Emocionado y reconocido por una campaña para enmarcar. El técnico de la Balompédcia, Rafa Escobar, no paró de recibir besos y abrazos tras consumar el salto de categoría. Un logro a su juicio "justísimo" y compartido con una afición "que nos llevó en volandas en los momentos más difíciles". 

"Hemos sido tremendamente superiores a un grandísimo equipo como es el Tudelano, hemos tenido el acierto que no tuvimos el otro día-explicó Esocbar en rueda de presa-. Hemos hecho un partido con mucha cabeza, los primeros minutos eran complicados por el ambientazo en las gradas, el colorido. Podía pasarnos factura", confesó. 

"Pero a partir del 1-0 nos tranquilizamos, cogimos confianza y en todas las facetas fuimos superiores al rival. Ellos tuvieron ese triple palo, pero también tuvimos nosotros dos palos en Tudela", apuntó.

"Este ascenso es la guinda a un año sobresaliente, gracias a esta plantilla, que hay que ponerle un monumento", manifestó. "Al principio pocos creíamos en esto, pero a base de trabajo y humildad lo hemos conseguido", subrayó.

Escobar se acordó de los suyos y de la afición. "Me acuerdo de mis padres, mi mujer, mi niña... de muchísima gente que sufren en silencio", reconoció. "He visto a mucha gente con lágrimas en los ojos, es la máxima satisfacción que el fútbol me podía dar. Creo que me lo debía", afirmó. 

"Ahora estoy en paz con esta afición que siempre  me ha apoyado y que por fin he podido devolverles todo el cariño con el que ellos me acogieron desde el primer día, cuando llegué en aquella temporada 1998-99, me acordaré siempre", matizó sincero.

Rafa elogió a su oponente y no entró a valorar las palabras del entrenador rival. "Estoy seguro de que el Tudelano pasará los dos próximas eliminatorias y será de Segunda B porque tiene un gran equipo. Respeto todas las opiniones, pero insisto en que creo que hemos sido justísimos ganadores y merecedores del ascenso".