García cree que si Podemos alcanza el poder sería positivo para las relaciones
El viceministro principal acusa en Bruselas al Gobierno del PP de practicar una política de "hostilidad" y "confrontación" que es "una continuación de la que empezó el general Franco"
El viceministro principal de Gibraltar, Joseph García, acusó ayer en Bruselas al Gobierno del PP de practicar una política de "hostilidad" y "confrontación" hacia el Peñón que es "una continuación de la que empezó el general Franco". Además, se mostró convencido de que una victoria de Podemos en las próximas elecciones españolas tendría un "impacto positivo" en las relaciones de Gibraltar con España.
"Un terremoto en el paisaje político español que lleve al partido Podemos al poder en Madrid, como dicen algunas encuestas, podría tener un impacto claramente positivo en la posibilidad de que los gibraltareños ejerzan sus derechos a la libre circulación en tanto que ciudadanos de la UE", dijo García en una conferencia organizada por el think tank Centro de Política Europea.
El representante del Peñón admitió que "Podemos todavía no ha formulado su política sobre Gibraltar", pero insistió en que "son más dispuestos y humanos en su enfoque y ciertamente más abiertos al diálogo". "Creo que esta es una luz de oportunidad al final del túnel", indicó, tras recordar que el anterior Gobierno socialista también apostó por el diálogo con Gibraltar.
A su juicio, el Gobierno del PP "cambió de una política de cooperación con Gibraltar a una política de hostilidad y confrontación". "Las consecuencias todavía se sienten, con un ataque en tres frentes contra Gibraltar: por tierra, aire y mar. Es una continuación de lo que el propio general Franco inició hace medio siglo", afirmó García.
El viceministro principal lamentó que "Europa no ha sido muy firme en nuestra defensa". "Por ello España sigue discriminando a Gibraltar en cuestiones de aviación, España continúa llevando a cabo una política de bloqueo fronterizo por tierra, España continúa invadiendo las aguas de Gibraltar de forma regular", sostuvo.
Incidiendo en el veto español a la inclusión del aeropuerto gibraltareño en el Cielo Único, García aseveró que no se puede permitir que España tome como rehén a toda Europa en pro de sus propios intereses políticos en Gibraltar. Sostuvo que no tiene sentido que los ciudadanos de la UE que viajen al aeropuerto de Gibraltar tengan menos derechos que aquéllos que viajen a otros aeropuertos de la Unión Europea.
"La postura española tiene por objetivo, por lo tanto, crear un régimen discriminatorio en esencia, por el que se privaría a los europeos de sus derechos legítimos en Gibraltar y que pretende que se deje de aplicar la normativa de aviación europea en un territorio en el que debería aplicarse automáticamente", añadió. Asimismo, acusó a España de incumplir el acuerdo de 2006, por el que se comprometió a no excluir al aeropuerto de Gibraltar de esta normativa. Después describió la "campaña de hostilidades" contra Gibraltar por tierra, mar y aire en la que se embarcó el actual gobierno español.
El discurso del viceministro principal giraba en torno al tema "Gibraltar y la UE: desafíos y perspectivas". Subrayó que muchas de las cuestiones a las que Gibraltar ha de enfrentarse en Europa no se materializaron hasta la adhesión de España en 1986 y consideró que el país vecino estaba usando a la UE como un medio para plantear sus reivindicaciones sobre Gibraltar por la puerta trasera.
García expuso la posición que Gibraltar ha ocupado en Europa a lo largo de la Historia y explicó la relación constitucional entre Gibraltar, el Reino Unido y la Unión Europea. Recalcó, asimismo, que se trata de una relación única en muchos sentidos.
En cuanto a los retrasos en la frontera, García acusó a España de intentar crear un nuevo Muro de Berlín en el sur de Europa: "No se cuestiona el derecho de España para llevar a cabo controles de inmigración y aduanas en la frontera, sino la intensidad y la desproporción en la que se están llevando a cabo estos controles de manera deliberada". Después, el liberal señaló que la Comisión Europea, en su función de guardiana de los Tratados, tiene el deber de velar por el derecho a la libertad de circulación de los ciudadanos de la UE a través de las fronteras internas. Además expresó que una salida del Reino Unido de la Unión Europea empeoraría la situación de Gibraltar y podría dar lugar a un dilema de orden político y constitucional en lo que respecta a la relación entre Gibraltar, el Reino Unido y la UE en caso de que el Reino Unido optara por una salida y Gibraltar decidiera quedarse, algo totalmente hipotético en la actualidad.
García concluyó diciendo que hay cientos de millones de ciudadanos en Europa y 30.000 en Gibraltar y que "no puede minimizarse la importancia de los derechos legales de un país por su reducido tamaño. El Gobierno y el pueblo gibraltareño agradecerán cualquier apoyo para asegurar esos derechos en el futuro".
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