Denuncian a un policía nacional por dar una paliza a un menor

Los padres del agredido afirman que su hijo, de 16 años, estuvo en el calabozo sin que se le preguntase la edad El parte de lesiones refleja policontusiones en varias zonas

Imagen del callejón donde la familia señala que el menor recibió la agresión.
Imagen del callejón donde la familia señala que el menor recibió la agresión.
R. Máiquez La Línea

18 de agosto 2013 - 01:00

La familia de un menor ha denunciado en el juzgado de La Línea a un inspector de la Policía Nacional, Juan Carlos Barrera, que, según la denuncia presentada, propinó junto a otros tres compañeros una paliza a este joven de 16 años que responde a las iniciales A.C.M. Según el escrito presentado por el abogado de la familia, Ricardo Fernández de Vera, el juzgado ya ha iniciado diligencias previas penales que actualmente están en trámites después de que el servicio de la Consejería de Salud emitiera un parte de asistencia por lesiones al juzgado de guardia de La Línea.

La madre del menor afirma que ha decidido hacer público el caso porque tanto ella como su marido lo han "pasado muy mal" y no entienden cómo se pudo producir este suceso, que acabó con el menor en los calabozos de la comisaría de La Línea y con tres partes médicos del chico, uno emitido por el centro de salud de Los Junquillos, y otros dos por la Clínica Quirón, que reflejaban policontusiones en varias zonas de su cuerpo.

El hecho, según cuentan los familiares, se produjo la tarde-noche de la coronación de la Velada y Fiestas de La Línea, el pasado 12 de julio. La familia del joven agredido regenta un negocio La Línea y hasta allí llegó el hijo de 16 años porque otros chicos le estaban insultando. La madre explica que salió de la tienda para mediar entre su hijo y el otro grupo de chavales y que hasta el lugar llegaron varios agentes y una mujer policía le pegó con la porra reglamentaria en la cabeza. Entonces la madre le pidió el número de placa y el nombre, y poco después llegó uno de los inspectores, en este caso el denunciado, Juan Carlos Barrera Valero, que pidió la documentación a los padres del niño. En ese momento, siempre según la versión de los familiares, el padre preguntó qué había pasado y este policía le dio un empujón. La cosa se quedó ahí y la mujer acudió al hospital para que le vieran el golpe que se había llevado a la cabeza.

Más tarde, sobre las diez y media de la noche, con los ánimos más calmados, el joven posteriormente agredido fue a la Plaza de la Constitución para presenciar el acto de coronación y allí el agente denunciado -según explica la madre- lo reconoció, se acercó, le pisó el pie y le dijo: "¿Qué, chulito? ¿Qué, chulito?". La madre del chaval cuenta que entonces el joven de 16 años preguntó al agente si le iba a pegar, cuando éste y otros tres agentes, según indicó el joven a sus padres, se le echaron encima, lo esposaron, lo pusieron de rodillas y lo arrastraron al callejón que hay entre el edificio de Correos y la discoteca antes conocida como Metro, donde cuenta que recibió una paliza por parte del agente denunciado y de los otros tres.

El menor contó a sus padres que mientras le estaban pegando el agente le decía: "Los policías no somos tus amigos".

Tras eso, la madre del chaval cuenta que llevaron al menor al calabozo y que este agente le dijo que iba a pasar la noche allí y que iba a estar dos años preso en Algeciras. Allí, el agredido explicó a sus padres que el denunciado le dijo: "Lo que te hemos hecho no es nada comparado con lo que te voy a hacer".

Según cuenta la madre de este joven, estando en el calabozo otro agente lo sacó de la celda y le dijo que se lavara la cara. Pero entonces llegó el denunciado y preguntó qué hacía fuera. En esos instantes uno de los agentes le preguntó la edad y respondió que tenía 16 años, por lo que dos policías se lo llevaron al hospital para que le curaran las heridas, algo que los sanitarios se negaron a hacer sin la presencia de sus padres al ser menor de edad.

De vuelta a la comisaría, llamaron a los padres y la madre acompañó a su hijo hasta el centro de salud de Los Junquillos escoltados por dos agentes, donde, según cuentan, no fueron atendidos ni siquiera para que le desinfectaran las heridas. Los padres aseguran que si hubiesen llevado al chico al hospital de La Línea, con el parte médico hubieran podido poner la denuncia de forma inmediata, pero según cuentan desconocían en ese momento el proceso asunto.

Los padres optaron por llevar a su hijo a la Clínica Quirón, donde fue curado y reconocido el día de la agresión y el siguiente.

Los partes y las fotografías tomadas tras la agresión denunciada reflejan un hematoma en un ojo, el labio inferior roto y un fuerte traumatismo en la nariz, además de heridas en las rodillas.

La madre de A.C.M. señala que su hijo es una persona tranquila, que nunca se mete en líos y que está casi siempre en casa, y que creen que quizás precise un tratamiento psicológico. Por el momento no han recibido ningún tipo de notificación o denuncia por parte del policía al que han denunciado ellos.

La familia destaca que lo ha pasado mal desde que pasó este hecho y que es ahora cuando están despertando después de esta "pesadilla". Afirman que se sienten totalmente desprotegidos ante esta situación y esperan que el juicio, que prevén que saldrá adelante en septiembre, les sea favorable.

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