Linares - Algeciras CF | La crónica

Falta de fuelle, exceso de confianza (1-0)

  • El Algeciras sufre, en Linarejos ante un rival que expone más y mejor, su primera derrota de la segunda fase

  • Los locales, sin secuelas físicas del Covid, deciden con un gol de Chendo en el 71'

Razak salva una ocasión de Edu Ubis.

Razak salva una ocasión de Edu Ubis. / Linares Deportivo

El Algeciras CF se vino de vacío de Linarejos y con una lección que repasar: en esta categoría nadie regala nada y para sumar tienes que correr más que tu oponente. El primer viaje de la segunda fase de la temporada se saldó con la primera derrota, un revés tan mínimo como justo porque la realidad es que el Linares expuso más y mejor. El equipo de Salva Ballesta fue a hacer un partido práctico, de desgaste, de paciencia y, sin embargo, el cazador acabó cazado por un adversario que derrochó alma, carácter y fuerzas. Nadie, absolutamente nadie podría imaginarse que este Linares viene de estar dos semanas parado y acaba de dejar atrás un brote de coronavirus en su vestuario.

El Algeciras perdió una batalla pero todavía queda mucha guerra. Es la única lectura positiva tras la segunda jornada de la fase de clasificación para el playoff a LaLiga SmartBank. Bueno y también que los albirrojos siguen en la zona de privilegio, ahora terceros tras ceder la segunda plaza al Linares. El Betis Deportivo se levantó a costa del Sanluqueño y el UCAM, que tumbó al San Fernando, comienza a poner tierra de por medio como implacable líder del grupo IV.

La visita a Linarejos exigió desde el pitido inicial. Si alguien se relajó más de la cuenta o se pensaba que a los jugadores del Linares les iba a dar flato, craso error. Desde el primer momento se vio a un Linares arrogante, lanzado hacia la portería de Vallejo, con la actitud como principal arma.

El Algeciras montó el mismo once de la victoria ante el Betis Deportivo con la única novedad de Edu Ubis por Canillas en punta de lanza. Ballesta apostó por el héroe del ascenso a pesar del buen partido que venía de cuajar el malagueño. Decisión técnica. Curiosamente Edu Ubis tuvo el gol para los algeciristas a los dos minutos en un centro que metió Romero desde la derecha y abortó Razak.

El Algeciras no entró con mal pie en Linarejos pero trató de poner pausa ante un rival que quería todo lo contrario, revolucionar el campo y convertir el duelo en una ida y vuelta. Los visitantes trenzaron alguna jugada como en el disparo alto de Barrera en el 8’, pero la frescura la ponía el cuadro de casa, que en el minuto 15 mandó un aviso a Vallejo en botas de Dani Perejón.

El Linares subió aún más su intensidad y obligar a replegar a un Algeciras que se maneja bien a la hora de defender muy juntito en sus dominios. Pero los de Ballesta exponían poquito al otro lado del campo más allá de una jugada en la que Romero disparó fuera poco antes del descanso.

El descanso llegó en medio de una igualdad que parecía contentar a los del Nuevo Mirador. Era como si el Algeciras buscase desgastar al Linares, que por lógica tenía que notar esa inactividad y esa falta de entrenamientos por culpa del Covid. De nuevo, craso error.

Los azulillos comenzaron el segundo acto con energías renovadas y con una ocasión de Fran Carnicer que salvó Vallejo tras un fallo de Robin, uno de los que nunca falla. Neto mandó fuera el rechace cuando la grada ya cantaba el gol.

El Linares dio un paso más al frente y comenzó a embotellar a un Algeciras que se ceñía al plan inicial. Entró Canillas por Ubis para dar algo de oxígeno y después lo hizo Alcázar, pero se incrustó por detrás de Almenara y no lució. Los locales continuaron achuchando, colgando balones al área, buscando saques de esquina como el que remató alto Gabri en el 64’.

La réplica algecirista llegó en el minuto 67 tras una internada de Almenara que casi encuentra el pase de la muerte a Romero. Quizás debió buscar el disparo, pero no salía nada. De hecho le salió al rival poco después, en el minuto 71, cuando en una acción rápida el recién ingresado Chendo cazó un balón rechazado en el área para marcar de vaselina. Un agujero negro en el centro de la defensa que costó un gol.

El 1-0 zarandeó por fin al Algeciras, que ganó metros y se decidió a salir de la madriguera para buscar al menos el empate. El problema es que solo quedaba un cuarto de hora. El Linares empezó a hacer juego de trincheras -como cualquier otro equipo- y los de Ballesta apenas chutaron a la meta de Razak porque la tijera que tuvo Iván en el minuto 75 tras un córner ni cogió puerta como tampoco un disparo lejano de Canillas. Estuvo más cerca de marcar el Linares al final. Los cambios tampoco aportaron luz aunque siempre se ve algo distinto cuando entra Yelko.

Si uno de los dos estuvo más cerca de marcar al final fue el Linares, que, como ya se ha dicho más arriba, expuso más y mejor que el Algeciras. Más físico, más corazón y más fútbol. No hay excusas. A pasar página, a tomar nota y a pensar en el UCAM como una nueva oportunidad para ilusionarse con el premio añadido del playoff a Segunda. 

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