Expediente OVNI en La Línea
En 1968 tres militares vieron un objeto que no fue detectado ni por el radar del destacamento linense ni por la NASA Defensa publica en su web 80 informes desclasificados sobre ovnis
Uno de los 80 informes desclasificados sobre ovnis que el Ministerio de Defensa acaba de publicar de forma digitalizada en su biblioteca virtual recoge un avistamiento que tuvo lugar en La Línea en 1968. El 13 de octubre de ese año un sargento y dos soldados que estaban de servicio en la unidad de Observación y Vigilancia del destacamento linense vieron, a las 22:45 horas, un objeto que cruzaba por su vertical, del noroeste al sueste, compuesto por tres luces brillantes, de color blanco intenso, situadas en los vértices de un supuesto triángulo equilátero.
El informe sobre este avistamiento recoge que los tres militares no apreciaron forma alguna del objeto, a excepción de la disposición de las luces. Una era fija en la parte delantera del triángulo, y las correspondientes a los otros dos vértices intercambiaban su posición y se cruzaban entre sí. En su testimonio contaron que el tránsito de horizonte a horizonte se realizó en 10 segundos y a unos 3.000 metros del altura, y que no apreciaron ruido ni señal acústica alguna, pero no detallaron sus dimensiones. La estación espacial de la NASA de Robledo de Chavela (Madrid) tampoco pudo aportar datos que pudiesen explicar este avistamiento.
Aunque en 1992 la unidad de Inteligencia del Mando Operativo Aéreo (MOA) decidió desclasificar este caso por "no apreciar motivos que aconsejen mantener el expediente como clasificado", resulta curioso leer la carta en la que el teniente general jefe de la 2ª Región Aérea informó del suceso al general jefe del Estado Mayor del Aire, el croquis de la zona y de la trayectoria que tomó el objeto, la solicitud del Ejército del Aire a la Subsecretaría del Ministerio del Aire para que recabase más datos y la respuesta del director de la Estación Espacial de Robledo de Chavela.
El responsable de la Segunda Región Aérea envió una carta a Luis Navarro Garnica, teniente general jede del Estado Mayor del Aire, en el que le contó el suceso observado por un sargento y dos soldados. "Iba a enorme velocidad, de tal manera que el tiempo invertido desde que fue avistado hasta su desaparición en el Mediterráneo fue de diez segundos". Además de contar que no emitía ruido, el teniente general de la Segunda Región Aérea indicó que el controlador del radar en esa unidad "no percibió eco alguno en su pantalla, debido seguramente a la enorme velocidad del objeto volador y mínimo tiempo de permanencia en la misma". "Pongo la noticia en tu conocimiento por si pudieras contrastarla con otras de otra procedencia. A mí, por ahora, no me saca de mi escepticismo", señalaba el responsable de la región aérea desde Sevilla.
El jefe del Estado Mayor del Aire solicitó al subsecretario del Ministerio del Aire que consultara a la Comisión Nacional del Estado si la estación espacial de Robledo de Chavela tenía conocimiento de que "alguna cápsula o cualquier otro objeto había descrito esa trayectoria" a la fecha y hora descritas.
Desde la estación espacial INTA-NASA negaron que captaran algo ese día, aunque reseñaron que el hecho de que no percibieran nada tenía "escasa significación", ya que el instrumental de la estación solo era adecuado para las misiones en las que participaba, "el seguimiento y comunicaciones con los vehículos lanzados hacia el espacio lejano que tramitan en la banda 2.300 megahercios", por lo que "no tenía capacidad especial para detectar cualquier otro cuerpo volante".
El informe que acabó siendo desclasificado por el servicio de Inteligencia del MOA recoge varias consideraciones. Entre ellas que el testimonio fue "indirecto", ya que no consta en el expediente original la declaración de cada uno de los testigos, sino una comunicación del comandante del destacamento de Algeciras al general jefe de la Segunda Región Aérea. "Este hecho, unido al de que se encontrasen juntos durante la observación, así como la escasa duración de la misma, hace que disminuya el grado de fiabilidad de los datos descritos". También señala el desconocimiento del tamaño del triángulo avistado, ya que si estuviera a escala en el croquis hubiese medido 1.500 metros de ancho, y en la comunicación oficial tampoco se hace referencia a él.
Entre los aspectos destacables está la ausencia de sonido. "Prescindiendo del tamaño, no especificado, el resto de los parámetros están dentro de unos márgenes que pueden ser considerados normales en un avión de combate". Sin embargo, la escasez de datos, según el oficial de Inteligencia del MOA, "impide aventurar hipótesis justificativas del fenómeno con un grado suficiente de fiabilidad", de ahí que decidiera desclasificar el expediente.
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