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Alberto Merino, un balono de Champions

  • El triplete con el Europa FC concede al carismático exalbinegro el billete para jugar la máxima competición continental... ¡a los 42 años!

Alberto Merino posa con uno de los trofeos conquistados con el Europa.

Alberto Merino posa con uno de los trofeos conquistados con el Europa.

Alberto Merino dejó la Balona en 2015 para enrolarse en el Europa FC, con el que esta temporada ha logrado el triplete, lo que le ha abierto, nada menos que a sus 42 años, la posibilidad de jugar la fase previa de la Champions League. Con la templanza que da la experiencia dentro y fuera de los terrenos de juego, el bravo futbolista de La Atunara hace balance de su trayectoria y del futuro inmediato de la Balompédica, a la que ve jugar con frecuencia.

-¿Cuándo descubrió usted el secreto del elixir de la eterna juventud?

La Balona acierta al apostar por Julio Cobos, le va a venir muy bien al club"

-Ya me hubiese gustado tenerla, ya...

-Entonces ¿cómo se hace para a los 42 años estar preparando el debut nada menos que en la Champions?

-La verdad es que gracias a Dios he tenido la suerte de que me han respetado las lesiones, que suelen ser un motivo para adelantar las retiradas. Además siempre me he entrenado bien, me he cuidado.

-La otra parte del secreto, ¿el fútbol le sigue produciendo ilusión?

-Mucha, de verdad. Es que si no la hubiese tenido hace tiempo ya que lo hubiese dejado. Pero todos los años afronto un reto nuevo. En su día fue la posibilidad de jugar la Europa League, que ya entonces era un premio a todo lo que había trabajado. Y este año, que vamos a jugar la previa de la Champions... es un regalazo. Después de tantos años quién me iba a decir a mí que con esta edad iba a disputar nada menos que la Champions. ¿Cómo no voy a estar ilusionado?

-Cuando Alberto Merino sale de la Balona en 2015 y decide fichar en Gibraltar muchos entendieron que asumía que le llegaba el momento de dar un paso atrás. Ahora, a las puertas de la máxima competición futbolística europea, es dificil verlo así ¿no?

-Es que yo nunca tuve esa sensación. Cuando la Balona me hace ver que es difícil que pueda seguir contando conmigo me resultó comprensible, hasta el punto de que barajamos la posibilidad de que me incorporase al cuerpo técnico. Sin embargo yo me encontraba bien y quería seguir jugando y fue entonces cuando me llamó el Europa, me brindó la posibilidad de jugar la previa de la Europa League, lo vi como un reto nuevo, interesante... y aquí estamos.

-Pero da la sensación de que la posibilidad de que usted regrese a la Balona está sólo aparcada, no descartada.

-La verdad es que no lo sé. Nunca se sabe qué puede suceder en el fútbol. El tiempo dirá.

-Ahora que nadie nos oye, ¿el nivel en la liga de Gibraltar es tan bajo como se dice a este lado de la frontera?

-No, que va. Además desde unos años hacia acá, primero con la inclusión en la UEFA y más tarde en la FIFA, va mejorando. Se nota por temporadas. Los equipos ven que tienen la posibilidad de jugar la Champions y la Europa League y hacen desembolsos importantes. Últimamente están llegando empresas que compran los clubes como sucedió en su día con la de Míchel Salgado, ahora se habla de que igual pasa lo mismo con la de Roberto Carlos... Por eso la competición va tomando fuerza, llegan jugadores de fuera que compiten y enseñan y poco a poco va mejorando el nivel.

-Y en esa competición ¿hasta cuándo puede seguir jugando Alberto Merino?

-Puedo asegurar que no me lo he plantado. Sé que suena a tópico, pero hay que ir día a día. En estos momentos me encuentro muy bien, pero no sé qué pasará la semana próxima. Yo me entreno fuerte y mientras me sienta bien mi intención es seguir jugando.

-Teniendo en cuenta que su equipo se viste para entrenarse en el Municipal, no le resultará difícil estar en contacto con la Balona.

-Todo lo contrario. Un día sí y otro también estoy tomando café allí con Alfredo [Gallardo], Mario [Galán], Pipi, Pepe El Masa...

-Y desde esa situación de estar mitad en éste, mitad en el otro lado de la frontera ¿qué visión tiene de lo que sucede en la Balompédica?

-Un poco lo que hablo con ellos. A mí me parece un acierto que hayan vuelto a apostar por Julio Cobos, que en mi opinión es un entrenador que le puede venir muy bien a la Balona. Luego dependerá de que acierten con los fichajes, pero es importante que el equipo empiece bien la Liga, porque eso ayuda a que la gente de dentro coja confianza y a que el entorno respalde más al equipo.

-Ahora, cuando mira hacia atrás, ¿su mejor recuerdo con la Balona se puede entender que fue la temporada en la que jugó la fase de ascenso a Segunda A? [en referencia a la 2011-12]

-Pues posiblemente sí. Porque también fue muy bonito cuando ascendimos de Tercera, pero esa temporada coincidió con una racha mala en lo personal para mí y no pude disfrutarla. Pero la temporada de la eliminatoria con el Tenerife me sentía protagonista en primera persona, jugaba muchos minutos y viví momentos muy bonitos.

-Son muchos los aficionados que entienden que en el bache, si es que se puede entender así, de los tres últimos años tiene que ver que se marchasen jugadores como Alberto Merino, Carlos Guerra, gente de raza.

-Hay que tener en cuenta que casi de un día para otro se fueron gente importante en un vestuario. Los dos que ha nombrado somos personas de mucho carácter, que además de lo que pudiésemos hacer en el terreno de juego, aportábamos otra cosa en vestuarios. Y claro, la gente que va entrenado nueva tiene que ir haciéndose ese camino. Cualquier cambio generacional necesita paciencia, porque además a los entrenadores se les exigen resultados y no siempre pueden contar con la gente de la casa, porque si pienden dos partidos se van a la calle.

-Para taerminar y ya que hablábamos de Carlos Guerra. En su día, cuando se marchó, dejó claro que entendía que ni él, ni usted ni Copi habían tenido la despedida que se merecían. ¿Comparte ese criterio?

-Vamos a ver... a todo jugador le hace ilusión un reconocimiento y más si es elque te lo brinda es tu club, el de toda la vida. Yo lo hablé personalmente con Alfredo Gallardo [el presidente], él me dio una serie de explicaciones y por mi parte no hay problemas en ese apartado. Hay que comprender que él se puso enfermo y todas estas cuestiones quedaron aparcadas. Lo que puedo asegurar es que no me preocupa eso, porque siento el cariño que me tiene aún la afición y con eso es con lo que me quedó.

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