cuando parecía que se estaba desvinculando de La Línea y de la Alcaldía, Juárez se despachó hace unas semanas asegurando que volvería a ser candidato a la Alcaldía de La Línea por el PP en las próximas municipales.

Sin embargo, la crítica situación económica municipal le augura un futuro más que incierto a su gestión. Partidos como el PSOE e IU llevan años criticando su política de despilfarro y el aumento de la deuda municipal. La tarea que tiene por delante Juárez se adivina harto complicada.

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