Marbella FC - Algeciras CF | La crónica

(0-0) El Algeciras se endurece

  • El equipo de Fajardo, brillante en defensa y muy inteligente, araña un punto de valor incalculable

  • Los visitantes maniatan a un rival poderoso y disponen de sus bazas a la contra

Almenara, ante un jugador del Marbella.

Almenara, ante un jugador del Marbella. / L. O. F.

El Algeciras CF se enfundó el mono de trabajo para arañar en Marbella un punto de valor incalculable. La dulce resaca del Clásico dio paso a la versión más seria de un Algeciras brillante en defensa, solidario en el esfuerzo y muy inteligente dentro del rectángulo de juego en el Antonio Lorenzo Cuevas, uno de los pocos campos que resisten invictos en la Segunda B, un lugar donde esta temporada solo otros dos equipos habían logrado sumar ante uno de los bicharracos del grupo IV.

El empate en Marbella es un punto de seriedad, un botín que casi sabe a victoria por lo que supone puntuar donde muy pocos lo han conseguido y por lo que significa ver competir así a los chicos de Emilio Fajardo. Así sí, así este Algeciras puede lograr algún día el ansiado primer triunfo a domicilio y así seguramente esté en disposición de pelear con todo por el objetivo de la permanencia.

Fajardo y sus pupilos salen reforzados de un encuentro que no bajó el pistón ni un segundo. Si bien el duelo resultó de guante blanco (una amonestación por cada bando), Marbella y Algeciras pugnaron por someterse, lucharon por imponer sus armas, por encontrar un resquicio hacia el gol, libraron una batalla táctica muy entretenida que se llevó el técnico algecirista. Fajardo neutralizó a una maquinaria engrasada y casi perfecta como el conjunto de Cubillo.

El Algeciras saltó al Lorenzo Cuevas con cuatro retoques que hacían presagiar un equipo de corte más sufridor. Los albirrojos sabían adonde iban. Fajardo metió a Almenara y Barba en el centro del campo por Domínguez y Mario Martos, a Cerpa por el sancionado Ganet y dio descanso a un Pablo de Castro que no termina de estar al cien por cien por Braganza. El espíritu: correr sin balón, presionar muy arriba y estar prestos para salir con rapidez a la contra. Los de Fajardo se aplicaron este credo al pie de la letra. Fue como cuando una película sigue el guion línea tras línea. El Marbella, que nadie se equivoque, chocó contra un rival disciplinado, pero goza de muchísimos argumentos para amargar a cualquiera, aunque esta vez no lo consiguiera.

Los visitantes, muy arropados por sus más fieles -otra vez ejemplar la marea algecirista-, dieron el primer aviso a los cinco minutos con una contra rapidísima de Karim que se marchó de Redru y buscó disparo ante Wilfred. Ese era el plan. El Marbella llevó las manijas durante la primera media hora, pero apenas inquietó. Cerpa se encargó de maniatar a Añón, el principal catalizador y una amenaza constante a balón parado. Por eso, los costasoleños trataron de penetrar por los costados con un Samu muy participativo. Pero chocaron en hueso con Choco y Braganza.

Cerpa, Almenara, Barba y Braganza, novedades en un once más sufridor

El primer acercamiento local llegó en una falta botada por Añón que remató alto Samu en el 27. Cinco minutos después Samu disparó fuera tras una transición veloz de Bernal. La única amarilla algecirista, por una entrada de Benítez, deparó otra acción peligrosa a balón parado que Añón casi cuela en el área pequeña. La última llegada del primer acto cayó de lado visitante con una contra en la que Karim habilitó a Gonzalo Almenara. El chut del algecireño encontró la respuesta de un atento Wilfred.

El descanso llegó con el regusto del gran trabajo colectivo de un Algeciras que sabía la receta: mantener el orden y no hacer concesiones. El Marbella quiso salir en tromba al segundo periodo y Óscar García casi caza un centro diagonal. Borja Vicent daba el susto con un tirón. El desgaste estaba siendo enorme. De hecho, a renglón seguido, en el 55, el local José Cruz se rompió y se tuvo que retirar lesionado

El Algeciras disfrutó de sus mejores momentos y se acercó: Karim reclamó penalti pero da la sensación de que el cruce fue limpio. Los de Fajardo sacaron tres saques de esquina seguidos y achuchaban con un mensaje claro: "cuidado, que aquí estamos". Domínguez entró desde el banquillo por un Barba que lo dio todo y poco después Caturla suplió a un Iván vaciado. Los de casa metieron toda la artillería restante con Manel y Mustafa. Ninguno de los dos pensaba capitular en el tramo final.

El Algeciras lo intentó, sobre todo, en una contra en la que Karim dejó a Domínguez ante Wilfred, pero estaba en fuera de juego. El Marbella asustó en un córner que remató fuera Manel y apretó con centros bombeados hasta el último suspiro de los cinco minutos de añadido. Pero esta vez no se podía escapar tan merecido punto. Esta vez hasta el fútbol entendió de justicia.

Con este empate el Algeciras, que enlaza cuatro de los últimos seis puntos, se pone con 18 en la tabla. Los de Fajardo, tres por encima del Villarrubia -que perdió con el Badajoz-, siguen en puesto de promoción pero están igualados con el Sanluqueño, que este domingo se mide al San Fernando.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios