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El fútbol llegó en tren

  • Ernest C. Coombe, un ingeniero de la compañía que construyó la línea Algeciras-Bobadilla, introdujo el juego de la pelota en la ciudad en 1902 · El Ayuntamiento le negó la concesión de un terreno donde poder jugar

Poco a poco, nos vamos acercando al 2012, año constitucional por excelencia, celebrándose durante el mismo el doscientos aniversario de La Pepa, la encomiada constitución que vio la luz en la ciudad de Cádiz. Pero también es verdad que en otro contexto, el "doce" -dentro de un ámbito más localista, y por supuesto sentimental-, asimismo será el año del centenario del Algeciras C. de F. (o como gustaba a los algecireños de antaño nombrar a su equipo, Algeciras F. C.). Durante ese año, los aficionados algeciristas tendrán la oportunidad de pasar revista a todo un siglo del balompié local; se comentarán anécdotas, se recordarán a jugadores que vistieron la camiseta blanca y roja, y también -por que es de justicia-, se analizará la importancia social que la institución deportiva Algeciras Club de Fútbol ha tenido para la ciudad.

De nuestro equipo, conocemos su año de creación, así como su año de incorporación a la incipiente Federación Andaluza de Fútbol, pero queda una pregunta en el aire que aún desconocemos: ¿cómo llegó el balompié hasta nuestra ciudad?

La respuesta, se encuentra en el ferrocarril. Es decir, en la presencia británica que lideró técnicamente la construcción de la línea Algeciras-Bobadilla, y que además de progreso, también nos trajo una actividad deportiva desconocida en aquella lejana época -a caballo entre el siglo XIX y el XX-, denominada foot- ball.

Todo comenzó en 1887, cuando el Plan General de La Ley de Ferrocarriles de aquel año, contemplaba la construcción de una línea bajo la denominación, de: Cádiz-Campamento.

Años atrás, en 1879 y en 1880, el alcalde de Ronda había intentado implicar al de Algeciras, Manuel Navarrete García, en el proyecto que liderado por el ingeniero Carlos Lamiable, estaba siendo impulsado por la Sociedad para el llamado Proyecto de Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, por Ronda.Pero la corporación algecireña, estaba por el proyecto aparecido en el Plan General de 1887.

El definitivo impulso al ferrocarril en Algeciras llegó con la constitución de la sociedad The Algesiras-Gibraltar Railway Company Limited, liderada por Alexander Henderson, personaje que en un corto futuro tendría un papel muy destacado en el desarrollo económico y social de la ciudad.

Por aquel entonces, Algeciras era una pequeña población de aproximadamente 15.000 habitantes, dividida en cuatro distritos, con una industria precaria y cuyo principal aval lo constituía su posición estratégica.

Las obras del ferrocarril, comenzaron el 1 de septiembre de 1888. La primera vía se colocó, en la antigua carretera entre Algeciras y Los Barrios. El acto fue celebrado, por las autoridades presentes, en el establecimiento La Marina, llamado así en recuerdo de la playa del mismo nombre, que se encontraba situada en lo que hoy es conocida popularmente como "La Acera de la Marina".

Desde un principio, los ingenieros británicos que lideraban el proyecto, entre los que se encontraban William Thomson, James Forde y el director general y abogado de la compañía., Juan Morrison Mcquenn, consideraron que el fondeadero algecireño era el lugar mas oportuno para la recepción de todo el material necesario para la construcción del ferrocarril. Esto obligó al reseñado Juan Morrison, a instalar en nuestra ciudad su oficina general; y con ello, gran parte de su equipo técnico asesor.

Desde aquel momento, comenzaron a llegar hasta el incipiente puerto algecireño de finales del siglo XIX material de todo tipo. Esto trajo consigo toda una inyección económica para la ciudad y para el resto de la comarca. El periódico rondeño "El Tajo", en su edición de 3 de marzo de 1888, expresaba: "según noticias de Algeciras, los trabajadores van aumentando de día en día en las obras de nuestro ferrocarril". El corresponsal, en su expresión (nuestro), recoge el sentir de toda la población algecireña, que había hecho del proyecto del tren algo propio.

