El rival llega con Álex Quillo y Javilillo al frente

Ni fantasmas, ni carambolas ni sospechas. Nada de eso pasa por la mente de un Lucena que hoy podría certificar su segunda clasificación consecutiva para el play off de ascenso a Segunda División. Al equipo de Falete le basta con sacar un punto de La Línea para sellar su pase entre los cuatro primeros, e incluso una derrota le valdría para meterse en la liguilla. A estas alturas, todo lo contrario sería una decepción mayúscula.

El conjunto aracelitano llega al Municipal con el lastre de no haber ganado fuera de casa desde que venció 1-2 en el terreno del UCAM Murcia el pasado 30 de marzo. Desde entonces ha firmado una derrota y dos empates. Con los visitantes se alineará el linense Álex Quillo, que se incorporó en el mercado de invierno y es muy posible que esté en el banquillo el exbalono Javilillo, que ya visitó esta temporada el Municipal con la camisola del Loja.

Sólo una de las 81 combinaciones que pueden producirse esta tarde dejaría al Lucena sin plaza para la fase de ascenso. La derrota lucentina ante la Balona, un empate del Albacete en el feudo del Sevilla Atlético, la victoria del Almería B en Cádiz y la derrota del San Fernando en Jaén.

Con todo ese marasmo de probabilidades, el Lucena tira por la vía fácil. Ganar y no complicarse la vida. Sería la mejor manera de entrar en el play off, y como apunta Falete, recuperaría la buena dinámica del equipo a domicilio después de casi dos meses sin ganar lejos de casa.

El técnico también piensa ya en la primera eliminatoria y reservará a los apercibidos (Carlos Martínez, Gavilán y Óscar), aunque mantendrá hasta el final la duda de alinear a Sarmiento (Alfaro sería su sustituto) y al meta Limones.

El choque tiene miga por sí solo, después de la rivalidad que ambos clubes han alimentado en los últimos años, especialmente la pasada campaña cuando ambos pelearon hasta el final por una mejor posición en el play off.