"Es una estupidez que se piense que soy el enchufado del míster"

Rubén Cuesta. Centrocampista de la Real Balompédica

El futbolista cordobés de la Balompédica, que asume que no ha brillado durante la pretemporada, se muestra convencido de que irá "a más" y recalca que no se podrá poner nunca en duda su compromiso "ni con el vestuario ni con la entidad"

"Es una estupidez que se piense que soy el enchufado del míster"
"Es una estupidez que se piense que soy el enchufado del míster"
Rubén Almagro / La Línea

29 de agosto 2012 - 07:21

La composición del doble pivote se ha convertido en el epicentro de los debates en torno a la Real Balompédica, a pesar de que el bloque albinegro arrancó la competición con un triunfo. La incorporación el pasado jueves del coriano Curro ayudó a acrecentar las dudas en torno al jugador, Rubén Cuesta, que llegó para tomar la manija y acabar con la leyenda negra que acompaña desde hace muchas temporadas a ese plaza de director de orquesta. El centrocampista cordobés está decidido a demostrar que no es un enchufado del entrenador y -en una entrevista tensa que acaba con un fuerte apretón de manos- pide tiempo... y respeto.

-¿Es consciente Rubén Cuesta de que está siendo el objetivo de las críticas más duras, especialmente en la pretemporada?

-Esto es fútbol y a los jugadores no se les debe valorar ahora, sino al final de la temporada. La opinión de los periodistas o de la gente que no está en la caseta es muy respetable, pero yo estoy tranquilo porque estoy haciendo un buen trabajo en los entrenamientos y estoy convencido de que iré a más.

-Porque usted ¿es de los que tarda en encontrar la forma?

-Lo mismo me cuesta un poco más que a otros jugadores y quizás por eso estoy más tranquilo. El míster habló conmigo la semana pasada y me dijo que estaba contento con mi trabajo y el tema de los partidos es algo que tiene que verse con el tiempo.

-Tampoco es que sea fácil entrar en un once que lleva meses funcionando.

-Pero eso es bueno, la competencia sana en un vestuario es lo que hace que un equipo acabe arriba. Si jugar resulta fácil, es malo para el grupo y aquí es difícil, muy difícil tener minutos.

-Paradójicamente el sábado ante el Sanluqueño Rubén Cuesta pareció mejor jugador que durante el verano ¿Usted también se quedó con la sensación de que había jugado sus momentos más brillantes en La Línea?

-Sí. Es que los partidos de pretemporada no dejan una imagen real. La motivación, el ambiente, los continuos cambios... además uno está en pleno proceso de adaptación, porque cambias de hábitos, de ciudad... y todo eso hay que tenerlo en cuenta. Es verdad que ante el Sanluqueño me encontré a gusto y no puedo prometer que las cosas me vayan a salir bien, pero lo que nadie va a poder poner en duda va a ser mi compromiso con el vestuario y con la entidad. Por correr y trabajar no quedará.

-Oiga, cuando un club, a dos días de que comience la competición firma a otro jugador para la misma demarcación que uno ocupa [fue el caso de Curro, contratado por la Balona el jueves pasado] ¿entra mucha mala leche?

-No, en absoluto. No tengo por qué mosquearme. Igual es que no entiendo la pregunta pero ¿por qué debería extrañarme?

-Porque el club firma a Rubén Cuesta para que se haga cargo de la dirección del juego del equipo y dos meses después contrata a otro para eso mismo. Me va a perdonar, pero raro es.

-Igual en el club consideraron que la Liga es larga y que sólo había un jugador de mi perfil en la plantilla, así que en previsión de que pudiese pasarme algo vieron a un compañero de características similares en el mercado y lo firmaron para apuntalar el bloque. También hay varios pivotes defensivos y no he visto ni leído nada al respecto. No creo que haya nada raro en que haya dos jugadores semejantes en una plantilla, de verdad.

-¿Cuántas veces le ha llegado al oído lo de que es el protegido del entrenador porque fue Rafa Escobar el que le trajo a la Balona?

-Oirlo lo he oído, pero a esa gente yo le explicaría que llevo trece años como futbolista y he escuchado muchas cosas, unas buenas y otras no tanto. Ha habido temporadas en las que me firmó el club, otras los entrenadores, otras los secretarios técnicos y el rendimiento no varía en función de eso, porque yo siempre intento dar lo máximo. Francamente, a mí me parece una estupidez.

- Entonces ¿logrará convencer a la grada de que su fichaje está más que justificado?

-Ya digo que llevo trece años jugando a nivel profesional, pero está claro que aquí aún debo demostrar cosas, porque la gente no me conoce. Aquí no cuenta lo que yo haya hecho antes porque cuando llegas a un club tienes que justificar el por qué de tu fichaje. También es verdad que queda muchísimo, porque sólo ha pasado una jornada, y que yo tengo muchas ganas. La temporada es larga, habrá momentos para todos y habrá que aprovecharlos para no perder más el sitio.

-¿Ya le han contado que su puesto parece estar maldito en la Balompédica?

-Algo me dijeron cuando firmé. Lo mismo parece que pasaba con el puesto de portero. Claro que he escuchado algo, pero ni me pesa ni estoy pendiente de eso.

-Pues igual por culpa de eso se le examina más con lupa.

-Pues puede ser. Igual la pretemporada no ha sido espectacular, pero es que el verano sirve para coger el ritmo y para adaptarte al grupo, poco más. Hacer una valoración, buena o mala, en el mes de agosto es muy arriesgado. Ya el otro día me sentí más a gusto, hice lo que me pidió el míster y para eso estoy para ayudar al equipo sea de titular o de suplente.

-Sea sincero, a lo largo de la conversación ¿cuántas veces ha pensado a este tío acabo dándole un guantazo y cuántas a ver si me vuelve a preguntar eso en enero?

-[Rubén Cuesta, muy serio durante toda la entrevista, esboza al fin una sonrisa]. No hombre no... Vamos a ver, soy sincero, yo no soy mucho de leer periódicos, pero es verdad que te llega y todo el mundo prefiere que se hable bien de uno, tanto en la vida normal como en la deportiva. Cuando se me ha mencioando en tono crítico [está claro que se refiere a este diario en alguno de los partidos de preparación] se va uno con la mosca detras de la oreja, pero yo estoy súper tranquilo, feliz. ¿Las preguntas? Cada uno tiene su trabajo... y sí, ojalá dentro de tres meses la gente piense lo contrario.

-Porque aún no hemos visto al mejor Rubén Cuesta ¿verdad?

-Seguro que no. Llevo varias temporadas haciendo las cosas bien, ascendí con el Guadalajara, la temporada pasada jugué casi todos los partidos, yo me siento tranquilo, físicamente me encuentro bien y espero seguir creciendo. Me adapto del todo a lo que el míster quiere y así acabará por verse al mejor Rubén Cuesta.

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