El Villa se trae de Cáceres buenas sensaciones

El Villa de Los Barrios se trajo ayer de Cáceres su primer triunfo de la pretemporada y sobre todo muy buenas sensaciones del trabajo que el equipo desarrolló en su puesta de largo.

Los barreños tienen motivos para estar satisfechos tras lo visto en su primer test de preparación. Los pupilos de Moncho Fernández superaron a su rival como el técnico gallego quiere: a base de defensa y desgaste. En estos aspectos, el Villa lleva delantera a los extremeños, más frescos pero menos rodados en cuanto a capacidad de sacrificio.

Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, hay una serie de detalles que invitan al optimismo en la parroquia gualdiverde. Vallmajó tripuló el timón sin problemas -es más agotó a Tomás Bellas, su pareja de baile rival-; los exteriores cumplieron y en el juego interior la lucha no está reñida con la calidad y Ricardo Guillén demostró que de lo último sigue teniendo a raudales.

El encuentro fue el típico partido de pretemporada, con demasiados errores, pérdidas y algo flojo en general. El Cáceres llevó la iniciativa de salida con Adrian Moss reivindicándose ante sus ex compañeros. El 13-9 fue el detonante para que Moncho llamara a filas a los suyos. Reorganización y más defensa. El Villa entró con las ideas claras y con un parcial de 3-9 se aupó arriba en el primer cuarto (16-18).

Los barreños vivieron un segundo acto igualado. El Villa mostró su solidez defensiva a pesar de que Chagoyen y Guillén jugaron con algunas molestias -el club aún debe fichar a un pívot extracomunitario-. Al descanso los barreños mandaban 33 - 37.

En el tercer cuarto se rompió el partido. Los de Moncho desplegaron sus herramientas defensivas, y con rápidos ataques se marcharon en el marcador hasta adquirir una ventaja que se antojaba casi definitiva. Con diez arriba para los visitantes (51-61) el Cáceres lo tenía muy mal. Por los extremeños se notó la falta de frescura en el puesto de base ya que Rod Brown se incorporó ayer mismo por la mañana. Su sustituto sufrió de lo lindo ante Vallmajó.

El Cáceres, con un Panadero espectacular (5 triples anotados), se negó a capitular e intentó meterse en el partido, pero los barreños secaron cualquier intento. Es más aumentaron hasta 13 su ventaja y entonces soltaron el pie del acelerador. El triunfo dejó buenas sensaciones.