La Inmaculada, por sevillanas

Pepe el Marismeño canta en el templo mayor tras el compromiso adquirido con el párroco en el casting del programa 'Yo soy del sur'

Pepe el Marismeño canta durante la misa.
Pepe el Marismeño canta durante la misa.
R. Máiquez La Línea

16 de julio 2016 - 01:00

La misa diaria de las 12:00 en la iglesia de la Inmaculada fue distinta ayer. Mientras sonaban las campanas muchos se dirigían con rapidez hacia la parroquia, aunque ya era tarde para coger un buen sitio para presenciar la misa por sevillanas rocieras en la que participó Pepe el Marismeño, que conoció al párroco, Carlos Pérez, en el casting del concurso de Canal Sur Yo soy del sur y le propuso cantar en su parroquia en una eucaristía que será emitida hoy en el programa.

La misa por sevillanas, que ya queda para el recuerdo y la historia de la iglesia, se fraguó en la prueba para participar en este concurso de cante por sevillanas. Primero tomó parte en las pruebas el sacristán, Josele Fernández, que tras contar que el cura le prestó el coche para ir a Sevilla la dirección del casting se interesó por la figura de Carlos Pérez. El párroco participó una semana después en el casting, del que aunque no le salió del todo bien sí que se llevó la amistad de Pepe el Marismeño, que se encontraba allí como miembro del jurado y se comprometió a venir a La Línea para cantar en la misa.

El esperado momento llegó ayer a mediodía. Entre los feligreses se colaron los miembros del equipo de producción del programa que preparaba la grabación de la misa. Mientras varias personas se confesaban los técnicos ajustaban el tiro de cámara y los micrófonos para que todo salga hoy a la perfección por televisión.

Tras media hora de espera Pepe el Marismeño salió de la sacristía, ante la expectación que se había creado, y ocupó su lugar junto al altar antes de entonar un "¡viva La Línea!" que fue respondido por toda la feligresía. Mientras afinaba la garganta Carlos Pérez apareció para dar las gracias tanto al invitado como a los linenses que se dieron cita en la iglesia. "Es un momento importante para el pueblo y el santuario. Tenemos que dar las gracias a Dios por contar con la buena gente y por todo lo bueno que recibimos", dijo el párroco antes de comenzar una misa que muchos recordarán con emoción y cariño.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Pepe el Marismeño, junto a Josele Fernández, Carlos Pérez y toda la feligresía cantaron al unísono la Salve rociera ante el simpecado marinero de la hermandad del Rocío de La Línea.

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