"Los viajes en aquellos tiempos eran una locura"

Algeciras/La vida y el fútbol han experimentado una importante transformación en los últimos 40 años. Es el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que el Algeciras CF visitó el estadio Rico Pérez de Alicante para jugar contra el Hércules CF. Pablo Sánchez es uno de los algecireños que se enfudó la rojiblanca aquella última vez, uno de los protagonistas de aquella plantilla con un acento muy local y poblada de nombres archiconocidos para el algecirismo. Veteranos y jóvenes se juntaron en aquel Algeciras 1988/89 en la antigua Segunda B. Pablo, que tuvo una dilatada y exitosa carrera como futbolista profesional, rememora aquel partido que este próximo domingo se reeditará con los dos históricos clubes en la Primera Federación.

"Recuerdo que perdimos 1-0 a pesar de que hicimos un buen partido", desempolva la memoria el algecireño, que ahora ejerce en su tierra como profesor de Primaria. "Me acuerdo del Rico Pérez, un campo de Primera División que además venía de haber sido una de las sedes del Mundial del 82, un campazo", prosigue.

"Jugamos bastante bien contra el Hércules, no merecimos perder", sostiene Pablo, por entonces un jovencísimo y prometedor defensa central, que pronto echaría a volar para hacer carrera en el Real Valladolidad, el Málaga, el Numancia (aquella histórico eliminatoria de la Copa del Rey), el Ceuta... antes de colgar las botas y emprender su periplo como entrenador. Como técnico, Sánchez tuvo la oportunidad de dirigir a los algeciristas en Tercera en un proyecto que se quedó a las puertas de luchar por el ansiado regreso al fútbol de bronce.

El algecireño entiende que el partido ante el Hércules en Alicante "fue un claro ejemplo" de la tónica vivida aquella andadua 88/89: "Éramos un equipo con mucha gente de Algeciras y algunos jugadores de la comarca. No hacíamos mal juego, jugábamos bastante bien, pero no teníamos suerte y ese partido fue un claro ejemplo de aquel año, que fue el del descenso", explica Pablo.

"Ese año subió el Levante, que era el mejorcito", opina Pablo, que considera que todo lo vinculado con el fútbol de aquel tiempo y el de ahora ha cambiado una enormidad, sobre todo la logística: "Los viajes eran una locura", asegura. "Desplazamientos kilométricos, muchos a aquella zona de la Comunidad Valenciana, viajes de 10-12 horas en autobús. Teníamos que salir el viernes para llegar el sábado para poder dormir y jugar el domingo". No eran habituales los trenes ni los aviones para desplazarse como ahora hacen muchos clubes a estos niveles, mucho menos entre los equipos más humildes.

Tirando de memoria rápida, Pablo Sánchez saca de un tirón casi toda la plantilla: "Villa y Rafa de porteros, con Antonio Ocaña de tercer portero, que debutó precisamente en Alicante; me acuerdo porque éramos de la misma edad; también estaban Curro, Ocaña lateral, Quico, los hermanos Almenara, Mateíto, Elorduy, Ángel, Ortiz, Cacheira de La Línea, Julio Cabello, Platero grande, Álvarez, Fernandito Gallego, Paquito, Marcelino de Tarifa... Éramos un equipo de gente de la casa y algunos jugadores de la zona", remarca Pablo. Algunos de estos futbolistas habían participado un año antes -en junio de 1988- en el ascenso celebrado frente al Cádiz B.