Algeciras CF - CD Castellón | La crónica

El Algeciras, contra los elementos (0-0)

  • Los de Ania, que juegan en inferioridad un cuarto de hora, plantan cara a un equipazo y a un arbitraje desquiciante 

  • Los albirrojos enlazan tres empates y ocho jornadas sin perder y vuelven a puestos de playoff

Roni forcejea con Yac en el Algeciras-Castellón.

Roni forcejea con Yac en el Algeciras-Castellón. / Erasmo Fenoy

Contra viento y marea o dicho de otra manera, contra un auténtico equipazo y un arbitraje cuando menos desquiciante, el Algeciras CF agarró un punto más. El equipo de Iván Ania, sin esa chispa de hace unas semanas pero cada vez más maduro, compitió de tú a tú ante el Club Deportivo Castellón en un partido de muchos voltios. Los albirrojos plantaron cara a todas las adversidades y se crecieron en inferioridad numérica para terminar achuchando en el área contraria gracias, en gran medida, al espectáculo que brindó, una vez más, la afición del Nuevo Mirador. Busquets Ferrer, empeñado en ascender en el bestiario particular del algecirismo, anuló un gol a Iván Turrillo en el minuto 78 por fuera de juego.

El Algeciras rubricó un empate sin goles pero de prestigio ante un adversario de talla XXL, un Castellón con una amalgama de recursos bestial, de largo el mejor equipo que ha pasado este curso por el estadio de La Menacha. El conjunto de Iván Ania enlaza su tercera igualada y su cuarto empate en casa, pero también acumula ocho jornadas sin perder. Los albirrojos se ponen con 18 puntos y regresan a los puestos de playoff de ascenso como quinto clasificado, aunque del quinto al décimo están seis equipos igualados en un puño. El grupo, encabezado por un Villarreal B que hilvana dos derrotas, está precioso.

El Algeciras-Castellón regaló un encuentro de pura intensidad, una batalla táctica aliñada con la presencia de Busquets Ferrer, un árbitro que fue recibido con pitos por el recuerdo de su arbitraje en la final del pasado playoff de ascenso en Almendralejo y aquel penalti obviado en la prórroga. El balear enmarañó el juego, le dejó claro a Romero que no le iba a pitar una dentro del área, expulsó a Roni de forma rigurosa y a Koné para compensar después y acabó por caldear a la hinchada local anulando un gol por fuera de juego de los que haría falta ver en cámara súper lenta para estar convencido. El de negro, por lo que sea, no simpatiza con los de rojo y blanco.

Más allá del árbitro, el duelo se pudo decantar para cualquiera de los dos, aunque la bravura del Algeciras en la recta final, cuando se quedó con diez, hubiera merecido algo más de premio.

Ania, tras los retoques de Alcoy, volvió a la fórmula original con el dibujo de siempre. El asturiano apostó por Alcázar en el lateral derecho para suplir al lesionado Almenara (cumplió el jiennense) con Víctor López por delante. Iván regresó a la medular por Villapalos, que al parecer está tocado al igual que Pepe Mena y Pelayo Morilla. Más trabas para el míster.

El partido arrancó con un Castellón que apostó por salir al ataque para frenar las embestidas iniciales del Algeciras. Los albinegros generaron las primeras llegadas peligrosas: a los dos minutos, tras un error de Mariano, César Díaz robó, Mario Barco buscó el disparo y Robin despejó a córner; y en el minuto 4 fue César el que chutó desde el área chica tras un centro metido por Moyano. El Algeciras respondió con una internada de Roni por la izquierda que acabó con un tiro alto de Leiva en el 9', sin embargo los visitantes volvieron a avisar con una acción que llevaba veneno, un centro desde la derecha que desbarató Alcázar cuando Koné se preparaba para rematar. Koné se erigió en uno de los estiletes de los blanquinegros cada vez que tuvo espacio.

El encuentro subió de voltaje y el Algeciras aprovechó para girar las tornas. Las gradas, que esperaban de uñas al árbitro, clamaron contra Busquets Ferrer en el minuto 17 en una acción en la que Romero reclamó penalti aunque parece que apenas hubo contacto. El albirrojo vio la amarilla después en otro derribo que el trencilla entendió como simulación.

La mejor ocasión algecirista del primer acto fue del propio Romero con un disparo fuerte abajo que sacó Campos en el minuto 24. Más allá de algún que otro coletazo de Leiva por su banda y de acciones a balón parado, el descanso llegó con el 0-0 y la sensación de respeto mutuo entre dos adversarios bien plantados y que se tenían más que estudiados.

A la vuelta del intermedio, el Castellón se quedó sin Mario Barco por lesión, ajustó algo su idea y retomó el control desde la sobriedad de dos mediocentros imperiales como Dani Torres y Carles. Sin embargo, los orelluts apenas inquietaron a Iván Crespo, muy seguro cuando tuvo que anticipar alguna acción.

Cumplida la hora de partido, las gradas del Nuevo Mirador -con el Fondo Sur a la cabeza- tomaron en volandas a su equipo y fue cuando el Algeciras empezó a llegar con más sensación de peligro. Leiva, olvidado el mal día en Alcoy, volvió a ser eléctrico y tiró hacia adelante en infinidad de ocasiones.  puso a prueba a Campos con un disparo duro.

En el minuto 72 Busquets Ferrer sorprendió con la expulsión de Roni en un forcejeo en una acción a balón parado. El árbitro vio un codazo y le enseñó la segunda amarilla. El Algeciras, lejos de amilanarse, dio un paso adelante y se lanzó a la yugular del Castellón, que tampoco quería perder lo ganado durante toda la tarde.

Los de Ania pudieron llevarse todo el premio en el minuto 78 en una falta botada por Tomás que peinó Robin y remachó a la red Iván. El asistente levantó la bandera por la posición de Robin con todo el estadio clamando al cielo. A falta de cuatro minutos, el colegiado balear compensó con la segunda amarilla a Koné, lo que acabó por echar atrás a los de La Plana. El Algeciras empujó y empujó, rondó alguna que otra vez el área, pero el Castellón resistió para proteger lo que tanto le había costado ganarse.

Hay empates y empates y a este hay pocas pegas que ponerle.

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