Calle Cadalso

siglo XIX Numerosos personajes populares de La Línea del siglo XIX vivieron en esta céntrica calle dedicada al militar y escritor.

Calle Cadalso
Calle Cadalso
Luis Javier Traverso

01 de mayo 2016 - 01:00

ESTA calle linense lleva nombre del heroico coronel don José Cadalso y Vázquez caído en los sitios

de Gibraltar en 1782. El historiador sanroqueño don Francisco María Montero en su Historia de Gibraltar y su Campo editada en el año 1860, dice: "En este tiempo y en una escaramuza que hubo en las trincheras de nuestro campamento contra los sitiados de Gibraltar en la noche del 27 de febrero de 1872, sucumbió herido en la cabeza de un casco de granada el valiente coronel del regimiento de Caballería de Borbón don José Cadalso, poeta insigne y uno de los restauradores del buen gusto. Su cuerpo fue sepultado en la capilla castrense de San Roque, y desde allí trasladado con otros, años después, a la Iglesia parroquial de la misma".

El Coronel Cadalso en el Sitio de Gibraltar como ayudante de campo del general español durante el sitio de Gibraltar (1779-1782), trató de probar su utilidad y ganarse nuevos ascensos. Fue a Madrid disfrazado de comerciante para poner al conde de Floridablanca al tanto de la situación en el ejercito español, y acompañó al conde D'Estaing en su reconocimiento de la línea inglesa. Escribió cartas harto amargas a Floridablanca. Quejándose de la falta de reconocimiento de sus trabajos y servicios. Pero tan sólo le nombraron coronel, en enero de 1782, apenas un mes antes de su muerte. Su adversa fortuna, sin embargo, raras veces le hizo desesperar ni dejar más que momentáneamente en sus propósitos literarios y patrióticos. Su buen humor, sus amistades, su hombría de bien y, más que nada, su estoicismo ante las mudanzas de la suerte, le permitieron burlarse de la desgracia, vivir con el alma más o menos tranquilo y seguir trabajando en pro de la sociedad humana.

Don Manuel de Villalva Arcipreste de las Iglesias de esta ciudad (San Roque), y cura propio de la única paroquia de ella. "Certifico y declaro: que el difunto brigadier don Ildefonso Matilde Monasterio, vecino que fue de esta ciudad hasta el año 1853 en que falleció, me manifestó" que siendo niño había presenciado el entierro del coronel José Cadalso y Vázquez, muerto en el sitio de Gibraltar en 27 de febrero de 1782, y que fue sepultado en la capilla castrense perteneciente a la enfermería de los Religiosos Mercenarios de la Almoraima, situada en esta ciudad. Que posteriormente y con ocasión de obra hecha en el pavimento de dicha capilla, fueron trasladados sus restos con los de otros oficiales a la Iglesia parroquial de mi cargo, y llevándome de la mano el dicho brigadier me señaló el sitio en donde habían sido sepultados, que es junto al altar de San Antonio en la nave principal de aquella. Y para que conste doy la presente en San Roque a quince de mayo de mil ochocientos sesenta.- Manuel de Villalva

Lamentaron su muerte no sólo sus íntimos amigos, sino también los oficiales del ejercito inglés, que le conocieron como encargado del canje de prisioneros. El general en jefe de los españoles también lloró su muerte en una carta al conde de Floridablanca "por lo que prometía su talento, instrucción y sus recomendables prendas, que le hacían digno de la mayor estimación de todos los que le trataban". Como escritor fecundo fueron sus obras; "Los eruditos a la Violeta, Cartas Marruecas y Nuevo sistema de táctica disciplina y economía para la Caballería española.

Después de dar a conocer a la figura de de Don José Cadalso, continúo con la historia de la calle. Conseguida la autonomía de la Villa de La Línea, se establece el día 6 de agosto de 1871, la primera Casa Consistorial en un edificio de una sola planta en la calle San Pedro (Coronel Yague y actual Carboneros), cuyo patio llamado de "La Parra" tenía su salida a esta calle de Cadalso. El ayuntamiento estuvo en este lugar cincuenta y un años (1871- 1922) en que pasó a la Villa de San José, actual Museo Cruz Herrera. Entonces se instaló en este viejo edificio la Escuela Elemental del trabajo en cuyo espacio se alzaba el magnífico edificio del Instituto Técnico de Enseñaza Media, (antes Instituto Laboral), después escuela de Magisterio y actual Residencia para Mayores de Asansull.

Como anécdota curiosa de aquel Ayuntamiento Constitucional pero ocurrida en una de sus sesiones en el año 1890, he aquí lo que reseñaba el periódico local llamado Diario de La Línea con fecha 22 de diciembre de 1890: "El señor secretario del Ayuntamiento don José Sánchez Santamaría dio cuenta a la junta de un escrito del administrador de la casa que ocupaba el Ayuntamiento, aumentando el alquiler de la misma desde primero de noviembre anterior, hasta la suma mensual de ciento treinta pesetas. Hasta ahora dicha renta ha sido de ochenta pesetas. Mucho nos parece la subida, y con mayor motivo, cuando no hay razón que la justifique. Se dio encargo a la Alcaldía para que arregle este asunto".

