Visita al lado oscuro (1-0)

ud melilla - real balompédica linense

Una Balompédica amorfa y reservona cosecha, en Melilla, su primera derrota como visitante en seis meses

Los albinegros sólo crean una ocasión de peligro a lo largo de toda la mañana

El debutante Gonzalo Almenara persigue al melillense Juanma Espinosa. / Melilla Hoy

La Balompédica fue a embarrancar justo en el mismo escenario en el que el pasado mes de abril tomó el impulso definitivo para lograr la permanencia. Los albinegros -que firmaron su primer revés como visitantes en seis meses- cayeron de manera incontestable en el Álvarez Claro de Melilla, de donde escaparon con una derrota mínima que se puede considerar hasta una herida leve [muy leve] a tenor de los méritos [pocos, muy pocos] de los de La Línea, que cuajaron de largo el peor partido de lo que va de curso. Por un lado concedieron muchas más facilidades en defensa de las que han sido norma y por otra estuvieron preocupantemente huérfanos de fútbol, sin capacidad alguna para desdoblarse en ataque. Entre otras cosas [muchas, bastantes] porque en suelo norteafricano quedó patente que Sergio Molina, que venía en caída desde hace tres o cuatro semanas, atraviesa un mal momento alarmante. Y cuando el malagueño se resfría, su equipo padece una bronquitis.

Julio Cobos aumentó la dosis de sorpresa que había iniciado el sábado al prescindir de Sergio Rodríguez. Ayer, ya en el Álvarez Claro también apartó del once al capitán Ismael Chico, para darle su sitio a Mario Abenza, posiblemente con la idea de que su equipo tuviese algo más el balón. El doble experimento -que deja cierto tufo a ataque de entrenador- resultó entre mal y muy mal. Durante toda la mañana la Balompédica fue un equipo amorfo, que se limitó a esperar a su rival, sin proyección ofensiva, conformista, sin orgullo... vaya todo lo que no había sido en las siete jornadas precedentes. Después del intermedio a todo eso sumó una dosis inadmisible de incapacidad para reaccionar.

El primer periodo fue un largo monólogo azulino. Manolo Herrero había estudiado bien a su rival, taponó las bandas, dejó desconectado a Sergio Molina y fueron los inquilinos del Álvarez Claro los que se apoderaron del balón. Jugándolo con gusto, todo hay que decirlo, pero sin acierto en el último cuarto del campo. La defensa albinegra era lo único que medio le funcionaba al equipo y ocasiones, lo que se dice ocasiones, no se producían. Eso sí lo que había era una sensación de impotencia, de ver a los balonos correr detrás de su rival y sin apenas conseguir salir de su medio campo que no es nada habitual. A ratos parecía que el rival jugaba con más gente.

Tanta era la incapacidad local en los últimos metros que la primera oportunidad como tal de los melillenses no llegó hasta el minuto 42, tras uno de sus innumerables saques de esquina. Pero Javi Montoya, con mucho el mejor de la Balona, estuvo sobresaliente en la réplica a Mahanan.

A renglón seguido llegó el único acercamiento de los albinegros, con Stoichkov como protagonista y el meta Dani Barrio certero en la intervención. Justo antes del descanso el meta balono se tuvo que emplear otra vez a fondo.

Tras el intermedio se palpaba que el Melilla ya se lo creía y que iba decididamente a por una victoria que, por el reflejo que tiene en la clasificación a corto plazo, se valora de forma especial.

No habían transcurrido cuatro minutos cuando Yacine se encontró mano a mano con Montoya, al que sorteó, pero Dennis Nieblas anduvo listo corrió hacia el marco y logró salvar sobre la misma línea de meta lo que parecía un gol cierto.

Era un aviso en toda regla. Porque cuatro después los visitantes se equivocaron al tratar de sacar el balón de atrás justo por donde había más gente, por el centro. Los melillenses robaron por medio de Lolo Garrido cerca del área y en dos toques el cuero llegó a Yacine, que tuvo tiempo de acomodarse y de lanzar raso desde la frontal. Era el 1-0.

La Balompédica, que llevaba adormecida desde que había comenzado el duelo, quiso entonces dar un paso adelante. Pero ni con los cambios. Todo quedó en un amago. Ni hizo circular el balón, ni sus bandas fueron letales... ni nada. Paradas de esas que hace que la gente se lleve las manos a la cabeza no firmó ni una Dani Barrios.

Con el marcador a favor el Melilla jugó muy bien sus cartas. Ya lo había dicho antes del encuentro Julio Cobos, el que marcase primero tendría medio triunfo en el bolsillo. Y marcó el único que podía hacerlo.

Mientras el público reclamaba un par de penaltis que no lo fueron, los minutos seguían pasando sin que la Balompédica justificase sobre el césped la condición de segundo clasificado con la que había llegado al escenario del choque.

Tanto es así que de haber habido algún otro gol casi seguro hubiese caído del lazo azulino. En el 81' Rubén Martínez se hartó de balón cuando lo tenía todo a su favor, pero le tuvo que pegar con su pierna mala y su disparo se marchó directamente fuera.

En el 83' primero Javi Montoya replicó a un jugadón de Pedro Vázquez y en el rechace Boateng -sobresaliente todo la mañana, parecía sólo tener que empujar la pelota- pero su remate en semifallo y en medio de una nube de piernas lo abortó Juanmi Carrión.

La Balona regresa de Melilla con una derrota y, por primera vez en cuarenta días, fuera de los puestos de privilegio. Ni una cosa ni otra son extremadamente preocupantes a estas alturas de curso. Lo que sí deja mal sabor de boca es la imagen de equipo conformista, sin capacidad de reacción de una Balona que no tenía acostumbrada a su hinchada a estos malos ratos. Cosas del fútbol, y todo eso tuvo que suceder justo en Melilla.

Dani Barrios H

Pepe Romero H

(Ibarbia, 78') sc

Ilmar H

Odei H

Mahanan H

Lolo Garrido HH

(Nando, 65') H

Rubén Martínez HH

Espinosa H

Yacine HH

(Nacho Aznar, 70)sc