Entrevista | Juan Franco, alcalde de La Línea de la Conecepción

“Empresas de Gibraltar se vendrían a La Línea con un mínimo de cariño fiscal”

  • Se mantiene firme en su proyecto de convertir su municipio en ciudad autónoma para hacer frente al Brexit y a otros problemas derivados de su singular situación fronteriza con Gibraltar

Juan Franco, alcalde de La Línea.

Juan Franco, alcalde de La Línea. / Jorge del Águila

Conoce como pocos la realidad de un municipio que vive a a sombra del Peñón, castigado por el narcotráfico y el contrabando, que pese a su situación tan singular como estratégica permaneció en el olvido. El avance de las mafias de la droga y el Brexit han sido claves para que tanto el Gobierno español como el andaluz hayan dado un giro a sus políticas. Franco, no obstante, mantiene que la declaración de La Línea como ciudad autónoma le dará instrumentos para acabar con siglos de marginación.

–Tres años y medio después de aprobarse el Brexit en referéndum. ¿Qué sensación tiene sobre lo que se ha hecho y dejado de hacer para afrontar esta situación?

–Le pongo en contexto. Nosotros fuimos el único municipio del Campo de Gibraltar que elaboró un documento antiBrexit, por así decirlo, y basado en él aprobamos con el acuerdo de todos las formaciones políticas de la ciudad una estrategia para el desarrollo del municipio, que está colgado en la web. Después de muchas horas de trabajo nos encontramos con que hay un documento de trabajo de la Junta de Andalucía que, por primera vez y de manera oficial, recoge un paquete de medidas concretas donde aparecen prácticamente todas las cosas que nosotros planteábamos y otras para el conjunto del Campo de Gibraltar. Algunas son de carácter histórico, como el desdoble de la carretera del Higuerón, y otras conectan directamente con el Brexit para que seamos más competitivos. Muchas de ellas aparecen ya en el proyecto de Presupuestos de la Junta para 2020 y, la verdad, estoy muy satisfecho de forma moderada. Ahora hay que esperar que se apruebe y se haga realidad.

–Es curioso que usted haya llegado a ese acuerdo con el Gobierno andaluz de PP y Cs y que, en la Mancomunidad y la Diputación, gobierne con el PSOE.

–Bueno, eso entra dentro de la coherencia que he venido manteniendo todos estos años. En el anterior mandato, nosotros manteníamos una excelente relación con el PSOE en la Diputación y apoyábamos al PP en la Mancomunidad, negociando punto a punto todo lo que se debatía y votaba. Y las primeras medidas en materia de seguridad se vieron con el anterior ministro del Interior, el señor Zoido, y con el entonces delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. Ahora, con Grande-Marlaska.

–¿Quiénes son sus interlocutores en el PP?

–Va todo encauzado con la delegada del Gobierno, Ana Mestre, a la que quiero agradecerle públicamente su implicación, y a Antonio Sanz, con quien tratamos el plan de ordenación financiera del Ayuntamiento y el inicio del plan de seguridad, así como las medidas anti Brexit.

–La otra parte es el Gobierno de la nación.

–Hay que deslindar todo lo referente al ministro del Interior, cuyas promesas no se quedaron en un brindis al sol, y que está haciendo un trabajo sostenido. Quiero expresar también mi agradecimiento, y espero que nadie se me moleste por ello, al general de brigada Contreras como responsable todos estos años de la (comandante jefe de la IV zona de la Guardia Civil, correspondiente a Andalucía). El trabajo de la Guardia Civil ha sido vital. Y, por supuesto, quiero también expresar mi gratitud por el mismo motivo al coronel Jesús Núñez y a los distintos comisarios de la Policía Nacional que han pasado por La Línea, especialmente al actual y a su antecesor, Francisco López Matesanz y Francisco López Gordo.  

"Quiero que el Gobierno lo haga mejor que los que han estado en los 300 años anteriores”

–Hay también una pata social de actuación.

–Hay competencias repartidas. En el plan antiBrexit de la Junta hay varias propuestas del ámbito social recogidas y también está la Iniciativa Territorial Integrada de Cádiz para la atención a barridas vulnerables. Creo que se podría haber hecho algo más y antes, pero se está tratando.

–Usted ha logrado que, al fin, los ojos de los gobiernos andaluz y central se depositen en La Línea. ¿Sigue adelante su propuesta de declararla ciudad autónoma?

–Naturalmente. La Línea de la Concepción, con 70.000 habitantes, no tiene ningún tratamiento diferenciado pese a que tiene una situación singular con el resto de España y tiene 48 millones de euros de presupuesto; Ceuta, también con una situación también singular y habitantes, tiene un presupuesto de 300 millones de euros. ¿Tiene sentido?

–¿Ha encontrado algún tipo de receptividad a su propuesta en el resto de partidos?

–No.

–¿Y en privado tampoco?

–Bueno, hay gente que me han dado la razón, aunque comprenda que no le dé nombres y apellidos por lealtad. Lo que pido al resto de partidos es que vengan a La Línea, expliquen qué planes tienen y presenten una alternativa. ¡Lo mismo me convencen! Digo lo de siempre: hay empresas que se van a ir de Gibraltar que, con un mínimo de cariño fiscal que se le dé, se quedarían en La Línea y no se irían ni a Ceuta ni a Melilla.

