Juan Carlos Añón dejó el pasado domingo de ser entrenador de la Balona. Una semana más tarde, con el reposo que supone haber abandonado la competición, analiza su paso por el club.

-En la hora del adiós ¿se ha arrepentido en algún momento de haber aceptado la oferta de la Balona?

-No, no, en ningún caso. Estoy muy contento de haber entrenado a la Balona y muy satisfecho, porque ha sido una experiencia muy buena a nivel profesional, muy positiva, aunque no se haya conseguido el objetivo, que era entrar en liguilla.

-¿Qué le ha faltado a Añón para meter a la Balompédica en la segunda fase?

-Nada. La experiencia, ya digo, ha sido buena, muy enriquecedora. El proceso de estos meses ha sido positivo, lo que pasa es que nos han faltado puntos, pero analizando un poco los partidos, los puntos, los jugadores que han debutado y que tienen presencia para la temporada próxima, que es algo a lo que yo le doy mucha importancia… desde ese punto de vista estoy contento con lo que ha pasado. Es verdad que al mismo tiempo estoy triste porque no he podido darle ni al presidente, ni al club, ni a la gente que confió en mí ni a la afición ese caramelo de la liguilla.

-¿Su mayor éxito es que había cuatro o cinco futbolista defenestrados y que sin embargo ahora se antojan pilares para la próxima temporada?

-Yo entiendo que es el mayor éxito de ellos, no mío. Lo único que he hecho ha sido darles esa oportunidad, porque he visto que son jugadores muy jóvenes, que pueden ayudar mucho al club. No puedo negar que me satisface saber que van a contar para el futuro y que me siento orgulloso de haber allanado un poco el camino, pero fueron ellos los que aprovecharon esas oportunidades. Si la Balona cuenta con esos jugadores es gracias a que han podido jugar y demostrar que son válidos para Tercera y eso me enorgullece, porque además sé cuáles son las condiciones económicas de los clubes.

-Cuando mira atrás, ¿tiene la sensación de haber sido injusto con algún futbolista?

-La única sensación amarga que me queda es no haberle podido dar minutos a Borja, al portero. Si no hubiésemos tenido opciones hasta el final le hubiera dado algún partido, porque por compañero, por profesional, por su forma de entrenarse y de ayudar al equipo se lo merecía. Y también me gustaría agradecer a Johny que ha sido uno de los pilares del equipo durante toda la temporada y que cuando no ha jugado su comportamiento y su espíritu de equipo han sido ejemplares. Por lo demás no me quedan dudas.

-A falta de mes y medio para finalizar la temporada este periódico adelantó quién sería su sustituto. Eso demuestra que la directiva ya se planteaba que Añón sólo seguiría si llevaba el equipo al ascenso. ¿Sintió en algún momento que no tenía la confianza del club?

-No, no he sentido desconfianza. Estamos hablando de un periodo muy corto de tiempo en el que la relación entre el personal del club y yo tampoco podía ser exquisita, porque apenas nos conocíamos. Ha sido una relación cordial, respetuosa y buena. Cuando yo leo aquello no me queda otro remedio que seguir trabajando y no pensar en ese asunto, porque así me lo exige mi profesión. No pensé que no había desconfianza y aquello no me afectó.

-Si Juan Carlos Añón hubiese llegado a la Balompédica pongamos un par de meses antes, ¿usted cree que hubiese logrado la clasificación?

-Hombre, en dos meses he vivido unos procesos muy rápidos de conocimientos, de análisis, de todos los jugadores, de la plantilla, del entorno. No hay que olvidar que en los últimos cuatro partidos el equipo no ha encajado un solo gol porque se iba haciendo poco a poco a mi forma. Quizás me ha faltado tiempo. Aunque sería muy atrevido por mi parte afirmar que con dos meses más lo hubiera conseguido, la verdad es que yo pienso que sí.

-El fútbol da muchas vueltas y algo que parece imposible hoy mañana es perfectamente viable. Si un día cualquiera le llamase la Balona ¿le encontraría receptivo?

-Si quiero ser justo no me queda otro remedio que reconocer que he pasado dos meses francamente buenos, que he aprendido mucho y que ha sido una experiencia muy buena. Desde que finalizó la temporada me siento un seguidor más y un admirador más de la Balona, por lo tanto si un día decidiesen contar conmigo que a nadie le quede la duda de que aceptaría.