Gabriel Navarro Baby ha puesto fin a otro de sus ciclos en la Balona. El enésimo. Más de cuatrocientos partidos oficiales contemplan al preparador algecireño en el banquillo albinegro. Pero las secuelas del accidente de tráfico que sufrió el pasado mes de diciembre y las exigencias de compatibilizar sus obligaciones laborales y el fútbol le impiden seguir al frente del proyecto. El club exige que el nuevo entrenador tenga dedicación plena para conducir a un grupo que será muy joven y, en la mayoría de los casos, con poca experiencia. Desde un retiro al que se ve forzado por su estado físico, a Baby le ha llegado la hora de las valoraciones.

-La decisión de que no siga al frente de la Balona ¿es de usted, de la directiva, o producto de un acuerdo?

-Hay situaciones que no voy a llamarlas límites, pero sí que pesan demasiado. Tengo mucho trabajo, la mayor parte del tiempo estoy ocupado y para comenzar la pretemporada con la Balona debería disfrutar de una disponibilidad total. Además necesito recuperarme totalmente de las lesiones del accidente, así que lo mejor para todos es que desempeñe otras funciones dentro del club.

-¿En algún momento durante la temporada pasada se arrepintió de haber tomado esta misma decisión hace un año porque pensó que hubiese podido evitar el descenso?

-Sé que puede no sonar demasiado bien, pero sinceramente sí que lo pensé. La realidad es que no se sabe qué hubiese sucedido, pero viendo cómo terminó el equipo y la media de puntos que alcanzamos durante la segunda vuelta, entiendo que hubiésemos podido evitar el descenso. Pero también pensaba que con José Luis Burgueña íbamos a hacer mejor campaña y que habíamos firmado entrenador para unos cuantos años.

-¿Ha conseguido desvelar el misterio de qué fue lo que pasó en aquellas dieciséis primeras jornadas de Liga en las que la Balompédica no sumó una sola victoria?

-Analizar eso es muy difícil. Para mí que hubo tres partidos en casa que por su desarrollo deberíamos haber ganado, los que nos enfrentaron al Melilla y al Guadalajara, en los que estuvimos dos-cero, y el del Conquense, en el que íbamos uno-cero a tres minutos del final. De aquellos nueve puntos sumamos uno y eso provocó una falta de confianza enorme entre los jugadores, lo que se convirtió en una de las causas principales de la situación en la que nos vimos.

-¿Era tan mala la plantilla como para estar descendida de facto dos meses antes del que finalizase la competición?

-Que va, que va. Ni mucho menos. Lo que pasa es que cuando un equipo suma once puntos en toda una primera vuelta cuesta mucho trabajo recuperar anímicamente a los futbolistas. Además, todo se vuelve en tu contra: fallas penaltis, tiras a los palos... En mi opinión era una plantilla para, si hubiésemos conservado la categoría, conservar a doce o catorce futbolistas y hacer una campaña muy buena en la 2009-2010.

-¿Estaban todos los que eran o se cometieron erroes en pretemporada a la hora de hacer los descartes?

-¿Sinceramente? Las decisiones las tomamos entre las cinco personas que mantuvimos varias reuniones y se hizo lo mejor para el club. Está claro que a veces unos opinábamos de una manera y otros, de otra, pero yo creo que se hizo lo que había que hacer.

-Pero ¿quién ficho en la Balona la pretemporada pasada? ¿Por qué nadie parece querer contestar a esa pregunta?

-Hombre, pues porque no es correcto. Había reuniones y se barajaban cosas, pero siempre con el consentimiento del primer entrenador, que ya estaba. El sí de él era definitivo. Con la base que había quedado pensó, entiendo que con muy buen criterio, en seis o siete futbolistas para reforzar el colectivo. Siempre dentro del presupuesto. Si yo estoy de primer entrenador la voz cantante la tengo yo y así sucede casi siempre.

-¿Y ahora se están quedando los que son?

-Se ha hecho un estudio de lo que puede ser la Balona la temporada que viene, porque está mediatizada por la deuda tan enorme a la que hay que hacer frente antes de que finalice julio. Hay gente inteligente para hacer un presupuesto acorde con los ingresos y se ha hecho lo único que se puede hacer: una base buena de once o doce y luego gente joven que en muchos casos ya se entrenan con nosotros hace tiempo y que van a dar un muy buen rendimiento.

-¿Una de las cosas buena que tendrá la crisis económica es que el fútbol volverá a su realidad?

-Es que no queda otra. Volver y seguir así de por vida. Gracias la gestión de Alfredo Gallardo [se refiere al presidente] hemos disfrutado de una situación económica acomodada durante siete años, pero esta temporada la crisis ha afectado a los patrocinadores del club.

-Ahora que habla del dinero ¿cuánto daño hizo al vestuario aquel comunicado por la falta de cobro que dividió a la plantilla en dos?

-Entiendo que bastante. Aquel partido de Linares, el que perdimos en La Línea cero-uno, fue fundamental. Los jugadores saben que se equivocaron y así se lo hice ver. Tomaron una mala decisión y en un momento inapropiado porque ellos sabían de boca del presidente todo lo que estaba pasando. Se produjo un divorcio muy grande y nos perjudicó. Ésa semana era clave. Fue una pena.

-Uno de sus discípulos le ha salido brillante. Raúl Procopio ha conseguido en el Estepona el ascenso a Segunda B que se le negó en la Balona.

-Yo le deseo lo mejor del mundo al Estepona y a los jugadores que están allí que han trabajado conmigo, pero para mí es un ascenso de Raúl. Sigo pensando que ha sido, es y será un gran entrenador.

-¿Y qué opinión le merece el que se perfila como máximo candidato al banquillo de la Balona para la próxima andadura, Eduardo Vílchez?

-Inmejorable. Adenás este año va a haber menos necesidades imperiosas de resutados a corto plazo y es el hombre idóneo para trabajar con una base de equipo joven. Él ha sido jugador en equipos importantes, y además sabe de cantera. Lo que pasa es que también lo pensaba el año pasado por estas fechas de José Luis Burgueña. A Vílchez quise conocerle en su día, porque entendía que la Unión estaba ganando los partidos gracias a él.

-Seguro que no se plantea despedirse de los banquillos tras un un descenso.

-Seguro que no.

-¿Y es capaz de decir con la grabadora en marcha lo que afirmó diez minutos antes?

-Bueno… que me gustaría algún día ascender con la Balona a Segunda A.

-Eso no es excatamente lo que ha comentado.

-Lo que he dicho es que estoy convencido de que volveré a entrenar cuando me jubile y que lo haré para llevar a la Balona a Segunda A, pero no deja de ser un presentimiento y claro, habrá gente como Josele [se refiere al jefe de prensa del club, José Manuel Fernández] que me dirá que también estaba convencido de que no descenderíamos. Pero yo estoy seguro de que lo haré.