"Los socios de las peñas son los héroes y los que mantienen el flamenco"
Preside el Cante Grande de Algeciras desde hace un año pero su gran compromiso social lo demuestra como mediador intercultural
José Carlos Cabrera es mucho más que el presidente de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras y probablemente el más joven en su cargo de la historia de las peñas flamencas de la provincia. Este rondeño de 44 años, criado en Sevilla y destinado en Algeciras desde hace 17 años, se siente un "especial" más.
Su bagaje intercultural atrapa. Es licenciado en Filología Árabe y trabaja como mediador intercultural en el centro de protección de menores de El Cobre. Empezó a desempeñar la labor en 1999, convirtiéndose en el primer mediador de la Junta de Andalucía. Ejerce su trabajo, no exento de dificultades y no duda en augurar con pesimismo que "Algeciras se va a quedar sin recursos para la atención a la infancia y la migración". Su labor fundamental es la de traductor de árabe: "El mediador es una figura que no se conoce bien porque el sistema tampoco se ha preocupado en explicarlo". En este desempeño sostiene que Algeciras ha sido pionera en muchos aspectos.
Empezó a acercarse al mundo del flamenco en la ciudad y hoy es el máximo exponente del Cante Grande, salvando las distancias con el presidente honorífico José Vargas, del que reconoce que tiene con la peña "un compromiso personal". Cabrera colabora con varios medios de comunicación y es responsable en España de la ONG Mentoring, además de colaborar con la ONU en el programa de Alianza de Civilizaciones. Se define como una persona muy inquieta y prueba de ello es que quiere llevar el flamenco al 2.0. "Queremos modernizar la peña y hay un proyecto para acercarla al centro". De hecho hay una web en construcción, lanzarán una aplicación móvil y potenciarán las redes sociales. "Tenemos una imagen a nivel del flamenco muy respetable".
Escuchar a Fernando Terremoto le abrió la puerta a lo jondo. El Cante Grande ha defendido siempre la pureza y en esa línea está, pero sostiene Cabrera que "el cante gitano andaluz está bien pero a todo hay que darle su sitio".
De la Ruta Paco de Lucía habla en positivo pero considera "contradictorio" que las administraciones fomenten el flamenco en Fitur y luego no haya dinero ni para pintar la peña algecireña. "La comarca a nivel artístico somos una potencia y estamos intentando hacer un movimiento intercultural de peñas", de hecho Cabrera reconoce que la de Algeciras se sustenta por los socios: "Son los héroes que mantienen el flamenco en la ciudad".
En tono deportivo, Cabrera se define bético aunque realmente no le importa mucho el fútbol ni sufre con él. "Es divertido ser del Betis, pero lo que me siento a ver es el Rugby". Jugó también al Bádminton y fue arbitro, llegándose a enfrentar al número uno de España.
Cabrera domina el inglés, francés, italiano, español y árabe. A este último y a los países que lo hablan se acercó gracias a una beca del Ministerio de Exteriores. Explica que su lenguaje se construye de otra manera pero tiene una gramática y sencilla. Precisamente ahora que en Algeciras surge el debate sobre la creación de un cementerio musulmán, defiende Cabrera que "la supervivencia es invertir en los discursos sociales. Como sociedad, necesitamos a los migrantes".
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