Álvaro Romero se ha convertido sin esperarlo en el primer protagonista del parón navideño del Algeciras CF. El goleador albirrojo, uno de los pichichis de la Primera RFEF, es objeto de deseo del Atlético Baleares -hay un interés real por parte del club- y está en la agenda de varios clubes de Segunda que buscan alternativas en el mercado de invierno. El club del Nuevo Mirador quiere retener al sevillano, piedra angular de su proyecto, aunque asume que todo depende de la decisión del jugador, especialmente si se trata de una oferta irrechazable. El algecirismo, que adora a Romero, se mantiene en vilo.

De momento no se sabe si la intención del Baleares será el inicio de un culebrón, de un fichaje de impacto o de un interés no correspondido. El club de Palma de Mallorca se ha marcado en su hoja de ruta invernal ir a por Álvaro Romero de una manera firme, con una oferta económica para las dos partes en una operación que sabe puede ser compleja. Los de la isla, que ocupan puesto de playoff en el grupo del Algeciras, quieren ir a por todas a por el ascenso directo que otorga la primera plaza por la que ahora batallan Albacete y Villarreal B.

El Algeciras no tiene intención de vender a Romero, mucho menos a un rival de grupo. Los albirrojos hicieron un esfuerzo notable el pasado verano para que el sevillano pudiese retornar, ya con la carta de libertad del Unionistas de Salamanca, el club que lo había cedido el pasado curso. Unionistas contaba con Romero para esta campaña, pero el deseo del atacante de jugar en el Nuevo Mirador facilitó una operación en la que Félix Sancho se rascó el bolsillo.

Distinto sería si fuese un Segunda el que viniese de verdad a por Romero. En ese caso, el Algeciras sí se prestaría a escuchar ofertas a sabiendas de que el punta tendría la oportunidad de dar el salto al fútbol profesional. Todo el mundo entendería que el club abriese la puerta a uno de sus jugadores para ascender de categoría. La rumorología de la división de plata habla del interés de Fuenlabrada y Alcorcón, ambos en puestos de descenso y ambos rastreando el mercado de la Primera RFEF como una alternativa más.

¿Y qué piensa Romero de todo esto? Ahí está la clave, en saber cuál es el deseo del goleador algecirista, que siempre se ha mostrado encantado con equipo, afición y ciudad. Romero es uno de los estandartes del Algeciras en el proyecto impulsado por el burgalés Félix Sancho. La entidad apostó fuerte por él y el sevillano firmó por dos temporadas hasta 2023 con un blindaje acorde a su rol en el vestuario.

La afición idolatra al goleador, muy integrado en la ciudad

La pasada andadura Romero fue uno de los jugadores más determinantes del Algeciras CF ya que participó en casi el 70% de los goles del equipo: anotó cinco, dio siete asistencias y forzó seis penaltis. En la presente temporada, a falta de dos partidos para acabar la primera vuelta, Romero ha marcado ocho tantos en liga (casi un tercio de los 25 del bloque) y uno en la Copa, y es uno de los futbolistas más desequilibrantes en área contraria. 

Romero, de vacaciones hasta el próximo lunes al igual que sus compañeros, no se ha pronunciado de manera pública sobre el interés del Baleares así como tampoco lo ha hecho la institución. Si el sevillano desoye los cantos de sirena se acaba el culebrón. Si el Baleares le convence, tendrá que llegar a un acuerdo que contente al Algeciras. La llave, como ya se ha dicho, la tiene el jugador.

De lo que ocurra con Romero depende el devenir del mercado de invierno de un Algeciras que busca, al menos, un delantero. La opción de Nuha Marong ya se esfumó, pero por delante queda el tramo final de año y todo el mes de enero para tomar decisiones que marcarán el rumbo en la segunda vuelta.