Una mente maravillosa

La Real Balompédica compite esta temporada con un nuevo arma, que añadió a su poderoso arsenal el pasado verano. La directiva, por iniciativa del gerente, Mario Galán, incorporó a su cuerpo técnico la figura del psicólogo, personificada en José Iniesta, un jerezano especializado en inteligencia táctica, que procede de las Fuerzas Armadas, de las que está en la reserva hace quince años, cuya labor es preparar a los jugadores para competir.

Lo más curioso del caso es que Iniesta, que ya ha desarrolado este trabajo con integrantes de Espanyol, Almería, Écija o Real Jaén, sólo obtiene beneficios económicos cuando logra resultados. "Yo empiezo a trabajar con un jugador de Segunda división B, que la temporada siguiente estará en Segunda A o Primera y sólo cobro un tanto por ciento del contrato de ese futbolista consigue en una categoría superior", recalca. "Mientras tanto yo me lo pago todo y al jugador no le cuesta nada".

"Mi trabajo consiste en la formación de la persona que juega al fútbol, lo que pretendo es dotarle de los conocimientos que necesita para que los pueda aplicar a la práctica del deporte", explica el psicólogo albinegro.

"Para obtener resultados es imprescindible que yo trabaje con el colectivo", detalla José Iniesta. "Mi trabajo es la formación del jugador, porque todos tienen las mismas cualidades como profesionales, pero la calidad es la que determina la valía y ésa es aprendida. La diferencia de un jugador de Segunda B y otro de Primera reside en la calidad, es decir en la capacidad de realizar su trabajo a mayor velocidad y eso es lo que yo le enseño".

"Yo inculco que el jugador aprenda a controlar la mente, para que los neurotransmisores no frenen la comprensión de las órdenes, le enseño todo lo que tiene que conocer para depender de sí mismo" subraya.

"A mí no me gusta hablar de motivación. Yo no motivo a nadie, lo que les enseño a automotivarse, para que sean egoístas en el apartado profesional, porque si la persona tiene esos conocimientos y tiene control de sí mismo domina al futbolista y, por lo tanto, obtiene mayor rendimiento de éste", refleciona. "Ahora bien si el futbolista está por encima de la persona funcionará por instinto".

Con respecto a la Balona destaca que en su vestuario se ha encontrado "chavales con bastante ilusión" que al principio eran reacios a esta nueva faceta de su trabajo. "Sin embargo, después de dejarse aconsejar por compañeros de otros equipos que ya me conocían comenzaron a prestar atención desde el primer momento y ahora ya existe un eje en la conexión sistémica del grupo para que éste se haga indestructible, le pase lo que le pase por encima".

Iniesta no entiende que el informador sea un rival del vestuario y agrega: "El futbolista tiene que tener la independencia suficiente como para no tener enemigos, hasta el punto de a uno de nuestros jugadores se le muere el padre o le deja la mujer y estoy en disposición de garantizar que no se hunde".

Después de cuatro meses en la casa José Iniesta está satisfecho de los avances que se han producido "pero se sigue trabajando, porque lo que se pretende es que de aquí a diciembre es que los futbolistas adquieran antes de que llegue diciembre una velocidad en la respuesta mental similar a la que se exige en Segunda división, es decir, en base a seis".

"No hay que olvidar que Rafa Escobar es la persona que a mí me permite llevar a cabo este trabajo", acaba. "Él tiene una enorme confianza en sí mismo, es consciente de que yo no le invado su terreno, porque entendió desde el primer momento que yo podía aportar muchas cosas, hemos conectado, hablamos mucho de todo esto y me gustaría seguir trabajando con él, ojalá pudiese ser con la Balona pero en una categoría superior, pero si no a sus órdenes en otro club, porque estoy convencido de que la temporada próxima estará en un club de superior categoría".