La próxima vez que Antonio Manuel Ruiz Fernández Romerito acuda al Municipal de La Línea con los colores de otro equipo, lo más probable es que lo haga como entrenador. El carismático ex de la Balompédica, zaguero que formó parte de la inolvidable plantilla de la 2011/12, tiene pensado colgar las botas y abrir una nueva etapa en los banquillos, con los que ya lleva un par de campañas coqueteando en las categorías inferiores.

El capitán del Xerez Deportivo Fútbol Club (campeón ya ascendido de la Segunda Andaluza a la nueva División de Honor) y entrenador del Xerez DFC juvenil B, acaba de celebrar su doblete esta Liga, al igual que la anterior. Hace un par de semanas firmó el ascenso como jugador y el pasado fin de semana lo hizo como técnico, al imponerse 1-5 al Tesorillo y firmar su pase a Segunda Andaluza, a expensas de que el primer juvenil selle su salto a Liga Nacional. Con cinco ascensos en tres ejercicios (tres como futbolista y dos como técnico, todos con el nuevo Xerez), se ha convertido en el azulino que más saltos de categoría acumula.

Romerito, que siempre que visita La Línea desempolva sus buenos recuerdos y desprende afecto por la entidad , tiene su futuro a corto plazo prácticamente decidido: "Creo que esta temporada voy a colgar las botas. Tengo que hablar con Pedro Ruiz y con Dani Pendín y lo más seguro es que lo deje. Me siento cansando después de tantos años de profesional", confiesa.

"Con 19 años ya me tuve que ir de mi casa para empezar a jugar tengo ya 39 y la próxima temporada con 40 me veo más en el banquillo que jugando", admite. "Los desplazamientos serán más largos y quiero centrarme en sacarme el nivel 3 de entrenador, que todavía no lo tengo. Aún así, ya veremos. Voy paso a paso, me queda terminar la temporada como jugador y la del juvenil. Lo que sí tengo claro es que me gustaría continuar aquí como entrenador", avanza el jerezano, que también cuenta con el título de director deportivo.

El zaguero, que acarició con los albinegros la gesta de ascender a la Liga Adelante, un sueño frustrado en Tenerife, resalta que "cada ascenso es diferente". "No tiene nada que ver la experiencia que se vive como jugador a la que afrontas como técnico. Las dos dan mucha alegría y suponen un orgullo pero como técnico te aporta muchísimo porque puedes comprobar cómo da sus frutos todo el trabajo que has realizado con los chavales durante nueve meses", relata.

Sobre el salto a División de Honor del Xerez DFC, Romerito explica que "era el objetivo, ya lo peor ha pasado, ahora en División de Honor todo será diferente y más complicado, pero nuestra afición ya podrá ver a otros rivales y estaremos a un paso de Tercera, que es el gran reto".

En cuanto al trabajo que ha llevado a cabo con los juveniles, Romerito le pone "un diez" a los futbolistas. "Estoy contentísimo y orgullo de ellos. He tenido a veinticuatro jugadores a mis órdenes y todos han acudido a casi todos los entrenamientos y a casi todos los partidos. La mayoría son de primer año, se quedaron seis de la pasada temporada y han competido muy bien. Tienen una edad muy complicada, su prioridad además del fútbol es estudiar y no es fácil compaginarlo todo ni estar centrados todo el curso", explica el bravo central, que en su periplo como balono dejó huella en una afición que aún le compara y recuerda cuando se trata de describir a un defensa con garra.

El exalbinegro ha sido el segundo futbolista azulino que más minutos ha disputado este curso, con 2.072, y ha marcado cuatro goles. Y todo con 39 años.