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Giles Tremlett, hispanista: "Franco no se inmutó ante el fusilamiento de amigos, de primos"

El periodista e hispanista, corresponsal de The Guardian en España, publica una exhaustiva biografía del dictador

El hispanista Giles Tremlett / M.G.
Gonzalo Gragera

19 de diciembre 2025 - 06:59

“El hombre que mejor se calla en España”. Esta fue la astuta frase con la que el escritor José María Pemán describe a Francisco Franco. La dimensión exacta de este retrato verbal se entiende mejor al leer la biografía que el hispanista y periodista Giles Tremlett (Plymouth, 1962) acaba de publicar en la editorial Debate. Una biografía que habla del dictador, claro, pero sobre todo habla del hombre. De la mentalidad del hombre. De una personalidad que es el eco de una España en el desastre. El desastre de Cuba, el desastre de la Revolución de Asturias, el desastre de la Restauración, el desastre de la Segunda República.

Pregunta.En ‘Franco: El dictador que moldeó un país’ revela la infancia del militar: un niño poco querido por su padre y protegido por la madre. ¿Ese hecho determinó el carácter de Francisco Franco?

Respuesta.Sí. En primer lugar, la figura del futuro dictador viene de lo que vive en su casa; en segundo lugar, viene de la España de finales del XIX y principios del XX. Estas dos circunstancias se combinan para forjar el personaje histórico. En lo doméstico, el dictador crece en una casa con dos Españas: un padre liberal y una madre más conservadora, más reaccionaria. A Franco también le marca el abandono de la casa por parte del padre, con la humillación que eso supone para la madre y para los hermanos. Ahí quizá se forja una de las obsesiones de Franco: la honra. Esta vivencia personal la proyectará en un futuro, en su preocupación por recuperar la honra de España –perdida tras el desastre del 98-. El padre, por su parte, jamás se dejó impresionar por los logros militares de su hijo. Era un personaje brillante a su manera, pero muy arrogante. Ese desdén paterno, a nivel psicológico, debió de ser duro, y pudo influir en la personalidad del dictador.

P.Otro episodio clave en la vida del dictador es su experiencia en Marruecos.

R.Pues sí, él mismo lo dice: “Sin África no me explico”. En África se forma ese grupo que son los africanistas, que en el fondo son los que dan el golpe de Estado; allí se crea un grupo de oficiales –a mi juicio casi una secta- que se creen con el derecho de salvar a la patria. Son oficiales que están dispuestos a morir por la patria o por la honra de la patria, incluso. Franco madura en ese ambiente, siendo casi un niño, aunque ya ha pasado por la escuela de infantería de Toledo. En África, el dictador se forma como hombre y casi diría que, faltando la figura paterna, es el ejército el que viene a ejercer un poco de padre de ese joven. Por aquel entonces conoce a los mandos más extremos del ejército español, como Millán-Astray.

P.¿Se podría definir la personalidad de Franco con estas palabras?: ambición, cálculo, inmisericordia, frialdad.

R.Todas esas palabras me valen, y mucho. Cada una de ellas. Destacaría incluso la frialdad. Esto lo comentaba su mujer y su familia: “Ese hombre no se inmuta ante nada”, decían.

P.Fusiló a un primo hermano.

R.Exacto. No se inmutaba incluso ante el fusilamiento de amigos, de primos. Una frialdad tremenda, que en el fondo es una falta de empatía. Franco no sabe meterse en la cabeza de otra persona.

En lo doméstico, el dictador crece en una casa con dos Españas: un padre liberal y una madre más conservadora, más reaccionaria"

P.Nos cuenta usted un episodio no muy conocido: el golpe de Estado de los republicanos en diciembre de 1930, en Jaca.

R.Fue un golpe antes de la llegada de la República, donde no hubo golpe de Estado, sino unas elecciones municipales cuyo resultado evidenció la imposibilidad de mantener un régimen monárquico. La propia monarquía se da cuenta, y se marcha. Pero sí, antes de esto hay un intento de golpe de Estado protagonizado, entre otros, por el propio hermano de Francisco Franco, por Ramón Franco, su compañero de habitación de niño. Ramón Franco es el gran héroe aviador de España. Un héroe popular. Como Messi. Una cosa así. Era totalmente opuesto a su hermano. Es muy llamativo que de una misma casa, de una misma habitación, salgan dos personajes tan fuertes.

P.¿Alfonso XIII considera a Franco un traidor a la monarquía?

R.Sí, con el tiempo sí. Alfonso XIII cree que es el gran valedor de Franco cuando este está en el ejército. El monarca creyó que tras la guerra civil iba a volver la monarquía. Ahí se siente engañado.

P.¿Cómo fue la relación entre el régimen republicano y Franco?

R.El régimen republicano es muy mutable, o sea, que da unos bandazos tremendos. Hay un gobierno de izquierdas, hay un gobierno de derechas y luego otro gobierno de izquierdas. Con la izquierda, en concreto con Azaña, la relación es fría e incómoda. A Franco no le gustan las reformas de Azaña, pero más que nada no le gusta lo que suponen las reformas de Azaña para la carrera de Francisco Franco. En otras cuestiones creo que estarían de acuerdo. Por ejemplo, en la necesidad de reformar el ejército.

P.¿La Segunda República fue un régimen democrático en el que nadie creyó en la democracia?

R.Fue un régimen democrático en el que creo que la gente sí que creía en la democracia. Al final todo se autodestruye porque todo el mundo se convierte en anti. La guerra civil es una guerra de anticomunistas contra antifascistas en un país donde apenas hay fascistas ni comunistas. Por eso para mí es una tragedia tremenda.

P.Cito de su libro: “José Antonio Primo de Rivera era todo aquello que no era Francisco Franco”. No se aguantaban, ¿no?

R.No era tanto que Franco no aguantase a José Antonio como que José Antonio se desesperaba con Franco. Sobre todo con esa retranca, esa falta de claridad, de andar por las ramas, de intentar evitar comprometerse con cualquier proyecto que, según Franco, pudiera dañar su carrera militar. José Antonio era culto, guapo, carismático, intelectual. Franco es todo lo opuesto. Es un tipo antiguo, es un reaccionario.

La guerra civil es una guerra de anticomunistas contra antifascistas en un país donde apenas hay fascistas ni comunistas"

P.¿La misma iglesia que apoya el golpe del 36 es la que propicia el principio del fin del franquismo?

R.Creo que sí, en gran parte. El impacto del Concilio Vaticano II es importantísimo. A partir de ahí la Iglesia cambia, y Franco y los suyos, por tanto, se tienen que adaptar, pues su régimen iba de la mano de la Iglesia. ¿Qué haces entonces…?

P.Califica usted al yerno del dictador como bufonesco. ¿Cristóbal Martínez Bordiú fue un yerno problemático?

R.Fue un yerno terrible que complicó mucho las cosas en los últimos dos o tres años del franquismo. Quiso mandar en la casa de Franco en un momento de debilidad.

P.¿Murió Franco un 20 de noviembre?

R.Quizá murió el 19. Antonio Piga, que fue el que lo embalsamó, dice que ya a la una de la mañana [del 20 de noviembre] estaba trabajando en un cadáver frío.

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