Segunda parada, favoritos al tren

La NBA alcanza la segunda escala de los play-offs sin grandes descalabros... salvo que Atlanta Hawks no sea capaz de rematar en el séptimo partido a los bravos Milwaukee Bucks. Los ciervos son la gran resistencia de una primera ronda sin grandes sorpresas, que se ha saldado con más desgaste en el Oeste (4-2) y más por la vía rápida en el Este (con el único rosco, el de Orlando a Charlotte). Esta madrugada arranca la primera semifinal de conferencia por el título con un duelo de titanes: Cleveland Cavaliers-Boston Celtics. Palabras mayores.

El primero en sellar su pase a la siguiente ronda fue Orlando con el mencionado rosco. Los Magic no dieron cuartel a los Bobcats, que ante la desesperación de Michael Jordan pagaron la novatada. Los chicos de Larry Brown, engarrotados, fueron arrollados en Florida y no supieron reaccionar en casa. Los subcampeones, con un Carter especialmente motivado, van sobrados de fuerzas a las semis de conferencia. ¿Su rival? Saldrá del único combate que queda por cerrar en la primera ronda: Atlanta Hawks o Milwaukee Bucks. La madrugada del viernes al sábado los halcones evitaron su eliminación en la ciudad de la cerveza, en el feudo de los ciervos. Los Bucks ya han sobrepasado las expectativas llegando a ponerse 2-3 con un genial Brandon Jennings, el único rookie de nivel que ha llegado a los play-offs. Pero Atlanta, salvado el match-ball, no debe fallar en el séptimo. Lo contrario sería un absoluto fracaso para Woodson.

Los Celtics, los viejos verdes, liquidaron a Miami Heat sin anestesia (4-1). Wade sólo pudo responder en un partido, los demás fueron acaparados por los Garnett, Rondo, Allen, Pierce y compañía, que en Boston hacen de estas eliminatorias un infierno. En la ciudad, en el Garden, la lucha por el título multiplica la magia que rodea al trébol.

Sin piedad pero con más oposición de lo que dice el 4-1, los Cavaliers apearon a los Bulls. Inconmensurable Lebron, Cleveland, que cedió un partido en Chicago, no titubeó y aceleró para llegar fresco al siguiente asalto. Los Bulls, con un par de refuerzos este verano (¿Wade? ¿Amare?) tienen la base para convertir al equipo de Del Negro en candidato a cotas mayores. Los Lebrones se preparan para batirse contra los Celtics en unas semis para coleccionistas. Una serie decantada en las apuestas para los Cavs, a pesar del orgullo y la veteranía del adversario. Sin duda, un test de máximo nivel en el camino al trono del Rey.

En el Oeste un español de Sant Boi sigue escribiendo páginas en la historia. Pau Gasol fue el héroe de los Lakers en el cruce contra Oklahoma City Thunder (4-2). Los campeones avanzan al ritmo del catalán y tras dejar en la cuneta a un rival que a corto plazo será el terror de la Liga. Durant y Westbrook llegaron a igualar la eliminatoria a dos, pero los amarillos están abonados a solventar los sextos partidos (ya lo hicieron años atrás en Utah y Denver). Un palmeo de Pau a falta de medio segundo noqueó a los Thunder en la madrugada del viernes al sábado. Aparecio Kobe y eso es buen síntoma para Los Angeles. Pero el que nunca se borró fue Gasol.

A los campeones les aguarda ahora una vieja cruzada: Utah. Los Jazz reventaron la ventaja de campo de lso Nuggets (como estaba previsto) y no concedieron ni un milímetro en su pabellón, el conocido para la plebe como Karate Kid Arena. Con un 4-2 los mormones reeditan un duelo clásico en las últimas temporadas. Si hay un equipo que sabe ganar en Utah, es el de Pau, pero aquí los Lakers tendrán que dejarse la piel y una buena ristra de cardenales. El pronóstico, ajustado para los de amarillo y púrpura. Seguramente a siete partidos.

El otro español en la pelea por el título se despidió. Rudy Fernández vivió en la serie contra Phoenix lo que seguramente ha supuesto para él la temporada en Portland. Irregularidad, inestabilidad. El mallorquín comenzó la eliminatoria titular ante la lesión de Roy, los Blazers empezaron ganando a domicilio, pero Rudy perdió protagonismo, volvió a su rol de pocos minutos y lanza triples y los Suns voltearon la tortilla sin mucho esfuerzo (4-2). Despedida amarga y quién sabe si adiós de Rudy a la franquicia. Tiene contrato pero no está cómodo. Novias no le faltan.

El enemigo en semis de Phoenix Suns es el más odiado y temido de la NBA: San Antonio Spurs. Por primera vez un séptimo clasificado derrotó a un segundo a siete partidos (4-2). El duelo de Texas deja a Dallas Mavericks profundamente herido. Los Spurs fueron más fieros en una serie que se decidió a sangre, con la nariz rota del narigón Manu Ginobili, con partidos al límite de lo permitido que terminaron por desquiciar a Nowitzki y a Mark Cuban. El propietario de los Mavs ve como otro proyecto, otra millonada, cae a la basura a las primeras de cambio. Y es que San Antonio es un zorro viejo que Popovich sabe reinventar con desconocidos como George Hill, el verdugo moral de los Mavericks. Pero no hay tiempo para la relajación porque ahora se presenta un Suns-Spurs con cicatrices aún por cerrar. Los del desierto de Arizona no olvidan cuando la partieron la cara a Steve Nash, arrebatando a Phoenix el pase a la final en un dramático y polémico desenlace.

Toca remangarse, defender como nunca y tirar de tretas para seguir aspirando al anillo.