El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha hecho un llamado a la unidad y la responsabilidad cívica en el National Day, fiesta que celebra el resultado del referéndum de 1967 en el que los gibraltareños decidieron seguir bajo soberanía británica, ante las “amenazas genuinas” que representan la Covid-19 y el Brexit para la comunidad del Peñón. Este año, debido a la incidencia del coronavirus, no se ha celebrado ni el rally político en Casemates ni los conciertos y tampoco está previsto que haya fuegos artificiales. Ante esta situación, la GBC ha emitido el mensaje para hacerlo llegar a todos los hogares del Peñón.

Tras hacer una reflexión sobre lo que ha supuesto el coronavirus para Gibraltar, pedir prudencia a la comunidad y mandar un mensaje contundente para las personas que cuestionaban la necesidad de las medidas estrictas para detener la propagación del Covid-19, el ministro principal recordó que el Brexit está a la vuelta de la esquina. "Sin acuerdo o no, los gibraltareños prosperarán, pero seguiremos trabajando por un acuerdo que funcione para Gibraltar, que sea seguro y que respete plenamente nuestra soberanía, jurisdicción y control sobre nuestra tierra, nuestro mar y nuestro aire. Que reconozca que nuestras diferencias geográficas, sociales y económicas con el Reino Unido requieren un trato diferente con la UE para el futuro, pero que nos mantenga más cerca que nunca de Reino Unido", indicó. 

Picardo dijo que nadie había sido más claro que su partido, los liberales del GSLP, a lo largo de los años en defensa de la soberanía, jurisdicción y control de Gibraltar. "La línea roja del Gobierno es que solo los gibraltareños decidirán el destino de Gibraltar. Cuando se trata del tema de nuestra soberanía, no somos palomas, somos los halcones, y nadie más puede pretender hacerse pasar por defensores acérrimos de nuestra tierra, nuestro mar y nuestra gente", destacó.

Dijo que el derecho de los gibraltareños a la autodeterminación es "innegociable" y su relación con Reino Unido es "inquebrantable". "Estamos comprometidos a trabajar hacia un buen acuerdo para Gibraltar después del Brexit, pero nos alejaremos de una negociación que toque las líneas rojas. Lo que es un hecho político es que aseguraremos el mejor trato que podamos para Gibraltar y que si un acuerdo es malo para Gibraltar, o si no se puede hacer un acuerdo sin concesiones, nos marcharemos", sentenció.