La Roda-Algeciras

No da para más: a jugar la promoción (0-0)

  • El Algeciras especula con su resultado y el de los rivales directos, empata en un horrible partido ante La Roda y alarga su agonía Los albirrojos, que nunca van a por el partido, tiran dos veces a puerta

Un especulador e incapaz Algeciras Club de Fútbol jugará la fase de permanencia para intentar, si es que puede, no bajar a Tercera división un año después de ascender. No da para más. Un equipo físicamente muerto y un cuerpo técnico que jugó con los resultados de los otros partidos más que con el suyo entregaron ayer al equipo albirrojo y a su afición a la tortura de una eliminatoria. Frases como "no vamos a bajar ni vamos a jugar la promoción", "vamos a ir a ganar" o "nos tienen que matar para que no nos salvemos" quedaron ayer en evidencia tras un pésimo encuentro en el que los de Manolo Sanlúcar tiraron dos veces entre los tres palos de la meta de La Roda, en el que en ningún momento fueron a ganar y jamás tuvieron la actitud de jugarse una final. 

 

El Algeciras no ha estado en toda la temporada ni en descenso ni en promoción pero ahí es donde ha acabado por deméritos propios, por una segunda vuelta lamentable, merecedora a todas luces de ese destino. El equipo que estuvo en el bombo de los sueños de la Copa del Rey estará hoy (16:30) en el  de la temible promoción junto al Caudal Deportivo de Mieres (¿les suena?) y los filiales Atlético de Madrid B y Valencia Mestalla. Ahí es donde los jugadores y sobre todo el entrenador tienen que ganarse el crédito dilapidado en los últimos meses y salvar al club de una caída leta.   

 

La decepción entre los algeciristas fue tremenda, la que es cuando te fallan en los que crees. Una sensación de haber vivido ya esta situación que la mayoría de jugadores y el cuerpo técnico posiblemente no entiendan porque ellos no lo han vivido. Y gracias. Porque en La Roda, donde no pasó del empate a cero, pudo ser peor. Si no es por las intervenciones de Jesús Romero, el conjunto albirrojo está hoy mismo en Tercera división.

 

El partido perpetrado ayer por los de rojo y blanco -vistieron de negro- en tierras albaceteñas es un reflejo del último tramo de competición. Físicamente incapacitado para soportar un encuentro de esa importancia, con temor a perder cualquier batalla, con una mentalidad perdedora, pendiente a que los demás hagan el trabajo por él y dando sensación de querer y no poder.

 

El miedo y las intenciones se palparon sólo con leer la alineación. El mediocentro lo formaron Berlanga y Parada, el que sirve para reforzarlo defensivamente pero que deja huérfano de creación al conjunto. Y Mario en el banquillo. Sólo cuando salió el algecireño al campo se vio algo de luz en ataque, ya a la desesperada. Arriba, por cierto, solo ante el peligro estaba Alfaro, que volvió a hacer lo poco que pudo. Melchor sólo lo intentó al final, con el tiempo ya cumplido pero Bocanegra salvó con un paradón en el que pudo ser el tanto de la salvación.

 

La Roda dominó territorialmente en la primera parte. Puso más intención, ganó segundas jugadas más a menudo, provocó más cosas cerca del área mientras que no se vio ese espíritu de los cochinos de un equipo al que le superaba el balón, el tiempo y la situación. Romero salvó varios remates muy cerca de la portería. Mientras, Javi Chico, que físicamente está mal y lo nota todo el equipo, tuvo una internada en el área que acabó con un inocente disparo. El capitán se lamentó porque la ocasión era de oro. 

 

Ni cuando la intensidad de La Roda disminuyó, el Algeciras fue a morder. 

 

La segunda parte, que comenzó tarde porque una de las porterías tenía la red rota, no cambió demasiado. Si en la primera parte los de Sanlúcar jugaron con los marcadores rivales, en la segunda parte fue descarado. Jugaron con el marcador del Arroyo, que ganó su partido ante el Córdoba B con uno menos, hizo su trabajo y provocó un cuádruple empate que metió al Algeciras en promoción. Pero fue el conjunto de La Menacha el que se metió solo en promoción. 

 

Cuando supo del gol del Arroyo llegaron las prisas, los nervios y la agonía, que se apoderaron de un equipo que se puso el corazón al servicio del triunfo por primera vez en toda la tarde. Pero fue tarde, muy tarde. Con La Roda ya entregada, sabiéndose descendida, los de Sanlúcar cercaron el área pero ni Javi Chico, ni Javi Fernández ni Melchor, que realizó el único tiro serio del partido para los visitantes, cambiaron el destino totalmente merecido.

 

El fútbol ajustició la segunda vuelta del Algeciras y el mal partido de ayer pero le da una última oportundiad. Porque el Algeciras, a pesar de lo que decían las caras de los algeciristas, no ha descendido, tiene otra oportunidad. Ahora sí, la última.

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