"Los trabajadores españoles en Gibraltar no están ni estructurados ni sindicados"
Netto, que ostenta el cargo hace dos meses, cree que este colectivo debe integrarse en las organizaciones obreras del Peñón si quiere mejorar su situación. Pone como ejemplo la trayectoria de los marroquíes
El sindicato Unite tiene nuevo presidente desde hace dos meses. Es Michael Netto, hijo del histórico sindicalista José Netto. Este enfermero de 56 años y origen español por parte materna - su madre es de La Línea aunque su familia procede de la serranía de Ronda- ha regresado a un cargo que ya ostentó hace muchos años, siendo muy joven, y coincidiendo con una reestructuración de la organización.
-¿Contento tras la elección como presidente?
-Bueno, sí, y además en un momento de cambio en el sindicato, que necesitaba un impulso importante. Por otro lado, hay que destacar que el sistema ahora para elegir al presidente es mucho más participativo y democrático. Antes, la persona que ostentaba ese cargo la elegía la ejecutiva de la organización y ahora por primera vez lo han hecho todos los enlaces sindicales.
-¿Qué otros cambios se han producido?
-Ahora hay una cuota mínima de mujeres que hay que cumplir. Si no la hay, el puesto queda vacante hasta que lo ocupa una mujer. Por otra parte, se ha dado paso a las minorías, en este caso al colectivo más organizado, el marroquí. Por desgracia, el colectivo de trabajadores españoles en Gibraltar no está ni estructurado ni sindicado. Hay afiliados, pero pocos.
-¿Es eso un obstáculo para que los españoles mejoren su situación?
-Cuando uno quiere mejorar sus derechos, hay que pelear a través de las organizaciones porque nadie te va a regalar nada. Hay muchos españoles trabajando en el sector privado de Gibraltar y también en el sector público, que a diferencia de lo que ha ocurrido y está ocurriendo en otros lugares aquí ha crecido y necesita personal. Pero el trabajador español no tiene problemas en el sector público sino en el privado. Sin organización es más difícil llegar a los políticos. Ahí está el ejemplo del colectivo marroquí, que ha sufrido la mayor discriminación. Vivían en condiciones infrahumanas, no tenían derecho a nada...El sindicato ha jugado un papel básico en la mejora de su situación; se ha ido al Reino Unido, a Estrasburgo.
-¿Recomienda por tanto a los trabajadores españoles que acudan al sindicato?
-El colectivo español tiene que despertar y organizarse, sí. Es difícil avanzar cuando no estás dentro de las organizaciones obreras. Las asociaciones están bien pero no ganan batallas. Si los españoles se organizaran dentro del sindicato, recibirían un fuerte empuje. No en vano, Unite es el sindicato más importante en el Reino Unido y tiene una vocación cada vez más internacional. Si quieres que tus problemas se escuchen, tienes que pertenecer a una organización de trabajadores.
-¿En qué punto está el colectivo marroquí?
-Estamos hablando de un colectivo que en estos momentos ronda el millar de personas en Gibraltar. Poco a poco, todos aquellos que están solicitando la nacionalidad la están obteniendo, una vez salvado el escollo del idioma. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de estas personas se comunicaba o se comunica aquí en castellano. En ese sentido, Unite les está facilitando el aprendizaje del inglés.
-El anterior Gobierno del GSD solía decir que Gibraltar no podía asumir la residencia de los marroquíes...
-Sí, decía que era muy difícil bajo el argumento de que Gibraltar es un lugar muy pequeño y que el reconocimiento de la nacionalidad iba a suponer la llegada de cientos y cientos de personas, cuando no era así. Estamos hablando de unas mil personas muchas de las cuales tienen hijos que ya son de Gibraltar. No se puede tratar de esa forma a personas que han estado décadas trabajando y ayudando al avance de Gibraltar. No obstante, hay que reconocer que el anterior Gobierno, en su última etapa, ya estaba facilitando las cosas y esa tendencia sigue con el nuevo Ejecutivo. Hay que recordar que Unite hizo una campaña muy agresiva respecto al colectivo marroquí. Vino gente de fuera, periodistas que dieron a conocer la situación de estas personas fuera de Gibraltar, lo que generó situaciones incómodas a las autoridades. A ningún gobierno le gusta ese tipo de cosas.
-¿Cómo son las relaciones con el nuevo Gobierno?
-Llevan algo menos de seis meses y por ahora hay una buena relación. Tenemos las puertas abiertas y por eso queremos tratar problemas que nos preocupan como la situación del sector privado y la del Ministerio de Defensa (MoD) y la formación.
-¿Ha tenido ya contactos con sindicatos del otro lado de la Verja?
-Sí, ya he tenido contactos con Comisiones Obreras y espero tenerlos pronto con la Unión General de Trabajadores. A finales de este mes viene una delegación de nuestro sindicato en el Reino Unido y no gustaría vernos con ambas organizaciones españolas. Las relaciones en general en estos años han sido buenas, con fases de frialdad, pero la intención es afianzarlas.
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