El ALMA del Hogar Marillac
El proyecto ALMA lucha contra la trata de mujeres por las mafias La reinserción de los enfermos de VIH es otro de los objetivos hechos realidad por las Hermanas de la Caridad
La sombra del Hogar Marillac es alargada. El centro linense, gestionado por las Hermanas de la Caridad bajo la dirección de Sor Trinidad González, extiende sus proyectos para el cuidado de los enfermos de VIH a unos pisos tutelados por técnicos y cuidadores para la reinserción social de los enfermos tras su paso por Marillac. Pero las ideas de la comunidad religiosa no se quedaron ahí. Su antigua directora, Sor Magdalena Herrera, actual responsable de la comunidad en Sevilla y consejera de Obras Sociales, no dudó en iniciar un nuevo propósito, aún sin contar con ningún tipo de subvención ni ayuda, con solo trabajo, ganas y determinación. Así, la congregación apostó por el llamado Proyecto ALMA, que son las siglas de Atención y Lucha a la Mujer Amenazada.
Para este programa la Orden cuenta con un equipo coordinado a nivel administrativo por Ana Domínguez Seliva, y a nivel técnico por José Luis Domínguez Villalobos. En el día a día son imprescindibles las tareas que los técnicos y educadores como Lucía y Cristina desempeñan en las viviendas asistidas. Junto a ellas, el coordinador, José Luis Domínguez, valora sobremanera "el carisma de las Hijas de la Caridad". "La presencia de Sor Inmaculada es un bálsamo, una superación de trabas diarias que ella suaviza de forma especial", afirma.
Las condiciones en que las actules mujeres llegaron a ALMA impresionan. Sobrecogen las experiencias de más de tres años de viaje desde Nigeria de jóvenes como Greta. Esta chica salió de casa sin haber cumplido la mayoría de edad (ella dice que tenía quince años) y llegó en patera a Algeciras. Estaba embarazada y dio a luz tan sólo dos días después. Son momentos complicadísimos, sin conocidos, sin dinero, sin conocer el idioma, con una mochila llena de terroríficas experiencias que ponen la piel de gallina.
La desconfianza en todo y en todos es la marca de la casa. A las mujeres que llegan a ALMA a través de la UCRIF (la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales), se unen las jóvenes como Sara. Se trata de una estudiante linense a la que las malas experiencias en el seno familiar obligaron a ser atendida por los servicios sociales y que ahora ha retomado sus estudios de bachillerato en un internado y cada fin de semana convive en los pisos de ALMA.
Mientras las viviendas de los enfermos de VIH dependen al cien por cien de la comunidad religiosa, los pisos integrados en el Proyecto ALMA cuentan con un apoyo del Ministerio de Igualdad para "la atención y albergue", informa José Luis Domínguez.
También el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) incluyó las casas de ALMA en su itinerario. "Les indicamos nuestros protocolos y normas de convivencia. Aquí hay mujeres con hijos, no puede haber personas con problemas de droga ni mayores de 35. Durante un tiempo está prohibido el uso de móviles y ordenadores porque son sus puertas a la calle. No podemos permitir que sus explotadores las localicen o contacten con ellas", indica el coordinador.
Los técnicos realizan un cuestionario a las chicas que consta de treinta preguntas. "En él detectamos si son víctimas de trata", explica. Una vez determinada su condición entran en el programa y se cumple con su formación, y con un itinerario para la formalización de su documentación que en ocasiones se alarga -por ley- hasta tres años. "Es un tiempo que eterniza los frutos del programa, a veces se marchan y perdemos el contacto con ellas. Otras, como el caso de Greta, vuelven después de comprobar que la historia se repite. Es muy duro", asegura José Luis Domínguez.
La estadística no es el fin de ALMA. "Los resultados son diarios. Manejar nuestro idioma, seguir los consejos, conseguir residencia y trabajo digno, colegio para los niños e independencia es muy complicado. Los niños dan alegría y fuerza para superar las dificultades. Estamos convencidos de que ALMA es un gran proyecto y sus logros, calidad de vida".
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