–Alguna se ha ido a San Roque.

–Sí… Supongo que si lo han hecho es porque quizá San Roque está haciendo algo mejor que nosotros. Seguramente Sotogrande ofrece unas condiciones que nosotros no tenemos. Por eso pido un tratamiento diferente. Permítame el símil:si tengo un hijo enfermo con unas necesidades especiales, evidentemente tengo que atenderle de una forma especial.

"Está dejando de circular cada mes por el pueblo un millón de euros en salarios”

–¿Se ha puesto plazo para formalizar su propuesta de ciudad autónoma?

–Nosotros ya hemos empezado este mes de octubre con nuestra campaña de explicación a los ciudadanos. El informe legal que encargamos está ya listo y colgado en la web desde julio.

–Otra cuestión pendiente es la fluidez de paso por la Verja. En los breves ensayos de control exhaustivo de paso que se han realizado se ha comprobado que se forman largas colas en unos pocos minutos.

–Volvemos a lo de siempre. Yo no quiero parecer ese personaje de las tragedias griegas, Casandra, que siempre anunciaba las desgracias que iban a pasar, pero es que aunque sea muy pesado siempre pongo el mismo ejemplo: si hubiese un control fronterizo que dedique solo 5 segundos a mirar el pasaporte a 10.000 personas, tardaríamos 14 horas en hacerlo. Y no son cinco segundos, sino 45. La última vez que entré andando en Gibraltar hace un mes, los trece puntos de control de DNI electrónico estaban averiados. No sé qué está haciendo el Gobierno, a mí me da igual, lo único que quiero es que lo haga mejor que los que han estado en los 300 años anteriores. La realidad es lo que es: el paso por la Verja o por el paso fronterizo, que ni en el nombre nos ponemos de acuerdo, no está acondicionado para soportar la avalancha que se nos puede venir encima.

–Ocurre que el espacio físico es el que es…

–Es que tampoco me han pedido otro espacio, un trozo del recinto ferial, por ejemplo. Llevo tres años diciendo esto, lo que pasa es que parece que el problema viene ahora y el que está en Madrid no se ha enterado todavía.

Juan Franco, durante la entrevista. Juan Franco, durante la entrevista.

Juan Franco, durante la entrevista. / Jorge del Águila

–Gibraltar también va a cambiar su sistema de entrada para vehículos con la puesta en funcionamiento de su túnel bajo la pista del aeropuerto. Nos podemos encontrar con otro cuello de botella.

–Es posible que se forme un atasco si se dan los controles al modo de una frontera exterior de la UE. Se genera una situación en la que miles de trabajadores pueden verse atrapados, tanto a la entrada como a la salida.

–¿Empieza a resentirse la economía de La Línea?

–Naturalmente. Hay empresas que están viendo cómo cae la facturación y que van a la ruina porque van a tener que despedir a trabajadores con muchos años de antigüedad, con unas indemnizaciones altísimas. Se está notando desde el 24 de junio de 2016, porque también la libra se desplomó un 16%. Está dejando de circular cada mes por el pueblo un millón de euros en salarios. Y eso lleva a una caída de ventas, al cierre de tiendas, de alquileres, etc.

Gibraltar

–¿Qué tal es su relación con Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar?

–Es buena.

–¿Comparten la misma visión del problema?

–Sí… Somos dos caras de la misma moneda. Por hacer un símil, él es el dueño de una fábrica que ve cómo miles de trabajadores con distinto nivel de cualificación pueden quedarse sin llegar a su puesto, pero mi problema es distinto o peor: es cuestión de vida o muerte. Me puedo encontrar con 10.000 o 12.000 trabajadores que no pueden acceder a su lugar de trabajo.

–¿Gibraltar podría hacer algo más en favor del entendimiento con España? En principio, nada le impide aplicar los memorandos de entendimiento acordados en noviembre del año pasado. España entiende que, con Brexit o sin él, son perfectamente válidos.

–Es una cuestión sobre la que debe pronunciarse el ministro de Asuntos Exteriores y no el alcalde de La Línea. Como particular le digo que se puede hacer el esfuerzo para que esos memorandos se apliquen sin necesidad de que esté ratificado el acuerdo de salida de la UE.

–¿Se lo ha dicho a Picardo? Por ejemplo, en materia de control de tabaco de contrabando.

–El esfuerzo debe hacer por parte de todo el mundo, pero es un tema en el que, diga lo que diga, me van a tirar de las orejas.

–Mi obligación es preguntarle.

–Lo sé, pero es un tema muy sensible y prefiero no entrar porque puedo ofender a alguien, diga lo que diga.

–Bueno, esa es en parte la obligación de quien se mete en política.

–Mi primera visita al Ministerio de Exteriores fue en abril de 2015 y se reunió conmigo el secretario de Estado para Europa. Cuando me escuchó hablar, me dijo: “Muy bien, siga usted por esa línea y no se meta en cuestiones que no le atañen porque puede que se lleve algún palo”.

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