El Ayuntamiento se trasladó y se celebró el acto de toma de posesión del nuevo Palacio Municipal en los jardines de Saccone el día 16 de julio del 1922, descubriéndose un busto a don Luis Ramírez Galuzo. Tomaron parte en aquel acto inaugural; el diputado don José Luis Torres Beleña, el alcalde don Cayetano Ramírez, el sacerdote linense don Victoriano Molina, don José Cruz Herrera, don Indalecio Hare y don Joaquín Río.

Esta calle tuvo también el nombre popular, de calle Calabozo, esto era debido a que en ella estaba el depósito de presos, llamado "La Parra" porque su entrada la tenia por un patio con una gran parra. En aquellos años era jefe de la Guardia Municipal don José Veret de Rey, con su gran bigote a lo Kaiser y un llamativo uniforme lleno de medallas y fueron calaboceros; Camilo Guerrero, Romero y Quinquel.

El depósito de presos pasó años mas tarde a la calle Granada (Huerto de Patas Largas), edificio que fue desalojado posteriormente y donde actualmente tiene su sede el Colegio Nacional Nuestra Señora del Amparo de Asansull.

También vivió en esta calle durante muchos años don Eduardo Gómez de la Mata, precisamente en una casita baja junto a la barbería de Mecua, derribada para edificar en su lugar el edificio destinado a Casa de la Cultura y Museo de Pintura de Cruz Herrera. Don Eduardo Gómez de la Mala, cronista de la ciudad, fecundo poeta y escritor, rapsoda brillante, el de las endechas vibrantes, el viejecito de blanco clavel en la solapa y la sonrisa en los labios.

Don Eduardo Gómez de la Mata falleció en febrero de 1963, y su nombre siempre será recordado con cariño y admiración por todos los linenses, recuerdo que quedaran perpetuo con la colaboración de una placa que da el nombre de Eduardo Gómez de la Mata a una calle de la Barriada Sagrada Familia, acto que tuvo lugar el día 8 de diciembre de 1970 al que asistieron el alcalde don Juan Blasco Quintana y miembros de la Corporación Municipal. Propiamente dicho la calle Cadalso comienza en la de Alfonso el Sabio -Plaza de Fariñas y finaliza en la Plaza de Cruz Herrera (Plaza vieja). En los años 70 solo podíamos contar con establecimientos como Repuesto de Pavón, Droguería de San Pablo, Bar la Jerezana, Perfumería Garon, Rally Rent a Car y la Gestoría Administrativa de Domingo Aldana. En cuanto al lugar que ocupaba el edificio de la Cruz Roja, frente a la Plaza de Fariñas, actual Unión Deportiva Linense, es un lugar que conservaba un simpático recuerdo de otros tiempos, pues donde tenía su local las tropas sanitarias, existía un patio al que llamaban "Patio de la Hebrea" y en cuya portada, tenia la fecha de 1874 B.S.

En este antiguo patio que comunicaba el Teatro Cómico, vivieron los padres de Judá el de los Huevos señor Judá Cohén Cohén y señora Masarto, matrimonio hebreo que llegaron a La Línea cuando la huida de Casablanca en 1904. También vivía en este patio la señorita Luz, la primera telefonista de La Línea y Ambrosio Mesa uno de los primeros carteros. Así mismo vivieron en este famoso patio los padres del fallecido Eduardo Gómez de la Mata, don Manuel Gómez de la Mata y Salas cuando vino destinado a esta villa con el empleo de teniente de carabineros, en el año 1884.

En esta calle también se encontraba el Patio del Águila, llamado así porque en un tiempo fue propiedad de Russo, fabricante de tabacos de Gibraltar. El primitivo patio era de planta baja pero años más tarde construyeron un primer piso, este viejo patio de características muy parecidas a los patios gibraltareños y en el vivieron antiguamente, carabineros y hebreos de los que vendían huevos y gallinas en el mercado de Gibraltar, entre ellos la buenísima persona de Judá el de los Huevos.

En la esquina de la calle había un cafetillo de La Físcala de Joselito Navarro el esteponero que vendía pulpos asados.

En el año 1890 en este lugar existió una taberna llamada La Esteponera, el bar La Jerezana que fundara Miguelito Ropero, fue antes Bodegas Ramírez, Linense Moto Club. Otro patio llamado El emigrante. En la otra esquina donde estaba Repuesto de automóviles de Pavón, tenía la sastrería Cayetano Ramírez, al lado antes de llegar a la Cochera de Juan el Ingles estaba el taller de carpintería de Francisco, y la banquilla de zapatero de Justo, en frente y junto al Instituto Técnico de Enseñaza Media, edificios de planta baja ya derribados, la casa donde vivía Don Eduardo de la Mata y la Barbería de Mecua (luego de Vega).

stats