La mejor forma de arreglarlo

Habrá quien piense que el Clásico del Campo de Gibraltar, que se disputa el próximo domingo (18:30) no llega en un buen momento ni para Algeciras Club de Fútb ni para Real Balompédica. Sin embargo, no hay mejor escenario que un duelo frente al eterno rival para revertir una situación negativa en 180 grados. El vencedor, si lo hubiese, no sólo saldrá con los necesitados tres puntos sino reforzado, cargado de moral y confianza para continuar el duro camino de este difícil grupo IV de Segunda B. Al revés, el perdedor puede quedarse muy tocado, aunque sin duda con muchísimo tiempo por delante. Un duelo como dice el albinegro Zamorano "con pimienta" pero no sólo por lo que supone siempre un Algeciras-Balona, o Balona-Algeciras, sino porque ambos nesitan un golpe de timón tras los últimos resultados. De alguna manera con sabor a "final", como apunta el albirrojo Javi Medina.

El Algeciras llega de perder con rotundidad ante el Cádiz, suma tres jornadas de Liga sin ganar, dos derrotas a domicilio en las dos salidas ligueras, a lo que hay que añadir la eliminación en la Copa del Rey el pasado miércoles. Es decimoquinto con cuatro puntos y siente la obligación, sobre todo porque afronta el Clásico como local, de conseguir una victoria tranquilizadora para sí mismo y su afición. La situación de la Balona en Liga también le hace llegar con urgencias al duelo del Nuevo Mirador. Tras perder en casa ante el Granada B es última con un punto y tres derrotas. Aún no ha dejado la portería a cero. Sólo la buena marcha en Copa del Rey, en la que espera ya el sorteo de la tercera y última ronda antes de los dieciseisavos que supone el enfrentamiento con un primera europeo, hace que las cosas no se vean tan oscuras en el seno de la entidada de La Línea.

En definitiva, los locales llegan mejor en Liga pero sin Copa, y los visitantes con la ilusión copera intacta pero muy necesitado en la competición regular. Levantarse y seguir el camino es una obligación para ambos, hacerlo el domingo conlleva un plus.

En el Algeciras lo tienen claro. Tras caer en Cádiz, los futbolistas que comandan Mere ya pensaban en el partido ante la Balona. Javi Medina invita a dejar atrás los últimos resultados y ha pensar en lo que viene, aunque corrigiendo errores y mejorar en el aspecto defensivo. "Ya toca recomponerse. Analizamos ayer la derrota en Cádiz, que sabíamos que podíamos perder pero la imagen no fue la que queremos dar, sobre todo en defensa, tenemos que ser más sólido, todos, empezando por mí".

Javi Medina es de los que hablan claro en el Algeciras. No considera que el partido ante la Balona llegue en un mal momento. "Cada domingo es una nueva prueba y el fútbol es así, si ganamos nadie se va a acordar de lo que ha pasado. Es como un final", aseguró el sevillano, que añadió: "Sabemos que es un derbi y vamos con muchas ganas, con el cuchillo entre los dientes, nos vamos a dejar el alma en cada jugada".

En el bando balono, el argentino Damián Zamorano, a pesar de que va a vivir su primer Clásico oficial -ya jugó el del Mancomunidad-, sabe lo que supone un Algeciras-Balona, y más en una situación como la que vive su equipo, que llega colista tras perder ante el Granada B. "Aunque los puntos valen lo mismo que en otro partido, la euforia que lo rodea tiene otro gustito, otro estado de ánimo", dijo. "Es un partido atípico por la pimienta. Es un encuentro distinto, que la gente va a vivir de manera diferente", añadió ayer el argentino.

Pese a no haber conseguido aún vencer en Liga, Zamorano señala que "los dos partidos de Copa hacen que el estado de ánimo del equipo no sea malo". "Las cosas las estamos haciendo bien y seguiremos por este camino", apunta el jugador de la Balompédica.

Por su parte, el lateral diestro Manu Palancar señaló que "es un partido muy importante, que nos puede servir para coger moral y una buena racha". "Es un partido de gran rivalidad, tenemos muchas ganas de ir a su casa y llevarnos los tres puntos para darle una gran alegría a la afición", señaló el sevillano.

Dos situaciones, dos rivales eternos, un partidazo. El Clásico está en juego.