La presencia británica en nuestra ciudad, iba en aumento. El día 13 de diciembre de 1890, según un escrito del Gobierno Civil de Cádiz, dirigido a la Dirección General de Obras, comienza a circular el ferrocarril.

La puesta en marcha del ferrocarril, lejos de mermar la presencia inglesa en Algeciras, creo las condiciones necesarias para una importante actividad inversora, por parte de: The Algesiras-Gibraltar Railway Company Limited -previamente proyectadas-, lo cual se verá plasmado en la ciudad, con la construcción del hotel Reina Cristina, la compra de los vapores (Margarita, Enrique y Elvira), que conformarían la línea Algeciras-Gibraltar; así como otras serie de infraestructuras, complementarias con la presencia del ferrocarril. Todo esto, significó una notable influencia británica en la zona urbana afectada por el tren. Tan patente era el citado influjo, que el poeta Rubén Darío, al visitar la ciudad en aquella época, dudó irónicamente, de que estuviera en España.

La importante infraestructura realizada principalmente con capital británico, exigió la presencia de una serie de técnicos de aquella nacionalidad, que fijaron su residencia en nuestra ciudad. Por Aquel entonces, la The Algesiras-Gibraltar Railway Company Limited contaba en Algeciras con el siguiente organigrama: director general, Juan Morrison; jefe de material y tracción, R. Black; jefe de vías y obras, Ernest C. Coombe; jefe de sección, F. W. Vereker; jefe de contabilidad, Eulogio Polinario; jefe de almacenes, Juan Ríos y secretario y cajero, J. A. Garbarino.

Y es precisamente el jefe de vías y obras de la citada compañía, el súbdito británico, Ernest C. Coombe, el que en 1902, se dirige al Ayuntamiento de Algeciras, solicitando licencia municipal para establecer "un campo de juego de pelota", a la espalda del tejar y huerta de Duarte (en el lado oeste de hotel Reina Cristina), para practicar el citado juego. El pleno del Ayuntamiento, reunido el 25 de mayo de aquel año, se niega a la petición: "por ser propiedad del común de los vecinos y no poderse dar en usufructo". La citada petición, además de ser el documento mas antiguo encontrado hasta el momento que demuestra la práctica del fútbol en Algeciras, también pone de manifiesto, que el fútbol llegó con anterioridad a la fecha de solicitud para el reseñado "campo de pelota"; evidentemente, el ingeniero Coombe realizaría la petición cuando ya contaba con los necesarios compañeros, para la práctica del foot-ball.

¿Por que Coombe, elige un terreno cercano a la actual calle Alexander Henderson?. Aunque si bien Algeciras en aquella época, contaba con sobrado espacio público para la práctica del fútbol, también no es menos cierto, que en las cercanías del hotel Reina Cristina, pocos años atrás, había comenzado un proceso de urbanización muy peculiar, dado que los residentes que allí se asientan, son en su mayoría de habla inglesa. Luego, es lógico pensar que aquellos primeros practicantes del foot-ball en nuestra ciudad, bien podían ser vecinos de la citada zona anglófona; incluidos ¿por qué no?, los propios clientes británicos del hotel Reina Cristina o del hotel Londres, posteriormente llamado Anglo-Hispano. Surge otra pregunta, ¿contaría el ingeniero Coombe, con algún algecireño entre los jugadores que conformaba su equipo?, quizás algún día, tengamos la respuesta.

Lo cierto, es que un lejano día de hace 108 años, un súbdito británico, de modo oficial a través de su petición a la administración municipal de entonces, introdujo el foot-ball en nuestra ciudad. Posteriormente, será tal el auge que en poco tiempo tomará "el juego de pelota", que su seguimiento rivalizará con la tradicional afición taurina. Ambas aficiones, curiosamente, encontraran en El Calvario (hoy Avd. Blas Infante), su lugar de esparcimiento (ya sea a través de La Perseverancia en el caso de los taurómacos; o en "el campo de pelota" del Calvario, para los futbolistas). Unos años más tarde (1912), nacerá el Algeciras F. C. Pero esa es otra historia.

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