Eso es todo amigos (3-1)
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La Balona, que acaricia la posibilidad de ir a la Copa durante el primer tiempo, termina la temporada con una merecida derrota ante un campeón 'light' Los errores defensivos penalizan una vez más a los de La Línea
Menos mal que acabó la temporada y más aún que para la Balona había terminado de facto una semana antes, porque la despedida fue de esas que no merece la pena recordar. Los suplentes del campeón, UCAM Murcia, se bastaron para derrotar a la Balompédica en la última jornada y para poner de manifiesto -una vez más y van...- que los 51 goles que ha encajado el equipo de La Línea durante la Liga no son, precisamente, la consecuencia de una maldición, sino de un desbarajuste defensivo al que no ha sido capaz de poner freno ni Manolo Ruiz. Ahora que el telón ha caído y con final medianamente feliz la entidad está obligada a hacer la autopsia a la situación y a tomar cuantas medidas sean posibles, por muy dolorosas que puedan resultar, para que la campaña próxima no se convierta en un nuevo vía crucis en el apartado defensivo.
Los albinegros, que acariciaron por momentos la posibilidad de acabar como los sextos no filiales del grupo IV y soñar con una gentileza de la Federación para jugar la próxima edición de la Copa -la clasificación de los otros grupos le impedía hacerlo de pleno derecho- terminaron la temporada undécimos y sin más cábalas por hacer que las del inminente comienzo de las vacaciones.
UCAM y Balona escenificaron una primera parte de perfil bajo. El conjunto de casa tenía más tiempo el balón, pero eran los linenses los que demostraban más mordiente. De hecho a los diez minutos el meta Buba se la jugó en una salida en la que derribó a Stoichkov justo al borde del área y en la que se salvó de la expulsión por poquito, por muy poquito. Tres después se tuvo que emplear a fondo para detener un disparo de Juampe. Pasado el cuarto de hora llegaba la primera oportunidad de los universitarios, con un intento de vaselina de Iván Aguilar tras una gran asistencia de Isi Ros.
El partido se siguió desarrollando con el mismo guión: fútbol control por parte del UCAM y la Balompédica dejándose ver por el área contraria. Y un soberano aburrimiento, dicho sea de paso.
En el 21' Stoichkov desaprovechó una oportunidad de oro en un mano a mano tras una magnífica asistencia de Ismael Chico, pero su disparo se fue cruzado. Y justo cuando se cumplía la media hora el propio capitán albinegro, Juampe y Stoichkov se asociaron para hacer llegar el cuero a José Ramón, que golpeó con rosca y colocó junto al palo. Un auténtico golazo.
El 0-1 -sumado al resto de los resultados que se estaban dando en los partidos del grupo- dejaba en ese momento una puerta abierta al sueño copero, pero el campeón se desperezó cuando se vio por detrás y en el 39' Isi Ros aprovechó la falta de contundencia de Manu Palancar y después de recorrer una pila de metros sin ser obstaculizado, se la entregó a Iván Aguilar, totalmente desmarcado, que anotó casi sin oposición.
La segunda mitad arrancó con un cambio en el cuadro balono (Carlos Guerra entró en lugar de Joe, lesionado) y dos en el conjunto universitario.
La realidad es que después del descanso sólo existió el conjunto de casa, que pudo adelantarse en el 48', pero Olmo sacó bajo palos un remate de Isi Ros, que le sacó los colores a la retaguardia balona durante toda la tarde.
Carlos Guerra se adelantó a todos en un córner, pero su testarazo golpeó en la cabeza de un defensa. Era el último avisó de una Balona que poco a poco iba desapareciendo y que en el 60' ya se vio por detrás en el luminoso. Álex Rubio se la dio en ventaja a Isi Ros, que aprovechó para poner la guinda a su sensacional actuación con una perfecta vaselina.
Lo que quedaba de tarde se hizo indigerible para la Balompédica, que primero vio como Álex Rubio estrellaba el esférico en el cuerpo de Lolo Soler y como a un cuarto de hora del final llegaba la sentencia, cuando Jesús Rubio remataba a placer una bonita asistencia de Iván Aguilar de tacón.
La temporada que siempre quedará en el recuerdo de los buenos balonos porque vivieron el sueño copero acaba y llega el tiempo de la reflexión y del imprescindible cambio. Afortunadamente, eso sí, sin sobresaltos y en la Segunda división B.
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