Los taxistas, al servicio del turismo

La obtención de un permiso del Gobierno les permite hacer de guías a los turistas que visitan Gibraltar. La asociación del sector dice que habrá que esperar a la temporada alta para conocer los efectos de la crisis

Imagen de una de las paradas de taxi de Gibraltar.
Imagen de una de las paradas de taxi de Gibraltar.
Eva Reyes / Gibraltar

29 de marzo 2009 - 01:00

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Los taxistas gibraltareños no son sólo una pieza básica del sector del transporte en el Peñón, sino también del turismo. Y es que son muchos los trabajadores del gremio, cuya labor por la comunidad fue reconocida recientemente por el alcalde de Gibraltar, que hacen las veces de guías turísticos previa obtención de un permiso del Gobierno.

Según explicó a este diario el presidente de la Asociación de Taxistas de Gibraltar, Ronald Ignacio, este permiso está regulado desde el año 2000. "Es necesario acreditar que eres guía oficial para hacer las excursiones. En cuanto al permiso, el taxista debe pasar una prueba para garantizar que las explicaciones que da al turista son las correctas", puntualiza.

En la actualidad, la flota de taxis de Gibraltar está formada por 112 vehículos de entre cuatro y ocho plazas y siete coches de abono. En cuanto al número de trabajadores, éste no se corresponde con el de licencias, pues hay más de veinte taxistas que cuentan con un segundo conductor para repartir los turnos.

A preguntas de Europa Sur sobre si la crisis económica está afectando al sector, Ignacio explica que es "pronto" para hacer valoraciones: "Será a partir de la Semana Santa, con el inicio de la temporada alta, cuando empecemos a notar los efectos si los hay y si los turistas vienen con más o menos dinero para gastar. Suponemos que sí habrá efectos porque la crisis es mundial, pero hay que esperar. El invierno ha sido bastante malo, pero no sirve para medir nada porque la climatología ha sido muy adversa".

Lo que no juega en contra de los taxistas es la inseguridad, casi nula según el presidente de la asociación, que agrega que aunque la flota es bastante moderna, los vehículos no cuentan con sistema GSP al no salir de Gibraltar: "Los trayectos son cortos y casi todos los conductores somos del Peñón, así que nos conocemos todas las esquinas".

En cuanto a las demandas del sector, entre ellas destaca la escasez de paradas. "La peatonalización de muchas zonas ha reducido el número de paradas, lo que provoca que algunas estén algo saturadas. Ya le hemos trasladado este problema al Gobierno, aunque la petición no ha sido atendida por el momento", apunta Ronald Ignacio.

La historia del taxi en Gibraltar se remonta al año 1924 cuando Agustín Sáez registro el primer vehículo. Sin saberlo, Sáez puso la primera piedra de una de las industrias más destacadas del Peñón.

En aquellos años, la individualidad de los taxistas se convirtió en el principal obstáculo de sus propios intereses. Esta situación trajo consigo grandes dificultades para ellos, muy vulnerables a la competitividad de otros sectores del turismo.

Pero los taxistas aprendieron la lección y se dieron cuenta de la necesidad de organizarse si querían sobrevivir. Fue así como el 20 de noviembre de 1957, 33 años después del registro del primer taxi, cuando nació la asociación de taxistas, cuyo objetivo era promocionar y proteger los intereses de los conductores y ofrecer un servicio más cercano al cliente. Tras la apertura de la Verja en la década de los ochenta, la asociación fue testigo de la explosión del mercado turístico en Gibraltar. Después, los taxistas, sin abandonar su vocación de transporte público estándar, empezaron a ofrecer sus servicios a touroperadores y agentes marítimos.

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