Año nuevo, vida nueva. El Algeciras CF comienza la temporada 23/24 sumando su primer punto contra viento y marea en Palma ante el Atlético Baleares en un partido muy ajustado que no se resolvió hasta el final.

La fuerte borrasca que azotó este domingo las islas Baleares marcó las horas previas al inicio, con una tromba de agua que llegó a hacer dudar a algún aficionado de si se llegaría a jugar el partido, aunque éste comenzó en tiempo y forma. Según lo previsto.

Para abrir el curso, Lolo Escobar pintó un primer once que casi calcó las previsiones de la mayor parte de la afición algecirista, siguiendo la tendencia de lo visto en pretemporada. La única duda, la de Zequi y el cumpleañero David Martín, se resolvió a favor del sanluqueño.

Las dificultades climáticas complicaron mucho el juego, especialmente en los minutos iniciales, cuando los balones altos se frenaban y cambiaban de trayectoria a placer de las fuertes rachas de viento que azotaron el Estadio Balear durante la primera mitad.

Ese primer periodo no fue precisamente una tormenta de ocasiones. Locales y visitantes tuvieron varios acercamientos, aunque ninguno llegó a disponer de una ocasión manifiesta de gol. De hecho, hubo que esperar media hora para que los de Lolo Escobar generasen peligro real, después de que Rafa Roldán presionase en ataque para robarle el balón a Juanra y entrase al área, pero no atinó a combinar con un desaparecido Javi Cueto ante la presión de la defensa.

Más allá de algunos saques de esquina o faltas colgadas al área, todas solventadas con despejes o bloqueos por Lucho García, los baleáricos no gozaron de ningún disparo que complicase en exceso al guardameta algecirista.

Pese a la ausencia de peligro, parecía que el juego se estableció más en la mitad albirroja del campo, con robos y pérdidas por parte de uno y otro equipo. Los de Escobar, con Zequi como único activo que generaba algo diferente en un momento donde los de La Menacha pedían a gritos desequilibrio.

La segunda entrega comenzó con más movimiento que la primera, incluso se vieron ocasiones que metieron más miedo que peligro llevaban. Miguelete y Zequi probaron suerte desde fuera del área, pero ninguno consiguió acertar a la portería. Lucho permitió que el jerezano del Baleares tuviera una clara tras un pase de los que no se pueden regalar al rival y que acabó en una vaselina alta que metió el susto en el cuerpo.

El equipo albirrojo comenzó a soltarse y a avanzar metros sobre el verde del Estadio Balear, permitiendo alejar el juego de los dominios de Lucho. Con los primeros cambios -entraron Martín y Marino y salieron  Cueto y Esteban- el Algeciras ganó en fluidez y encadenó buenas combinaciones, llegando a pisar el área con Iván como falso nueve.

Fruto de esa mejoría, llegó el tanto albirrojo. A la salida de un córner, Borja Fernández fue el más listo de la clase y aprovechó un barullo en el área para rebañar la pelota y ponerla en la portería de Jero Lario y adelantar a su equipo en el marcador. Primer gol del Algeciras en liga desde el 29 de abril.

Armando pisó área y tuvo la mejor de su equipo hasta el momento, sorteando a tres defensas y disparando al cuerpo de Lucho García, que repelió el disparo. Los locales quisieron aprovechar y apretaron al Algeciras, poniendo en apuros a los de Escobar en varias ocasiones.

A raíz de esta mejoría del Baleares, el canterano Piera puso un centro preciso desde la banda que el veterano David Rodríguez cabeceó a la perfección, poniéndola donde Lucho no pudo llegar. Era el empate.

Quiso mantener el pie en el acelerador el cuadro de Tato García, que prolongó la presión sobre el área algecirista. Alarcón estuvo cerca de culminar la remontada con una falta ejecutada a la perfección en el 89' desde la frontal que Lucho repelió con una gran estirada.

El Algeciras, que respiró tranquilo cuando el colegiado pitó el final, se lleva un valioso botín y estrena su casillero en la primera jornada. Quedan 37 partidos y mil y una aventuras por delante para Escobar y sus chicos.