El San Roque Balompié-Zabal de la Liga Nacional Juvenil, suspendido por una monumental tángana

Fútbo | Liga Nacional Juvenil

El jugador del equipo linense Jona origina un incidente en Sevilla que acaba con golpes, puñetazos, cabezazos, siete expulsiones, un espectador con lesiones y la intervención de la Policía Nacional

Los linenses Dani Domínguez e Íker Rodríguez (Zabal), plata con Cádiz en el Andaluz de fútbol alevín

Una formación del equipo de la Liga Nacional Juventil del Atlético Zabal
Una formación del equipo de la Liga Nacional Juventil del Atlético Zabal / Atlético Zabal

El encuentro San Roque Balompié de Sevilla-Atlético Zabal de La Línea de la decimonovena jornada del grupo XIV de la Liga Nacional Juvenil fue suspendido en el minuto 77 con el marcador 3-1 después de que el jugador del conjunto linense Jonathan Morente (Jona) una vez expulsado se encarase con el público y se originase una monumental tangana que se resolvió con siete cartulinas rojas (dos para el bando local), un aficionado del equipo hispalense herido de consideración y la intervención de la Policía Nacional.

La espectacular marcha que estaba protagonizando el primer juvenil del Atlético Zabal -filial de la Real Balompédica Linense- en su andadura en la Liga Nacional se vio empañada el pasado sábado con los gravísimos incidentes que se produjeron en el transcurso de su encuentro con el San Roque Balompié que se escenificaba en el complejo deportivo Demetrio Pichel de Sevilla y que tuvo que ser suspendido en el minuto 77 con ventaja local por 3-1.

El colegiado de dicho partido, el sevillano Alejandro Torrano López, escribe en el acta que el el minuto 77 expulsó al zabalista Jona por “hacer una entrada con ambas piernas a un adversario impactando en la parte superior del tobillo, con uso de fuerza excesiva, en la disputa del balón”. El jugador local necesitó de asistencia.

A raíz de eso y en una versión que coincide con la de los presentes (alguno incluso asegura que edulcorada por el propio trencilla) el árbitro relata que el futbolista expulsado “procedió a comportarse de manera violenta y desproporcionada, dirigiéndose hacia mi persona, de manera airada, a viva voz y con los brazos en alto, en los siguientes términos: ¡Te has cargado el partido árbitro! ¡Te lo dije, que te ibas a cargar el partido hijo de puta! Mientras pronunciaba dichas palabras hacia mí se mordía la lengua y levantó los brazos, comportándose de manera agresiva y exaltada, llegando a tener que ser sujetado por jugadores de su propio equipo para alejarlo de dicha zona del terreno de juego”.

Jona se encara con la afición local

“A continuación (…) una vez que los jugadores del Atlético alejaron a su compañero (Jona), éste no cumplió con su obligación de permanecer en el interior del vestuario tras ser expulsado (…)” sino que “procedió a emprender una carrera hacia donde se localizaban varios aficionados de ambos equipos, ocupado por unas 80-100 personas, pudiendo observar como se encaraba y dirigía verbalmente hacia varios de ellos, provocando a dicho sector del público, el cual se localizaba justo detrás de la línea de banda opuesta a los banquillos, sin llegar a escuchar lo que les dijo debido a la distancia que se encontraba y al gran número de personas allí presentes”, añade el documento.

El futbolista “comenzó a golpearse mutuamente con aficionados, provocando que muchos otros acudieran a dicha zona y se empezaron a proporcionar golpes, patadas, puñetazos y cabezazos, por parte de un grupo de aficionados que acudieron a esa zona, generándose un gran tumulto por numerosos espectadores”, sostiene el colegiado.

“Debido a este acaecimiento, pude observar, en consonancia con el resto de miembros del equipo arbitral, como varios jugadores de ambos equipos abandonaron el terreno de juego y acudieron a dicho tumulto de personas que se produjo, encarándose, empujando y enfrentándose a aficionados allí presentes”.

Como consecuencia de estos hechos Alejandro Torrano expulsó a dos futbolistas locales Alberto Durán y Javier Copado y, además de Jona, a los zabalistas Riki, Hugo Losada, Pablo Sánchez y Javier García. Algunos de estos jugadores había participado recientemente en sesiones de entrenamiento del equipo de Segunda Federación de la Real Balompédica Linemse.

Los zabalistas sostienen que el árbitro confundió a algunos de los participantes en la tángana y que refleja en el acta los nombres de jugadores que no participaron en la misma.

En el caso de los cuatro últimos, la decisión del trencilla se produce por idéntico motivo: “Abandonar el terreno de juego sin mi autorización, dirigiéndose hacia el sector del público donde se estaban produciendo insultos, patadas, puñetazos y golpes a raíz de la provocación del jugador del Atlético Zabal Jonathan Morente, empujando y encarándose con los allí presentes”.

Estas cartulinas rojas no fueron mostradas sobre el terreno de juego, sino comunicadas posteriormente al entrenador del Atlético Zabal, Abel García, ya en presencia de los representantes de las fuerza del orden por cuanto el árbitro interpretaba que en caso de hacerlo “podría peligrar la integridad física de los diferentes miembros del equipo arbitral”.

El partido, suspendido

Como consecuencia de esas múltiples expulsiones el juez de la contienda decretó “la suspensión del definitiva encuentro, puesto que el equipo visitante se quedó con un número inferior de jugadores al reglamentariamente permitido”, en concreto, con seis.

“Una vez finalizado el encuentro, los tres miembros del equipo arbitral permanecimos en el interior del vestuario unos 30-40 minutos tras haber llamado a las Fuerzas de Orden Público debido a que percibíamos que de camino hasta nuestro vehículo nuestra integridad física podría correr peligro por parte de algún jugador del equipo visitante tras comunicar la decisión final de suspender el partido o por algún espectador seguidor del equipo visitante por dicho motivo”, sostiene Alejandro Torrano en su escrito.

“Una vez personados unos ocho agentes de la Policía Nacional en las instalaciones deportivas éstos junto con el presidente del club local nos acompañaron hasta nuestro vehículo. El acta arbitral fue realizada fuera de las instalaciones deportivas, en mi domicilio, debido al estado de tensión y violencia generado durante el partido y con vistas de salvaguardar nuestra integridad física y ser evacuados en compañía de las Fuerzas de Orden Público allí presentes”, apostilla.

Atención médica

“Mientras salíamos de las instalaciones deportivas pudimos observar como habían espectadores agredidos que estaban siendo atendidos en el interior de ambulancias de emergencias”, concluye en trencilla.

De acuerdo a las informaciones que han hecho llegar a Europa Sur fuentes cercanas al conjunto local, uno de esos aficionados presentaba heridas de cierta consideración y necesitó de asistencia médica, por lo que presentó denuncia.

Todos estos hechos serán evaluados por el Comité de Competición de la Federación Andaluza en su reunión de esta semana. El equipo linense, que ya llevaba en su convocatoria varios futbolistas del equipo B, quedará muy mermado para las próximas semanas de competición.

Estos hechos se producen una semana después de que un grupo de radicales de la Balona asaltasen el campo virgen del Carmen de Puerto Real y agrediesen a aficionados del equipo de casa en los prolegómenos del duelo de la Primera Andaluza Sénior, lo que propició que le fuese restado un punto al equipo de La Línea.

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