La Unión Deportiva Tesorillo cortó ayer una racha de seis derrotas consecutivas, pero lo hizo con un empate ante el Atlético Tharsis al que se vio abocado por su falta de puntería y que le resulta insuficiente para abandonar la cola de la clasificación. Le sirve, eso sí, para no ampliar a más de cinco puntos su desventaja con los puestos de permanencia.

Por encima del resultado, los amarillos evidenciaron síntomas de mejoría en su juego. O, al menos, de que han abandonado ese punto de desidia que les acompañaba en los últimos encuentros. Le puso muchas ganas la escuadra de Jorge Pirri, al que le ayudó poco el ansia por marcar que puso en cada lance. No es que el Tesorillo no llegará a las inmediaciones de la portería defendida por Jesús Riquelme, pero cuando lo hizo malogró sus ocasiones por la inquietud que tiene por salir del pozo de la tabla clasificatoria. Llega, pero los nervios le llevan a no ver puerta.

No obstante, los primeros diez minutos fueron de un Tharsis que salió en tromba. Subió por las bandas con velocidad y a punto estuvo de pillar al equipo local en un renuncio.

Poco a poco los dirigidos por Jorge Pirri se asentaron y se hicieron con el dominio del encuentro, que ya no abandonaron hasta el final. En el minuto 7, Fiera se quedó solo ante el portero, que despejó 'in extremis'. En el 10' la contra del equipo de casa dejó al ariete otra vez ante Jesús Riquelme, que vio como el adversario la mandaba alta. En el 20', en un córner al segundo palo y tras un rechace, Steven remató de cabeza, el meta del Tharsis metió una mano salvadora y el larguero repelió el esférico.

En el 27' hubo un fallo defensivo del conjunto onubense que permitió a Jesus Vega quedarse solo ante el portero. La quiso pegar tan fuerte que la sacó alta. En el 37' Carenote, a pase de fiera, también falló ante Jesús Riquelme. Nada. En la segunda parte hubo menos ocasiones de gol, pero resultó un monólogo del Tesorillo. Era un querer y no saber cómo. En contragolpes, por las bandas, por el centro, con disparos de lejos... el equipo amarillo lo intentó a la desesperada de todas las formas.

El Tharsis no tiró ni una vez a puerta. Aunque su planteamiento ultradefensivo le otorgó el resultado que esperaba.