Cuando fichar en invierno sí dio resultado en el Algeciras

Algeciras CF

El mercado de invierno suele deparar más decepciones que alegrías, pero en el Nuevo Mirador hay algunos ejemplos recientes de éxito como Moussa, Yago, Karim, Javi Jiménez, Borja Vicent, Andrés Armada...

Moussa Sidibé, en su presentación con el Algeciras.
Moussa Sidibé, en su presentación con el Algeciras. / Erasmo Fenoy

El mercado de fichajes de invierno suele estar lleno de trampas, de más apuestas arriesgadas que realidades. El Algeciras CF lo sabe bien y lo ha experimentado infinidad de veces en los últimos años. Los albirrojos, como la gran mayoría de los equipos, han tenido que echar mano a refuerzos a mitad de temporada prácticamente desde siempre. Cuando no por necesidad, por revulsivo o incluso por capricho, según las circunstancias en esa montaña rusa que ha sido este club en lo que va de siglo. Y si bien es verdad que la mayoría de los fichajes pasaron con más penas que gloria, el Algeciras también tiene ejemplos de futbolistas que llegaron en invierno y rindieron desde el primer día. Algunos, además, calaron hondo en el algecirismo.

La pasada campaña sirve de poco para defender las bondades del mercado de invierno. El Algeciras, en su primera andadura en la Primera Federación, apostó fuerte en enero con varios movimientos en la plantilla de Iván Ania y con la llegada de nombres propios que ilusionaron a la hinchada como Alberto Bueno o el portugués Renato, dos jugadores consagrados con una trayectoria sobrada en superior categoría. Ni uno ni otro se acercó a lo esperado. Tampoco cuajaron jóvenes como Robles y Yannis, y al algecireño Juan Serrano apenas se le dio bola en su regreso a casa. Lo más curioso es que el Algeciras no apuntaló la defensa tras la marcha forzada de Robin. El mejor fichaje de invierno del Algeciras la pasada temporada llegó un poco antes del frío y vino libre. Con Ferni sí acertó de pleno la parcela deportiva albirrojo.

La 20/21, la temporada que el Algeciras acarició el ascenso a Segunda en Almendralejo, tampoco se puede rescatar gran cosa de un invierno en el que aterrizó Canillas como apuesta para el ataque, aunque sí abrió la puerta a un Jordi Figueras que se subió en un barco en el que ahora es uno de los veteranos importantes.

Pero no todo es malo en el mercado de invierno. El Algeciras puede mirar atrás y acordarse, sin ir muy lejos, del mes de enero de 2020 cuando junto a Salva Ballesta llegaron jugadores como Yago Pérez, Bijimine, Marc Llinares o el portero Javi Jiménez. Esos refuerzos cambiaron la cara de un equipo que empezó a creer en la permanencia en la Segunda B. Se notó especialmente en la portería, un puesto que el excéntrico Jiménez agarró desde el primer minuto. La crisis del coronavirus en marzo de ese año suspendió todo y dejó la eterna incógnita: ¿se habría salvado aquel Algeciras? Todo indicaba a que sí.

Otro invierno clave fue el que desembarcó Emilio Fajardo para reflotar una nave que se hundía de nuevo en Tercera división. Tras él vinieron un reguero de fichajes no se sabe cómo ni con qué dinero. Karim Abubukar vino cargado de goles y Borja Vicent dio tablas y oficio a un equipo que contra todo pronóstico se metió en el playoff in extremis y ascendió en Socuéllamos en junio de 2019 tras una liguilla excepcional.

El mismo Algeciras que era capaz de fichar a un supuesto artillero sin más referencias que un vídeo, como ocurrió como el argentino Solferino, ese mismo Algeciras era capaz de encontrar una pipita de oro como Moussa Sidibé. El extremo resultó un revulsivo enorme que ayudó al equipo de Asián a luchar por el ascenso a Segunda B con una plantilla muy limitada y sin gol que alcanzó hasta que que se cruzó por el camino un gigante como el Ibiza.

Buceando mucho más atrás en el tiempo, a esa primera década del 2000 vienen a la memoria nombres como el cordobés Andrés Armada, que en su primera etapa recaló en invierno y después lo haría en una segunda. Un delantero carismático donde los haya. Otros fichajes que impactaron en su día no tuvieron fortuna con las lesiones, caso de Quique Romero, que recaló desde el Recreativo de Huelva para intentar salvar la nave en aquella última andadura en Segunda.

A buen seguro que cada aficionado tiene a su favoritos en el recuerdo y los más veteranos podrían sacar a la palestra nombres que en décadas doradas como la de los 70 o los 80 dejaron huella en el Mirador o algunos otros que ayudaron en los 90 a bajar al barro para devolver al Algeciras adonde merecía.

Valgan estos pocos ejemplos para ilustrar un mercado de invierno en el que suele ser difícil acertar pero siempre existe la posibilidad de dar con un futbolista que marque la diferencia, tapa esa carencia o dé el saltito de calidad que se busca.

Ramón Robert, el director general del Algeciras, es el máximo responsable en estos momentos para decidir cuánto puede arriesgar el club en esta ventana. Miguel León, el director deportivo, será el encargado de presentar las opciones, ponerlas sobre la mesa e intentar dar en el clavo.

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