Asansull atiende a 381 personas en su servicio de ayuda a domicilio
La asociación cuenta con una plantilla de 119 trabajadores para asistir a los usuarios, en su mayoría ancianos entre 70 y 80 años La entidad gestiona el programa desde febrero de 2012
La Asociación pro Personas con Necesidades Educativas Especiales (Asansull) que preside María Luisa Escribano, a la que el Ayuntamiento adjudicó el servicio de ayuda a domicilio en febrero del año pasado, asiste a un total de 381 personas dentro de este programa.
Jéssica Herrera, coordinadora del programa, explicó que un total de 119 trabajadores cualificados se encargan de la asistencia a los usuarios adscritos al programa, que mantienen, en su mayoría, un alto grado de dependencia.
Dicha dependencia implica que los empleados "muestren una disponibilidad total ante los pacientes y por ello se le proporciona, a cada usuario, una atención completamente individualizada que se rige conforme a las necesidades físicas y psicológicas de cada paciente".
Los principales receptores de este tipo de ayuda son personas de edad avanzada, entre los 70 y los 80 años.
Además, tal y como explicó Jéssica Herrera a este diario, suelen ser personas cuya situación familiar y social "conlleva cierta colaboración externa para que logren desenvolverse con normalidad en su día a día".
Pese a que los usuarios suelen ser, en su mayoría de una edad elevada, Asansull también asiste a personas más jóvenes que presentan algún tipo de deficiencia psíquica y que también precisan de este tipo de servicio para su desarrollo cotidiano.
Asimismo, aseguró que este año la ayuda a domicilio cuenta con una novedad en cuanto al perfil de sus pacientes, ya que "de manera puntual" los empleados del servicio están tratando con un pequeño colectivo de menores que se encuentran en una situación social "complicada".
En cuanto a estos jóvenes, Asansull expone que las tareas a realizar con ellos no suelen ser individualizadas. "Los trabajadores suelen reunirse con estos niños y también con sus familias, intentamos que se acostumbren a una rutina en la que la casa donde el menor habita esté decente, tenga unas normas mínimas de limpieza y además el niño se encuentre en un entorno adecuado", puntualizó la trabajadora social.
Por otra parte, Herrera aseveró que los 119 trabajadores que acompañan a los usuarios, día a día, están "completamente cualificados" y deben tener una formación mínima ya sea en cuanto a la ayuda a domicilio o cualquier tipo de estudios cursados que tengan relación con el sector sanitario, como son los ciclos formativos de auxiliares en geriatría o enfermería.
En cuanto al trato que reciben los pacientes, la coordinadora informó de que es necesario llevar un procedimiento previo para establecer el mejor servicio a cada usuario, "dependiendo de las necesidades que presenta, una vez que se le concede este servicio".
Los trabajadores organizan una reunión con los usuarios y también con sus familiares más cercanos, para conocer en qué tipo de tareas es necesaria su colaboración.
Tanto el número de horas como la periodicidad con la que se realizan las visitas se recogen en un programa de apoyo individualizado, con el que cuenta cada paciente una vez que se inicia todo el proceso.
Realizada la primera toma de contacto, los auxiliares pueden involucrarse en diversas tareas, ya sean domésticas o de otro tipo. El reparto de dichas tareas también depende de la primera reunión que se establece con el usuario, conocida como reunión de acogida.
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