Bombazo de última hora en el Nuevo Mirador. El portero Jesús Romero ha cerrado su marcha del Algeciras CF y ya es nuevo jugador del Europa FC de Gibraltar. El Gato se va del equipo de Salva Ballesta o ha sido invitado a salir, que cada cual lo juzgue como quiera. La realidad es que los albirrojos apuestan al 100% por Guille Vallejo y se desprenden de uno de sus capitanes, el héroe del último ascenso y un algecireño de adopción adorado por la afición que ya forma parte de la historia de la entidad.

Había un runrún continuo, un río de rumores que no cesaba y un hablar con la boca pequeña de casi todo el mundo, pero al final se ha convertido en realidad. Jesús Romero sale de la disciplina algecirista a pocos días del cierre del mercado en la Segunda división B. El guardameta quería quedarse, quería pelear por los guantes, quería sacarse la espinita de la pasada temporada, cuando una lesión y una cadena de errores en los despachos le dejaron sin jugar con los albirrojos y tuvo que salir cedido a Ceuta en enero.

Pero no podrá ser ahora. Romero, que se siente como en casa en Algeciras, ha conseguido encontrar al menos un destino cercano al otro lado de la Verja con un proyecto atractivo como el del Europa que entrena Rafa Escobar (ex de Balona y UD Los Barrios), un lugar donde el caramelo de poder jugar competición europea endulza todo lo que falta durante la temporada doméstica.

Muchos aficionados se preguntarán de manera legítima por qué renovó el Algeciras a Jesús Romero el pasado mes de julio si no entraba en los planes de Salva Ballesta. A cuento de qué ese numerito, ese anuncio que hizo tanta ilusión a la hinchada. Ahí queda la pregunta para el director deportivo, Daniel Alejo, el máximo responsable de la confección de la plantilla 20-21.

El Algeciras se queda en la portería con Guille Vallejo, su apuesta, y el joven Gonzalo Piña, con ficha sub-23. Habrá que ver si el club maniobra para incorporar a algún arquero más o se decide a afrontar el primer año del Covid con solo dos guardavallas.

La marcha de Romero responde a la necesidad de hacer hueco en un plantel donde ya había 16 jugadores mayores de 23 años y falta por encajar, por lo pronto, al mediocentro Armando Corbalán. Y puede que este movimiento no sea el último porque el club anda tras un extremo.