Lo mejor en el Algeciras CF está por venir. Es la sensación que desprende Tomás, uno de los capitanes del vestuario albirrojo y uno de los estandartes del proyecto deportivo que arrancó el pasado verano con la era Félix Sancho. El futbolista algecireño hace balance de una temporada que estuvo a punto de acabar con el premio gordo del playoff de ascenso y hace un llamamiento a los fieles para que empujen a toda la ciudad a llenar el Nuevo Mirador y vivir la fiesta del fútbol en rojo y blanco.

Tomás Sánchez apura en casa las vacaciones, rodeado de su gente y en las playas algecireñas, pero ya mira de reojo al comienzo de la pretemporada de una campaña llamada a ser ilusionante. El zurdo enfila su segundo año como algecirista con el firme propósito de "ir a más" en los objetivos de un equipo que seguirá a las órdenes de Iván Ania con la columna vertebral de la última plantilla.

El haberse quedado a las puertas de pelear el ascenso es algo que todavía permanece en la mente de los jugadores algeciristas, que como los aficionados se acuerdan de la alineación indebida del Castilla y la polémica resolución de Competición y Apelación. Estuvo tan cerca... "Creo que tanto equipo como afición pensaban que si hubiera durado dos jornadas más la liga, hubiéramos entrado al playoff al 100%... Aún así ha sido un gran año", valora Tomás.

El lateral algecireño fue, en una opinión mayoritaria, uno de los jugadores más regulares del Algeciras, uno de los más valorados. El zurdo se hizo con su banda y no la soltó. "Es verdad que terminé muy bien, pero creo que todo el equipo acabó a un nivel muy alto", afirma Tomás, que una vez más vuelve a quedarse con la sensación de que el Algeciras mereció algo más.

Para Tomás, uno de los secretos de la estabilidad algecirista durante la competición, fue el clima creado entre cuerpo técnico y jugadores. "En mi opinión creo que ha sido uno de los mejores vestuarios en los que he estado en todos los sentidos y eso se refleja luego en el campo", confiesa.

El algecireño lamenta "esa primera parte del campeonato" salpicada por las "muchas bajas" que lastraron al plantel de Ania, por momentos con poco más de media docena de futbolistas sanos. "El equipo compitió siempre muy bien y en todas las circunstancias, pero se notó cuando estuvimos toda la plantilla al máximo", reflexiona.

Tomás, ante el Barcelona B.

La andadura 22-23 debe partir desde la ambición sembrada el curso anterior: "El objetivo siempre es ir a más y manteniendo el bloque más algunas incorporaciones que se hagan vamos a disfrutar de otro gran año", sostiene Tomás, que acoge como un aliciente los cambios de grupos en la Primera Federación. "A primera vista es un grupo muy fuerte, creo que más fuerte que el año pasado, pero digo lo mismo que dije el primer partido de la temporada pasada: este equipo no se rinde nunca y dará guerra a cualquiera".

Lo que sí tiene claro Tomás es que el mayor activo del Algeciras en su transformación en SAD es el latido de las gradas: "Lo de la afición es increíble, en casa y cuando hemos tenido viajes cerca... Para nuestros aficionados solo tengo palabras de agradecimiento porque lo que se vive cada domingo en nuestro estadio es impresionante y lo mejor es que este año vamos a seguir disfrutando de ellos. Necesitamos que se abonen todos y que vengan más incluso", desea.

El algecireño, en su plenitud deportiva, está llamado a heredar los galones de su colega Iván Turrillo, que ya ha renovado una campaña su compromiso eterno como algecirista. ¿Retirará Tomás a Iván? "El capi tiene que seguir hasta el final. Ahora que lo estoy poniendo fino le quedan 10 años más", asegura Tomás entre risas.