Borrell cita la devoción y la fe como verdaderas riquezas del Rocío
El párroco de la Iglesia Mayor de San Mateo de Tarifa ofrece un sentido y emotivo pregón en la Inmaculada Concepción
El párroco de la Iglesia Mayor de San Mateo de Tarifa, Agustín Borrell García, ofreció ayer en la iglesia de la Inmaculada Concepción de La Línea un sentido y emotivo pregón rociero.
Borrell, ex director espiritual de la Hermandad del Rocío de la localidad, hizo especial hincapié en cómo se produjo su primer encuentro con la Virgen tras sentir su llamada "desde el silencio", y en lo difícil que es explicar con palabras unos sentimientos "tan profundos".
El párroco, que aseguró que la vida "no vuelve a ser la misma" tras el primer acercamiento a la Virgen del Rocío, expresó su agradecimiento "a los amigos que ya no están con nosotros", al padre Juan Valenzuela y a la junta de gobierno de la hermandad, de la que destacó dos logros: la consecución de una casa hermandad "de unión y comunión" en la localidad y la reforma de la casa del Rocío.
Se centró a continuación Agustín Borrell García en la figura de la Virgen del Rocío porque "hablar de ella es hablar de una emoción que se vive en comunidad" aunque de forma individual en el interior, y apuntó que la fe, la devoción, la buena voluntad y el amor "son las verdaderas riquezas del Rocío. Aunque el devoto, como mariano que es, tiene presente a la Virgen todos los días del año", puntualizó durante su intervención.
Por otro lado, el pregonero desgranó lo que supone el camino, aunque destacó especialmente la salida de la hermandad local de la parroquia de la Inmaculada Concepción, que calificó de "espectacular porque sirve para expresar externamente la alegría que tenemos en el interior".
Tras el acto, que congregó a numerosos fieles en la Inmaculada, la Hermandad del Rocío celebró una comida de convivencia en honor del pregonero.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de La Línea celebró los pasados días 10, 11 y 12 solemne triduo en honor y gloria de su titular. Esta celebración estuvo presidida por el reverendo padre Enrique Soler Gil, capellán de camino de la Hermandad del Rocío de Arcos de la Frontera.
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