Algeciras CF - CD Guadalcacín | La crónica

(3-0) Más goles que sangre

  • El Algeciras tarda en abrir la lata pero cumple el trámite ante el colista y se acerca a tres puntos de la liguilla

  • Doblete de Antonio Sánchez, gol de Pablo Ganet y debut del canterano Tote

Antonio Sánchez chuta en el tercero gol del Algeciras ante el Guadalcacín.

Antonio Sánchez chuta en el tercero gol del Algeciras ante el Guadalcacín. / Jorge del Águila

Hay dos Algeciras: uno con sangre y otro sin sangre. Como era de esperar hizo falta un poco de ese equipo que tira del fluido vital rojo para superar al último de la fila. El Algeciras CF cumplió el trámite ante el CD Guadalcacín, pero el Nuevo Mirador tuvo que tragarse una primera parte que no bajó ni con la cervecita del descanso. La indigestión remitió cuando empezaron a caer los goles, de la chistera de Antonio Sánchez, que vuelve a engrasar la máquina, y de un Pablo Ganet que por día adquiere más galones en un once en el que tiene que estar sí o sí Borja Vicent, un futbolista al que le da igual jugar contra el primero o contra el último. Mete la pierna con la misma fuerza.

El (dichoso) trámite se alargó más de la cuenta, pero lo importante es que el Algeciras del invicto Emilio Fajardo hizo los deberes y está más cerca del objetivo. Los albirrojos (nueve jornadas ya sin perder, todo 2019) se acercan a tres puntos de la cuarta plaza después de que Córdoba B y Xerez DFC firmasen tablas (0-0) al igual que Ceuta y Los Barrios (0-0). Además, los de La Menacha limaron dos puntos al Utrera, que sufrió las inclemencias del Pérez Ureba de Conil (1-1).

Fajardo, con las bajas por sanción de Pablo de Castro, Pipo y Zafra, dio descanso a Iván y Benítez y recompuso la alineación con Gallardo atrás junto a Vicent, Cerpa de pivote, Alberto Fuentes en una de las bandas y arriba una dupla potente con Karim y Antonio Sánchez.

El Algeciras salió enchufado y a los dos minutos pudo adelantarse en una acción que acabó invalidada por fuera de juego. Pase interior de Ganet y Karim solo ante Lebrón se escapó para marcar. Anulado entre fuertes protestas. Dos minutos después fue Pablo Ganet el que probó al meta jerezano con un zapatazo. Sin embargo, las intenciones se fueron evaporaron bajo el sol de una mañana casi primaveral. Después de otra tentativa, con un remate de Karim al palo en el minuto 13, los locales entraron en el modo siesta.

El monólogo albirrojo del primer acto se volvió estéril, cansino, impreciso, sin último pase ante un Guadalcacín muy digno, arropadito, con buenas maneras cuando tenía algún resquicio para salir con la bola, pero sometido a un derroche constante. El Algeciras no encontró la forma de sorprender al colista en este tramo, entre otras cosas porque no fue capaz de colgar algún centro a sus dos torres. Mal los de Fajardo en esta faceta y en los saques de esquina. La grada se impacientó y con razón porque un equipo como el Algeciras no está en condiciones de relajarse ni un instante y menos ante su respetable, que dejó algunos pitos al descanso.

El paso por la caseta dio pie a un segundo tiempo que empezó con el mejor oportunidad y única para los de Mendoza, un disparo de Marín que se envenenó y tuvo que despejar Romero con una estirada. Fajardo puso a calentar al capitán Iván para sacarlo como remedio para la caraja. No hubo tiempo para los murmullos ni el cambio porque el algecireño Alberto Fuentes metió un centro medido al área para que Antonio Sánchez marcase de cabeza... con la colaboración del meta jerezano. Era un balón que se podía atajar.

El gol en el minuto 50 lo cambió todo. El Algeciras abrió la lata y se soltó el maldito corsé. Unos instantes después, en el 57’, Pablo Ganet se metió con esa zancada poderosa hasta la cocina y batió a Lebrón con un disparo también atajable. 2-0 y listo a pesar de que Karim perdonó el tercero a renglón seguido.

Fajardo metió a Eric Samé y poco después al canterano Tote, un chaval del filial de Tobali que vivió su bautizo en Tercera división, escorado en la banda derecha, participativo, con descaro.

El Algeciras perdonó la goleada ante un Guada que se negaba a bajar la cabeza pero no podía con su alma. Antoñito se topó con el larguero en el minuto 60 y Karim tuvo un gol cantado en el 65’. Tuvo que ser Antonio Sánchez el que ejerciese de delantero matador en el minuto 73 al culminar de potente disparo una llegada con cuerpo a cuerpo. El pichichi algecirista, que había aguantado el cambio lo máximo posible, se marchó ovacionado poco después con su doblete bajo el brazo. Su vuelta es la mejor noticia para el Algeciras en este momento de la temporada. Entró Moha, el otro chico del filial citado, al que le anularon un gol nada más salir y pudo hacer el cuarto en un mano a mano en el minuto 79.

Los algeciristas, capitaneados atrás por Borja Vicent, se negaron a conceder más al Guadalcacín y echaron el cerrojazo por cuarta jornada consecutiva. Ya no es casual que este conjunto sea el menos batido del grupo en 2019. Pero dejen a un lado los halagos y saquen las pinturas de guerra porque viene el Ceuta.

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