El Hogar Marillac amplía su atención a los seropositivos con un piso tutelado
Este centro, pionero en asistir a enfermos de sida, pretende así que estas personas tengan una vida normalizada · Las instalaciones de La Línea tienen capacidad para 15 hombres sin recursos
El Hogar Marillac, regentado por la congregración religiosa de las Hermanas de la Caridad, lleva desde 1992 atendiendo a enfermos de sida, una labor pionera en su momento y que goza del reconocimiento social e institucional en toda Andalucía. Este centro está situado en El Zabal y tiene capacidad para 15 usuarios.
Sin embargo, las Hermanas de la Caridad no han querido limitarse a prestar una atención integral a estas personas sino que se han propuesto normalizar sus vidas. Para ello, han conseguido que la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) les ceda un piso en Algeciras en el que cuatro seropositivos comienzan a lograr este objetivo. "Es un piso tutelado donde estos hombres hacen la compra, cocinan, salen a pasear y comienzan a tener una vida autónoma y normalizada. Eso es lo que pretendemos. Algunos asisten a cursos y otros intentan buscar trabajo para poder tener una vida digna y autónoma", explicó la directora del Hogar Marillac, Sor Magdalena.
Y es que esta congregación observó que era necesaria esta iniciativa. "Veíamos que muchos de nuestros usuarios no querían estar en el Hogar Marillac una vez que su estado de salud había mejorado. Al no tener recursos, muchos volvían a la calle, a dejar la medicación y a recaer en la drogadicción. Era un círculo vicioso. Eso es lo que pretendemos evitar con este piso tutelado", indicó la religiosa.
En cuanto al Hogar Marillac, sigue teniendo capacidad para 15 usuarios y todos deben ser hombres. "Antes era mixto y teníamos algunas plazas reservadas a mujeres pero vimos que apenas había seropositivas que necesitasen este recuso y que teníamos muchos hombres en lista de espera. En cualquier caso, existe otro centro, el de Gerasa, que sí tiene plazas reservadas para mujeres con esta enfermedad".
La mayoría de los 15 usuarios del Hogar Marillac son de La Línea y del resto de la comarca, aunque las Hermanas de la Caridad tienen concertadas algunas plazas con la Junta de Andalucía, por lo que también hay enfermos de otros puntos de la Comunidad Autónoma.
Afortunadamente, la calidad del enfermo de sida ha cambiado sustancialmente en estos años. "Antes estaban estigmatizados. Nuestro objetivo era ayudar a estas personas a morir dignamente. Eran enfermos terminales. En la actualidad, los avances médicos hacen que hayan pasado a ser enfermos crónicos que con la medicación y determinados hábitos de vida saludable pueden tener una vida normalizada".
El perfil de los usuarios del Hogar Marillac es el de un hombre de entre 40 y 50 años, sin recursos económicos, procedente de una familia desestructurada y politoxicómano. En la inmensa mayoría contrajo el virus por vía parenteral al inyectarse heroína.
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