“Hay quien desprestigia a las ONG al llamarlas chiringuitos”

José Guardia | Responsable de la ONG Necesidades sin Fronteras

José Guardia y Adelina Martínez
José Guardia y Adelina Martínez
Andrés Cárdenas

09 de agosto 2025 - 05:59

José Guardia fue maestro durante 43 años en Granada. Al jubilarse él y su esposa, Adelina Martínez (los dos en la foto), fundaron una de ONG en Albolote. Allí repartieron comida durante la pandemia a las personas excluidas. Aunque es una entidad joven, no quita que sus creadores tengan experiencia acumulada en más de 25 años participando en proyectos en Togo, Senegal, campamentos de saharauis y Marruecos.

Pregunta.–Usted lleva una ONG familiar que nació en el garaje de su casa.

Respuesta.–Habilítamos nuestro garaje, aunque también ocupábamos el patio y la cocina. Empezamos siendo cuatro personas, mis dos hijos, mi mujer Adelina y yo. Ahora somos noventa socios y ochenta voluntarios.

P.–Y la creó en plena pandemia.

R.–Surgimos en el 2020. Comenzamos fabricando mascarillas caseras con el material que nos daban diversas empresas, que fueron repartidas por un trabajador del 112 cuando estaban listas. Fabricamos casi 20.000. Las llevamos a multitud de residencias, centros de días, centros de salud y particulares. De las mascarillas pasamos a atender, en nuestra cochera, a personas que se acercaban a pedir ayuda, alimentos y ropa principalmente.

P.–¿Cómo se las apañó con tan poca infraestructura?

R.–Bueno, es que nuestra trayectoria en el mundo solidario era larga y nos conocían, aunque el boca a boca hizo que se acercaran multitud de familias a las que atendíamos dándole alimentos. Los alimentos los comprábamos en comercios locales con dinero que nos donaban amigos y familiares. Instauramos, entre diversas asociaciones, el trueque: nosotros proporcionábamos carne de pollo y las asociaciones nos proporcionaban verduras y frutas. Llegamos a atender a más de 40 familias semanalmente.

P.–¿Cuáles fueron los principales problemas que se le presentaron?

R.–Los inicios fueron duros, puesto que las instituciones locales no nos atendían en nuestras demandas de un local y de ayuda económica. Al principio, las asociaciones locales y del área metropolitana no nos coordinábamos. Los medios de comunicación locales nos ignoraban. Ahora, tenemos un programa mensual en Radio Albolote y en Radio Sin Barreras. El problema económico era importante puesto que no teníamos medios. Sólo hemos contábamos con una pequeña ayuda para alimentos de la Diputación de Granada. Lo demás salía de las cuotas de los socios y donaciones particulares.

P.–¿Qué ha cambiado desde entonces?

R.–Ahora tenemos un pequeño local, cedido por el Ayuntamiento de Albolote, que conseguimos a base de demostrar que éramos necesarios en el pueblo. La gente vio como algo positivo que dos jubilados cedieran parte de su casa para atender a personas vulnerables. Ahora nos hemos convertido en ONG y el asistencialismo lo llevamos a cabo en proyectos de emergencia. En estos momentos atendemos a familias que nos mandan los Servicios Sociales.

P.–¿Siguen repartiendo alimentos?

R.–Ya no repartimos alimentos perecederos en nuestro local. Entregamos bonos sociales a las familias que solemos atender durante un periodo corto, de emergencia. O mientras se soluciona su situación.

P.–Pero han ampliado sus miras.

R.–Sí. El cambio más notable ha sido dar el paso y convertirnos en ONG. Gracias a eso podemos realizar proyectos de Cooperación Internacional al Desarrollo. Tenemos proyectos en Togo, donde estamos rehabilitado un colegio y en Ipouali estamos ayudando en la construcción de un pozo. También damos 20 becas para universitarios en Lomé y enviamos más de 140 cajas con material hospitalario, escolar y ropa para Senegal y Sahara. En fin, y muchas cosas más.

P.–¿Quiénes son principalmente los benefactores de su ONG?

R.–Las personas en riesgo de exclusión social, tanto del pueblo como de fuera. Actuamos en residencias y centros de día. También zonas de este planeta a las que podemos acceder y llevar a cabo proyectos de futuro.

P.–También hacen muchas campañas. Ahora preparan un encuentro de nostálgicos en una discoteca,

R.–Para realizar cualquier proyecto, hace falta dinero. Nosotros lo conseguimos con actuaciones teatrales, musicales o eventos como el que realizaremos el 21 de septiembre en el Coliseo de Atarfe. Se llama II Encuentro de Nostálgicos y solidarios de la Holiday. Esta discoteca fue emblemática en los años setenta y ochenta. La idea partió de unos de nuestros socios y directivo, que fue el primer DJ de dicha discoteca.

P.–¿Es la gente en general solidaria?

R.Si, rotundamente, sí. Lo que pasa es que hay unos pocos que hacen mucho ruido y cuando ven la oportunidad de desprestigiar a las asociaciones lo hacen tachándonos de chiringuitos. Los gastos de los viajes que realizamos para organizar nuestros proyectos, siempre son sufragados por las personas que los realizan y nunca se coge ni un euro del dinero de la ONG. Pero en general, nos sentimos muy orgullosos de la aceptación que tenemos por parte de nuestra vecindad.

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