Los Amarillos, sospechoso habitual

La empresa que presta el transporte urbano en La Línea, donde el servicio acumula muchos problemas, sufrió el secuestro de la concesión en Jerez por serios imcumplimientos

Autobuses de Los Amarillos, en la estación de La Línea.
Autobuses de Los Amarillos, en la estación de La Línea.
R. Máiquez La Línea

08 de marzo 2015 - 01:00

Los problemas que evidencia el servicio de transporte urbano en autobús que presta Los Amarillos en La Línea no son nuevos para una empresa que ya tuvo problemas en Jerez, cuyo Ayuntamiento ya tuvo que secuestrar la concesión después de que la plantilla se pusiera en huelga durante 14 semanas y de que los usuarios denunciaran importantes deficiencias en el servicio.

Fue en mayo de 2012 cuando el Consistorio jerezano decidió secuestrar el servicio, que Los Amarillos comenzó a prestar de forma provisional en noviembre de 2010 y definitiva en mayo de 2011. "Claro que estamos ilusionados. No se podía continuar en aquella situación de abandono total. La empresa un día decidió no pagar y así seguíamos", señaló el portavoz del comité de empresa el día que el Consistorio se hizo cargo de nuevo de la prestación, que aunque siguió en manos de Los Amarillos durante los 24 meses siguientes no tuvo poder de decisión, ya que dos funcionarios municipales estuvieron al frente del servicio. En mayo de 2014 la empresa municipal Comejusa se hizo cargo del servicio de forma definitiva.

El secuestro fue decretado por el equipo de gobierno jerezano (del PP) al tratarse de un servicio básico y obligatorio y toda vez que Urbanos Amarillos no procedió a la subsanación de los incumplimientos una vez que finalizó el plazo de dos días naturales que se había acordado en la junta de gobierno local. La empresa tiene recurrida esta decisión, ya que reclama al Ayuntamiento hasta 10 millones de euros.

Los siete incumplimientos, según emitió el informe elaborado por el Área de Movilidad en abril de 2012, días antes de hacer efectivo el rescate, eran la falta de prestación del servicio público; el incumplimiento de las obligaciones con sus trabajadores en cuanto al impago de la nómina y la falta de respeto; la no renovación de la flota de autobuses; el incumplimiento del mantenimiento de la flota de autobuses; la falta de inversiones en los servicios auxiliares; falta de dotación de uniformidad a la plantilla y el no sustituir al personal de baja laboral. Entonces también había muchos vehículos que no habían pasado la ITV.

Los problemas con Los Amarillos en Jerez venían de lejos. Ya en enero de 2011 el sindicato CCOO convocó una huelga debido a los "reiterados" incumplimientos del convenio y retrasos en el pago de los salarios, además del "abandono y deterioro en el que se encontraba el servicio del transporte urbano de Jerez", que según el sindicato mantenía "autobuses tercermundistas" y aplicaba horarios que no se ajustaban a las necesidades de los usuarios".

La empresa indicó en agosto de 2011 que no pagaba porque el Ayuntamiento no hacía frente al pago de una deuda de 3.275.000 euros. Sin embargo el Consistorio manifestó que tenía la obligación de pagar un canon anual y no mensual, con lo que hasta el 17 de mayo de 2012 no tenía por qué pagar.

En agosto de 2011 el portavoz del comité de empresa lamentaba la situación que vivían los trabajadores. "El Ayuntamiento dice una cosa y la empresa, otra, pero lo cierto es que los trabajadores no hemos cobrado. Yo lo que digo es que yo le trabajo a Urbanos Amarillos, y si llego tarde a mi trabajo, el que me sanciona es Urbanos Amarillos. Entonces, entiendo que el que me tiene que abonar la nómina es Urbanos Amarillos. Otra cosa son las discusiones que pueda haber entre Ayuntamiento y empresa y que a la larga me las quieran trasladar a mí, pero yo para quien trabajo es para Urbanos Amarillos, que es quien me tiene que pagar".

"Estamos decepcionados con Urbanos Amarillos porque lleva aquí tres meses con la concesión definitiva y desde que entró en noviembre lo que hace es incumplir. Una empresa que nos la vendían como la segunda de España está dejando mucho que desear, porque nada más llegar, la primera nómina que nos tenía que abonar, que era de 19 días, nos la pagó con 22 ó 23 días de atraso. El Ayuntamiento entendemos que está haciendo las gestiones oportunas, pero sí es cierto que la plantilla cree que ya debería de haber tomado una decisión: o bien obligar a la empresa que cumpla; darle la concesión a una empresa nueva que se demuestre que es solvente o bien el rescate, pero que tome una decisión ya, porque los trabajadores y los ciudadanos estamos soportando una huelga que ya se prolonga demasiado", indicaba el representante de los trabajadores.

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