El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, defendió ayer que el Gobierno español está tratando de preservar el ecosistema marino tras el vertido de bloques de hormigón por parte de Gibraltar, que ha motivado que este departamento haya interpuesto una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente.

En declaraciones a Europa Press, el ministro aseguró que lanzar bloques de hormigón "de forma indiscriminada sobre el medio marino altera las características de la fauna marina y del entorno pesquero y de las prácticas pesqueras convencionales".

"En definitiva, supone una invasión humana", aseveró Arias Cañete, quien agregó que puesto que se ha estimado que puede existir un delito ecológico, se ha trasladado una denuncia a la Fiscalía de Medio Ambiente para que inicie las actuaciones oportunas.

Además, indicó que se ha trasladado a la Comisión Europea "una valoración negativa por parte de España de estos hechos, que violan la normativa comunitaria ambiental. Hemos hecho una protesta ante la UE y hablaremos también con los europarlamentarios para que este mismo tema lo pongan en valor", reseñó.

Al mismo tiempo, precisó que España ha llamado al embajador británico en Madrid para manifestarle su queja y anunció que se van a analizar "todas las posibilidades de actuación para defender los legítimos derechos de los pescadores españoles".

En este contexto, dijo que la pesca se ha ejercido de forma tradicional "en aguas que no son de la jurisdicción ni de la soberanía británicas, porque el Tratado de Utrecht no confiere soberanía alguna sobre las aguas territoriales españolas. No resulta razonable no sólo que se intente limitar la actividad pesquera sino que además se quiera hacer la pesca imposible mediante la técnica de verter al mar bloques que impiden el normal funcionamiento de la flota", concluyó.

De otra parte, la alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo, volvió a criticar ayer la actitud del Gobierno central después de que el martes volvieran a registrarse largas colas de vehículos para entrar y salir de Gibraltar. El día de ayer fue tranquilo y apenas hubo retenciones. Esta intensificación de los controles por parte de la Guardia Civil comenzó justo después de que Gibraltar lanzara al mar los bloques de hormigón.

A través de una nota, la regidora socialista hizo hincapié en "el daño" que estas colas ocasionan al comercio linense. El presidente de Apymell asegura que la facturación ha podido descender entre un 40 y un 50%, lo que demuestra que la política de enfrentamiento que se sigue desde el Gobierno de España del PP hacia Gibraltar perjudica sobre todo a los linenses. Los ciudadanos no pueden seguir sufriendo las consecuencias de las políticas de Estado contra Gibraltar", apuntó.

Ante esta situación y la que también están padeciendo los pescadores españoles, la alcaldesa solicitará una reunión al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, "para pedirle que acabe con esta sinrazón e inhumana actitud".

Por otro lado, el Gobierno de Gibraltar confirmó ayer que se ha puesto en contacto con el Servicio Europeo de Acción Ciudadana (ECAS), con sede en Bruselas, con el objetivo de denunciar las colas a la entrada y salida del Peñón.

Gibraltar expuso en un comunicado que los retrasos son "un obstáculo para el derecho a la libertad de circulación de los ciudadanos", y aseguró que el ECAS ha creado una página web donde responde a las quejas ciudadanas.

Estas denuncias pueden hacerse por parte de turistas, residentes perjudicados de Gibraltar, trabajadores y otras personas afectadas por los retrasos en la Verja a través del teléfono, correo electrónico, Skype, Twitter y Facebook.

A este respecto, el viceministro principal del Peñón, el liberal Joseph García, animó a los afectados por las retenciones "a quejarse de inmediato y explicar su experiencia personal, lo que permitirá crear una base de datos de quejas sobre el tema ".